La revolución del metal, de Mercedes Murillo-Barroso un nuevo cuaderno de atapuerca, de la serie origen
Los metales están dentro de nuestro cuerpo, constituyen gran parte de la corteza terrestre y forman la base
de la mayoría de los avances tecnológicos y de los sistemas constructivos actuales. Es difícil imaginar un mundo
sin metales y muy pronto los seres humanos descubrieron sus propiedades, primero como pigmentos, después como
adornos y enseguida como instrumentos y armas. El conocimiento del metal da origen a buena parte de las divisiones de la Prehistoria: Edad del Cobre, Edad del Bronce oEdad del Hierro. Incluso, mucha gente resume la época actualcon el nombre de un metal, la Edad del Silicio, básico en todos los electrodomésticos, en móviles y ordenadores.
Hace unos 8000 años, algunos grupos de Turquía y de Irán muestran cobre fundido, es decir, que en las primeras
aldeas descubrieron que por medio del fuego es posible extraer metales de las rocas. La metalurgia es la victoria
del ser humano sobre la materia y sobre esa victoria escribe la investigadora andaluza Mercedes Murillo Barroso en
un nuevo cuaderno, el 15, de la serie Origen. Cuadernos Atapuerca, patrocinado por la Fundación Atapuerca y que
se encuentra ya en las librerías Mercedes Murillo es profesora de Prehistoria en la Universidad
de Granada y una especialista en el conocimiento de las primeras etapas metalúrgicas de la península ibérica,
las representadas en las culturas almerienses de Los Millares y El Argar. El análisis de las escorias y elementos
metálicos a través de microscopía, rayos X y distintas pruebas de laboratorio permite apreciar el importante valor
que tuvo el adorno para el empleo de metales. El oro, la plata o el cobre y el bronce se difundieron por Europa
para dar visibilidad a las incipientes clases sociales que se estaban conformando. Las élites buscaron el comercio de
metales para distinguirse y mostrar su estatus y sólo de manera tardía el metal sustituyó a la piedra y las armas de
bronce desplazaron a la madera y a las puntas de pedernal.
Con el uso del hierro para clavos y arados, se impulsó la economía y se desarrollaron las ciudades.
La orfebrería está por tanto en el origen de la metalurgia y el adorno precedió con claridad a las armas. La transformación de los minerales responde por consiguiente a decisiones y conflictos sociales y no a necesidades técnicas o defensivas, aunque con el paso del tiempo los herreros se convirtieron en personajes muy valorados y con sus productos la violencia y los imperios se extendieron por el mundo.
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