La planificación didáctica

La planificación didáctica…¿otra vez?

El comienzo del año lectivo presenta a los docentes una serie de tareas  a cumplir, entre ellas: planificar. El término planificar está definido por la Real Academia Española como “hacer plan o proyecto de una acción”.  Dicha definición resulta un tanto vaga para definir la planificación didáctica. El sentido común nos dice que planificar es darle un rumbo a los acontecimientos, trazar un recorrido, no dejarlos librados al azar. En su conferencia, “Poniendo la planificación sobre el tapete”, la Lic. Ruth Harf explica que la planificación es un proceso mental que “se pone de manifiesto, se explicita, mediante una diagramación o diseño, que es al que comúnmente se denomina planificación”.  La planificación didáctica es el proceso por el cual un docente confecciona un plan de acción de su tarea para un tiempo determinado (año, trimestre, mes, etc.)  y en un contexto determinado (región, institución, aula). En ella se establecen no solo los contenidos a enseñar sino también las estrategias a implementar, las actividades, los tiempos, la bibliografía, etc.

Un docente deberá realizar tantas planificaciones como cursos a su cargo tenga y entregar el producto de la planificación al Equipo de Conducción en una fecha determinada. En este sentido, planificar puede resultar una tarea tediosa e inútil que se realiza sistemáticamente cada año, una mera carga burocrática. Para que la planificación cobre sentido, debe transformarse en una herramienta, un soporte de trabajo que facilite al docente su tarea durante todo el año- algo poco sencillo teniendo en cuenta la tradicional concepción de planificación que circula en el ámbito escolar.

Al planificar el docente se apropia del Diseño Curricular y lo ajusta a la realidad áulica, considerando la multiplicidad de variables que en ésta intervienen. De esta manera, cada docente está trazando un rumbo para su práctica áulica. La planificación didáctica está sujeta tanto al Diseño Curricular, puesto que es un documento prescriptivo, como al Proyecto Institucional. Una planificación didáctica áulica debe estar en connivencia con otras planificaciones dentro de la misma institución e, incluso, del mismo espacio curricular. Esto supone una tarea compartida entre docentes que debe favorecer la trayectoria escolar del alumno.

La planificación debe partir de una situación real (por esta razón las planificaciones son únicas y no deberían repetirse) lo cual  implica pensar en un determinado grupo de educandos al momento de planificar: cantidad de alumnos, nivel pedagógico, intereses, aptitudes. He aquí el famoso diagnóstico de grupo: primer elemento de la planificación. En ocasiones, se piensa que diagnosticar al grupo implica “ver qué saben estos chicos”, pero la realidad áulica y el sentido común nos dicen que a veces es muy difícil lograr determinar con precisión qué conocimientos tiene ese grupo de alumnos, especialmente cuando debe efectuarse en un tiempo determinado, que generalmente es insuficiente. Una forma de hacer mejor uso del tiempo es pensar antes de tener contacto con ellos por primera vez (y por qué no, confeccionar una lista) qué información es necesario recabar para hacer el diagnóstico. A partir de esa realidad diagnosticada, el docente desarrollará los demás componentes de la planificación: objetivos, contenidos, actividades,  tiempos asignados, bibliografía, etc.  Dicha información será el insumo utilizado por el docente para redactar un informe (el producto visible del diagnóstico). Es válido destacar que cuanto más conciso y claro sea el informe, más útil será. La información no solo puede organizarse en párrafos sino también pueden utilizarse cuadros con indicadores que hacen que la lectura sea más rápida y clara.

La planificación no es sinónimo de descripción minuciosa de lo que suponemos que sucederá en el aula, porque así solo se convertiría en un documento casi fantasioso al que el docente debería ceñirse. Si bien su sentido  es no dejar la práctica didáctica sujeta a la contingencia, la planificación implica cierto grado de incertidumbre y flexibilidad dado que las experiencias didácticas no siempre suceden tal cual fueron planificadas. A fin del ciclo lectivo, cada docente debería evaluar cuáles objetivos se alcanzaron y cuáles quedan pendientes para tiempo futuro, y deberán ser considerados por los próximos docentes.  De aquí la importancia que reviste  la tarea de planificar en equipo. El Equipo de Conducción es el responsable de promover acciones que conduzcan a la reflexión conjunta de los docentes de áreas afines que permitan una planificación que tenga en cuenta la trayectoria del alumno en todo el nivel. Asimismo, puede facilitar a los docentes “patrones” o “modelos” de planificación para que la tarea de plasmar ese proceso mental sea más sencilla y el docente pueda así concentrarse  en pensar estrategias y actividades.

Entonces, ¿qué es la planificación didáctica y para qué sirve?

• Es un plan de acción que el docente diseña para cada curso a cargo.
• Es una herramienta de trabajo que el docente debe tener a mano al planificar cada clase.
• Es un documento que debe ser formulado en congruencia con el Diseño Curricular y con el Proyecto Institucional.
• Es una guía que facilita la tarea, pero no la limita.
• Es el resultado de un trabajo en equipo, con docentes del mismo espacio curricular o de áreas afines.
• Es un instrumento que sirve  para la realización de proyectos multidisciplinarios.
• Es un requerimiento administrativo.

Bibliografía

-Real Academia Española versión online www.rae.es

-Harf, R. Poniendo la planificación sobre el tapete. Conferencia. UNADENI. Versión electrónica enhttp://www.unadeniargentina.com.ar/materialdeconsulta.htm