El tiempo vuela a una velocidad increíble y, como siempre defiendo, nosotros los docentes tenemos que adaptarnos a esa velocidad. Si hace poco llegaron a las aulas los ordenadores aunque en muchas ocasiones están infrautilizados por diversos motivos ahora se nos plantea el reto del empleo de los dispositivos móviles en las aulas: smartphones y/o tablets. Los primeros no están muy bien vistos en muchos centros escolares porque el uso que se les da por parte del alumnado no es, en principio, el más adecuado, ya sabéis…uso de Whatsapp contínuo, envío de fotografías, visionado de vídeos… mientras que el empleo de tablets está más aceptado, quizás por la posibilidad de emplearlas de forma más controlada.
Para mí las dos herramientas son válidas, si bien no es o no debería ser normal que niños menores de dieciséis años tengan un teléfono móvil (lo siento, no le veo mucha utilidad) tuve mi primer teléfono móvil a los veintiún años y casi por obligación y los adultos de hoy en día crecimos sin necesidad de teléfono y no por ello nuestros padres fueron malos padres, pero las características de la sociedad de hoy, más peligrosa, el afán, a veces, controlador de los padres y, sobre todo, la presión de los iguales hace que los niños tengan, en muchas ocasiones, un teléfono antes de los diez años.
Bueno…dejando a un lado mi opinión, vamos a lo que vamos: las tabletas llegan a las aulas porque parece que si no empleas tablet no haces nada. Pues…sigo opinando lo mismo, ya lo dije en mi anterior artículo, las tabletas al igual que los ordenadores o cualquier elemento tecnológico son herramientas que nos ayudan para que podamos conseguir los objetivos.
Así que y ¿si me convierto en un docente afortunad@ que puede emplear tablets en el aula, qué hago?¡¡¡ Aggggg!!
¡¡No quiero que las tablets se queden en un armario pero tampoco quiero que todo el día estén “jugando”!!
Pues… lo primero es dejarse el pánico a un lado. Así podremos empezar a trabajar.
Los primeros pasos a dar son muy importantes para nuestro día a día, por lo que comenzaremos por la organización. Así que dependerá del número de tablets: modelo 1:1, es decir, un niño una tablet; modelo 2:1 dos niños una tableta; o modelo 24:6, veinticuatro niños seis tablets. Éste último modelo es el que he experimentado hasta ahora. Inconvenientes: hay menos trabajo indiviual. Ventajas: trabajos en pequeños grupos favoreciendo la colaboración, incremento de la toma de decisiones, favorece la integración y la participación de todos los alumnos independientemente del nivel que tengan. Para mí, este forma de trabajar ha sido muy positiva, además me ha permitido cambiar la organización del aula y dar un paso a una forma diferente de trabajar. Es cierto, disponer de más tabletas me hubiera permitido realizar más actividades pero con organización es posible. Además, las compartía con uno de mis paralelos (@Rafa_Maestro) con lo que a la hora de realizar actividades con ellas había que elegir día y hora.
Tras haber organizado al alumnado, según el número de tablets disponibles, hay que organizar el contenido de las tablets para ello hemos usado Google Drive para trabajar en la nube y Symbaloo, un tablero digital en el que podremos recoger las aplicaciones que vamos a emplear http://edu.symbaloo.com/embed/appsandroid3 ó incluso las páginas web que queremos que los alumnos consulten a la hora de realizar una actividad concreta http://www.symbaloo.com/mix/laenergia1
Tras el tema técnico, seguimos con la organización del alumnado, en mi caso cada miembro de los grupos tenía asignado un rol, que cambiaba quincenalmente, así todos se sentían importantes en el grupo y todos desempeñaban las mismas tareas a lo largo del proceso.
Y, finalmente, para dar el último paso a la organización: la firma del contrato de uso de las tabletas, porque a los alumnos les gusta sentirse partícipes de su aprendizaje, por lo que tras entregarles un contrato individual con las normas del correcto uso de las tablets se firmó el contrato de la clase.
Tras estos primeros pasos organizativos estamos preparados para comenzar la aventura, ahora todo depende de las actividades que queramos realizar y los objetivos que queramos conseguir.
En mi caso, en el proyecto ArdieTAB comenzamos con el uso apropiado de las redes sociales y, a través de la cuenta de Twitter creada para el proyecto @ardietaT los alumnos iban tuiteando las actividades que realizaban si bien algunas de las mismas eran tuiteadas por los profesores mientras ellos trabajaban. El objetivo era concienciar del uso apropiado de las redes sociales, pues muchos de ellos tienen cuenta de Twitter o se la crearon a partir del proceso, pero tras una reflexión inicial respecto a los primeros pasos de Twitter fueron tomando conciencia del uso apropiado.
Para nosotros fue muy importante el contar con tabletas puesto que pudimos desarrollar actividades colaborativas como la realizada sobre Alimentos y Nutrientes, cuyo proceso se puede ver en https://tutoriamc.wordpress.com/2015/02/08/alimentos-y-nutrientes-trabajo-colaborativo/ . También realizamos escritura colaborativa creando nuestros cuentos https://tutoriamc.wordpress.com/2015/06/16/nuestros-cuentos/ ; actividades en inglés, que con aulas saturadas no es fácil realizar pero con ayuda es posible trabajar la lengua oral https://englishcanbefun.wordpress.com/2015/05/29/we-chef-the-programme/ y muchas más actividades que propiciaron un cambio en nuestro día a día y que, como maestra, me ayudaron a lograr los objetivos propuestos superándolos en muchos casos.
En próximos artículos iré detallando el empleo de las herramientas que empleo que me facilitan el día a día. Y…estimados lectores, se agradece el compartir aplicaciones que empleáis o el preguntar sobre cómo realizar algún tipo de actividad (un reto que nos ayudaría a todos a mejorar).
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