Leticia Piris «El sur de la Ciudad de Buenos Aires muestra una desigualdad crónica respecto del norte y la educación no es una excepción»

1. ¿Cuáles son las cuestiones básicas que afectan a los sectores vulnerables en el tema de la inserción escolar en las zonas vulnerables de CABA?
El sur de la Ciudad de Buenos Aires muestra una desigualdad crónica respecto del norte y la educación no es una excepción. Allí vive la mayor cantidad de chicos menores de 14 años del distrito más rico del país y se dan los peores indicadores educativos. Faltan escuelas, las aulas están abarrotadas, no alcanzan las vacantes y los niveles de repitencia y deserción son los más altos. Los alumnos que no terminan el secundario en Palermo y Núñez no llegan al 5% , pero rondan el 30% en Villa Lugano y Soldati. Estos últimos barrios y el bajo Flores siguen siendo las zonas más afectadas por las faltas de vacantes en los colegios. El gobierno porteño informó en 2019 que tiene previsto
construir 54 nuevas escuelas en la ciudad, 30 de nivel inicial, 13 de nivel primario y 9 de nivel secundario, y el 60% de estas escuelas van a estar ubicadas en el sur de la capital, lo cual ayudará a cubrir el déficit de vacantes.
Según un relevamiento, hacen falta más de 15 mil vacantes, pero el 90% de ellas están referidas al nivel inicial, lo que es realmente dramático porque afecta particularmente a los sectores más desfavorecidos, ya que las madres no tienen cómo dejar a sus niños en institutos educativos públicos, con lo que quedan al cuidado de parientes o conocidos, retrasando sus posibilidades de sociabilización y aprendizaje.

2. ¿Qué deudas mantiene el sistema educativo nacional que a la larga dificulta la democratización del conocimiento tal como lo reza el artículo 14 de la Constitución Nacional? Le menciono un ejemplo, el aprendizaje con las nuevas tecnologías no llega a todos inclusive en las escuelas estatales y en la Pandemia se agudizó.
Con anterioridad a la crisis que impone la pandemia, ya estábamos experimentando una crisis global de aprendizaje. Ya sabíamos que muchos estudiantes, aun cuando estaban en la escuela,no estaban adquiriendo lashabilidades fundamentales necesarias para la vida. En nuestro país, la falta de indicadores, producto de haber interrumpido el desarrollo de las pruebas Pisa o Aprender o realizarlas en forma parcial, ha contribuido a que carezcamos de un diagnóstico que pueda ser mensurable, entonces nos tenemos que remitir a indicadores de carácter internacional. El indicador de pobreza de aprendizaje del Banco Mundial, es decir el porcentaje de niños que a los 10 años no pueden leer ni comprender un texto simple era de 53% en niños de países de ingresos bajos o medianos. Esto era antes de la crisis, esta pandemia tiene el potencial de empeorar aún más estos resultados si no se actúa de manera adecuada. Creo que si hay algo positivo que puede rescatarse luego de estos 16 meses de educación remota o bimodal es reconocer que el uso que se ha hecho de la tecnología en la pandemia puede ser una oportunidad para nuevas formas de enseñar y de aprender en el aula. Si creemos que la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse, debemos pensar en un cambio de paradigma en los diferentes planos del sistema educativo. Esto significa asegurar las condiciones edilicias y tecnológicas básicas en cada escuela como el primer escalón.
Implica también darles herramientas y saberes a los docentes que en todo este tiempo no fueron debidamente reconocidos en los esfuerzos que hicieron para sostener la educación con herramientas que les eran desconocidas. Además, es necesario asegurarles a las familias de sectores vulnerables las condiciones de conectividad y dispositivos. Pero principalmente es necesario diseminar en todo el sistema un cambio de paradigma que tenga a los y las estudiantes como los principales protagonistas de un aprendizaje que ya no monopoliza la escuela. El desafío es cómo lograr la complementación entre fuentes de información y enseñanzas diversas, colocando a la escuela como un ámbito de encuentro y a los y las docentes como articuladores indispensables de este entramado.