A nivel nacional, el 43% de los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a sexto en el tiempo esperado y con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática. A diferencia de lo que pasa en secundaria, en primaria los niveles de repitencia y abandono son bajos: 9 de cada 10 alumnos llegan a sexto grado en el tiempo teórico. Hay desigualdades significativas entre provincias.
Solo el 43% de los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a 6° grado en el tiempo esperado y con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática. Los datos surgen del informe “¿Cómo llegan los estudiantes al final de la escuela primaria? Trayectorias escolares y aprendizajes”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Melina Furman (Universidad de San Andrés), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación).
El documento analiza el Índice de Resultados Escolares de los estudiantes de primaria, que mide cuántos estudiantes de una cohorte (en este caso, quienes comenzaron primer grado en 2016) llegan a 6° grado en el tiempo teórico (es decir, en 2021) y con los conocimientos esperados de Lengua y Matemática (de acuerdo con las pruebas Aprender 2021). Los autores aclaran que, aunque la cohorte analizada (2016-2021) se vio afectada por la pandemia, los resultados de la cohorte 2011-2016 muestran un nivel similar.
A nivel nacional, el 92% de los alumnos llegan a 6° grado en el tiempo teórico: a diferencia de lo que sucede en secundaria, los niveles de repitencia o abandono en primaria son bajos. Los resultados de las provincias varían. En algunas, prácticamente todos los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a sexto en el tiempo teórico esperado, sin repetir ni abandonar: el porcentaje asciende al 99% en Córdoba, Jujuy, Neuquén y Río Negro. En el otro extremo se encuentran Misiones (82%), Corrientes (78%) y San Juan (78%).
Sin embargo, solo el 43% de los estudiantes llegan a 6° grado a tiempo y con niveles de aprendizaje satisfactorios o avanzados en Lengua y Matemática. Se trata de dos áreas fundamentales para generar una base de conocimiento que les permita acceder a una ciudadanía plena y continuar su trayectoria educativa en el nivel secundario. Las tres provincias con mayor Índice de Resultados Escolares son: CABA (63%), Córdoba (56%) y Río Negro (47%). En el otro extremo se encuentran Corrientes (30%), Catamarca (26%) y Chaco (25%).
“Estos resultados muestran que las dificultades en los aprendizajes no comienzan en la secundaria y que hay que atajarlas antes, en la primaria. Que un alto porcentaje de alumnos comience la secundaria sin una base que los habilite a seguir aprendiendo es una mecha encendida para el fracaso escolar posterior, cuando la escolaridad se complejiza con más profesores y una modalidad más desafiante como la del nivel medio”, señala Melina Furman, coautora del informe. Y añade: “Garantizar que los chicos y chicas alcancen en la primaria una buena plataforma de aprendizajes es clave para sus trayectorias posteriores. Para eso, es necesario fortalecer las estrategias de enseñanza de los docentes, asegurar recursos y acompañamiento a aquellos estudiantes con mayores dificultades”.
“Estas trayectorias reales con bajo rendimiento académico se hacen presentes cada día en las escuelas, muy a pesar de los esfuerzos de los docentes, de los directivos, del cuerpo de supervisión, de las familias, de las políticas educativas y las políticas públicas en general. Si todos estamos haciendo el mejor de los esfuerzos, ¿qué nos lleva a estos índices? En mi opinión, como docente rural de humilde trayectoria, esos esfuerzos deberían encontrarse, revisar paradigmas, y buscar sobre todo que el saber en las aulas sea funcional y auténtico. Es decir, devolverle a la escuela su misión de educar (y que deje de ser el lugar donde todo se soluciona)”, reflexiona Marina Gómez, docente en una escuela estatal de Salta.
“Para fortalecer las trayectorias escolares de las y los estudiantes es fundamental que los docentes puedan conocer otras experiencias de enseñanza, de otras escuelas y de otras regiones. Que los docentes puedan acceder a experiencias de formación cultural, de comunicación o científicas. Que las y los docentes tengan horas de investigación, espacios para compartir con otros docentes. Debemos generar en las dinámicas diarias cambios que salgan de la monotonía”, aporta Martín Salvetti, subsecretario de Educación de Lomas de Zamora.
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