1) ¿Por qué había antes una sociedad que tradicionalmente estaba acostumbrada a reprimir las emociones?
El análisis debe centrarse en cómo las características de la sociedad en cierto momento histórico eran determinantes para la institución escolar y delimitaban sus funciones, objetivos y lo que se esperaba de ella. En este sentido, la escuela moderna respondía a la lógica del desarrollo industrial en donde lo central era la distribución del tiempo y las tareas, el control estricto en la ejecución de los
trabajos y la organización eficiente de los espacios para lograr la mayor productividad posible.
En Argentina, la institución escolar respondió a la necesidad de construir identidad en el marco de la conformación del Estado-Nación que demandaba la formación de una ciudadanía más homogénea desde la educación laica, pública y gratuita. En este sentido, la escuela tenía un fin político, social, económico y cultural bastante claro que no daba lugar al plano personal (emociones) sino más bien al máximo control de los sujetos en todos los ámbitos de su vida (panóptico).
2) ¿Qué importancia tiene la autoestima en el desarrollo de la inteligencia emocional y el aprendizaje escolar?
La manera en que las y los docentes forman y manejan sus propias emociones y las de sus estudiantes es un factor sumamente importante para lograr aprendizajes. Por ello, el desarrollo del autoestima es un factor clave para lograr la seguridad, la confianza y la motivación necesarias que generan el deseo de aprender y permiten la construcción de los vínculos con otros desde el
autoconocimiento y la autopercepción. Así se considera que la escuela es un ámbito que influye directamente en la formación del autoestima porque cada experiencia de la trayectoria escolar contribuye al desarrollo de la personalidad y autonomía que impactan en la predisposición para aprender y en la relación con los demás.
3) En las escuelas generativas no hay un horario fijo ¿Cómo se resuelve esta instancia para que la gestión escolar no sea caótica?
Los proyectos educativos de cada una de las escuelas proponen un horario, no obstante cuando decimos que no hay un horario fijo se refiere a que se puede flexibilizar el trabajo escolar, incluso extendiendo el aula a través de la tecnología; no existiendo la sanción frente a la “llegada tarde” ni limitando el horario a materias, ya que el trabajo por proyectos puede ser más extenso que un horario
escolar determinado; el formato tiempo de la gramática escolar tradicional también puede ser modificado por las propuestas educativas. De hecho sucede, por ejemplo, en escuelas generativas que funcionan en clubes que las y los estudiantes además de estar en la escuela, continúan entrenando en el club, por lo que su jornada escolar se extiende más allá de la propia educación formal.
Ex Ministra de Educación de la Provincia de San Luis
Sé el primero en comentar