Silvina Marsimian «enseñar a enseñar a leer»

1. ¿Cuál debe ser el cambio de paradigma desde los Institutos Terciarios de formación docente en la proyección cultural, educativa y Social?
Los Terciarios deberían, actualmente, extremar la formación lectora del alumnado en principio. Hacer leer y enseñar a leer. Y enseñar a enseñar a leer. De forma variada, estratégica y en múltiples soportes. Con estos objetivos cumplidos, seguimos hablando.

2. ¿Cómo influye la motivación en la lectura en los jóvenes? ¿Nos puede dar unos Tips para fomentar el hábito de la lectura comprensiva?
No plantear la lectura como un deber escolar ni como una obligación moral. Integrarla a contextos en que revista interés espontáneo y gratuito. Hacer entender que no se compensa con una calificación.
Leer con pasión y con placer con otros, la lectura compartida que “se vive”, es el mejor modelo.
No interponerse demasiado con “pedagogías” que alejan a los chicos de los libros. Simplemente, acercar los libros y compartir la lectura con gusto.
Estimular a los chicos con entusiasmo y en situaciones de “juego”, en vez de poner a prueba sus competencias (seleccionar sustantivos de un cuento; analizar las metáforas, sintetizar las ideas, etc.).
Dejarlos a los chicos imaginar, en vez de pedirles que apliquen teorías a los textos.
Proponerles libros que puedan interesarles (a los chicos, no a los adultos) y que puedan influir en sus vidas; no seleccionar los libros que son supuestamente útiles (porque el canon obliga, porque ejemplifican un género, etc.).
Facilitar la formación del hábito lector.
No pedirles que hagan informes de lectura de manera policíaca, sino despertar genuinamente la curiosidad de los chicos por informarse mejor.
No usar los libros para bajar líneas ideológicas, políticas, éticas, religiosas, y llenarles la cabeza a los chicos con el “ruido” que hay en el mundo de los adultos.
No ofrecerles de leer libros que los exceden en su competencia cognitiva o cultural debido a su complejidad o datos previos que requieren para ser entendidos, o porque tienen un vocabulario fuera desu alcance. Los chicos no son adultos en pequeño, y sus experiencias, ideas, emociones de acuerdo con su edad deben ser tenidas en cuenta.
No levantar murallas de datos preliminares (contexto histórico, biografía del autor, movimiento artístico, etc.) ni abrumarlos con la bibliografía donde van a buscar lo que otros más profesionales dijeron al respecto.
Elaborar un plan lector con ellos (a partir de una encuesta), en el que habría que partir de sus motivaciones efectivas; atender a la maduración psicofísica y emocional; considerar el entorno y las circunstancias vitales; no descuidar las inclinaciones e inquietudes que tienen; tener en cuenta su proyección imaginativa.
Proponer todo tipo de lecturas y relacionadas entre sí, con distintos objetivos y soportes. Leer no es solo leer literatura.
Dejar que los chicos se pongan en contacto directo con los libros e inicien con ellos un diálogo espontáneo y personal.
En fin, leer y leer libros no es el problema; saber cuántos libros leen los chicos, tampoco. El tema es saber cómo formar lectores que quieran leer y qué actividades y materiales estimulan la voluntad de leer.

3. En esta Pandemia la aplicación de las nuevas tecnologías se presenta como un nuevo escenario implícito en la manera de enseñar-aprender en un contexto fragmentado, entonces le pregunto, ¿Qué nuevo rol debe tener un profesor de Lengua en tiempos de las nuevas tecnologías?
El rol del profesor de Lengua, con o sin pandemia, consiste en revisar cuáles son las prácticas lectoras de los jóvenes, para que se pueda saber cómo leen. El eje son los lectores, los jóvenes en este caso, los modos en que leen,
se apropian de los textos y comunican sus lecturas. Para esto, habrá que atender a que hoy se da la coexistencia de la cultura letrada, la cultura audiovisual y la cultura digital. En este mundo digital en que estamos inmersos, leer y escribir no son lo mismo que siempre entendimos. Sobre esto escribí en: “Leer con adolescentes en la cultura digital”, en Claudia Romero (comp.), Ser Director, Buenos Aires: Aique Educación, 2019.

4. ¿Cómo asociarías tu experiencia como docente de lengua: con una imagen, con una metáfora, algún paisaje, ¿con que la asociarías? ¿Con que la simbolizarías?
Me siento identificada con las imágenes del ilustrador alemán Quint Buchholz, que son metáforas del libro y la lectura.