1.El oráculo de Delfos decía “conéctate a ti mismo y Kant decía “atrévete a saber” ¿Hoy en esta cultura del todo para ayer, hay un plan para saber el valor de la filosofía en la educación?
En realidad la sentencia del oráculo era “conócete a ti mismo”. En el apuro cotidiano, no hay tiempo para los saberes humanísticos en general y para la filosofía en particular. Hay muchas inquietudes de la comunidad educativa, de los mismos estudiantes que tratan de canalizarse como se puede.
Sin embargo en términos de política educativa no pareciera existir demasiado interés por el propio conocimiento y por lo que la filosofía puede brindar al crecimiento personal. Si hay hoy algún movimiento o tendencia cultural filosófica, responde más bien a ideologías que buscan ser gritadas a viva voz desde una tribuna panfletaria. Huelga profundizar lo mal que esto le hace a la filosofía.
2.¿Los niños deberían saber filosofía?
Sí, totalmente los niños deberían tener filosofía en sus colegios. Obviamente acorde al momento evolutivo y pedagógico en el que se encuentran. Hay toda una corriente norteamericana de filosofía para niños que ya tiene aproximadamente medio siglo de vida.
Dado su origen, apuntan al pragmatismo pero sin embargo, si se lo sabe llevar adelante, puede ser un gran instrumento de reflexión y de aprendizaje sobre todo en el pensar y el contemplar la realidad.
3.Filosofía es: ¿Pensar con flexibilidad para reelaborar nuestras propias ideas, puntos de vistas y creencias?
Filosofía es pensar con esa flexibilidad pero también es bucear las causas más profundas de la realidad. No debemos olvidar que la realidad es más importante que nosotros. Ciertamente que es el ser humano el que piensa, el que filosofa, pero no debemos quedarnos en una especie de soliloquio en el que la filosofía es sólo una herramienta
personal puesta en mi provecho.
El que filosofa sabe que entra en diálogo con una historia y una sabiduría milenarias. Y esto automáticamente debería ponerlo en disposición de escucha.
4.Este parecer es así: ¿La filosofía no sólo se aprende, se practica?
Por supuesto que la filosofía no solo se aprende sino que se practica. Es más, diría que sin esa práctica, dejaría de ser filosofía genuina. Los antiguos tenían muy en precio el valor de la teoría puesta al servicio de la práctica, la tekchné. La misma no era mera práctica como podríamos suponer desde nuestro materialismo moderno sino una acción que se nutría de la contemplación previa, del pensamiento de los fundamentos.
En este sentido, creo, es esencial vivir la filosofía como práctica de un pensamiento que se materializa en nuestra libertad. Una praxis sin pensamiento nos mecaniza y un pensamiento sin concreción nos vuelve diletantes ingeniosos pero estériles.
5.¿Cuándo ibas a la escuela ¿Te parecía interesante la forma de entender la filosofía en las aulas?
No puedo responder esta pregunta porque no tuve filosofía en la escuela. Me tocó estudiar el viejo Comercial en tiempos en donde la filosofía no figuraba como asignatura en todas las modalidades como ocurre con el Secundario actual. Como suelo bromear con mis alumnos, a mí me ha tocado conocer la filosofía “de grande”.
6.¿Está la escuela formando ciudadanos críticos?
Yo creo que siempre hay buena intención de parte de la escuela y los docentes para formar ciudadanos críticos que sepan distinguir lo bueno de lo malo. El problema creo que reside en otro lado: en cómo se forma a los docentes en la metodología para alcanzar esos objetivos. Dicha buena intención se rubrica correctamente si enseñamos conforme la
realidad y el orden natural. Si no, no.
7.Actualmente según su parecer: ¿Cuáles son los dos filósofos argentinos que la “rompen” si me permite este tipo de lenguaje?
No sé si estoy a la altura de poder responder pero en mi humilde opinión no hay filósofos argentinos que destaquen. Existen grandes estudiosos en intelectuales casi siempre anónimos y aquellos que logran cierto nombre mediático podrán ser buenos divulgadores del saber o la inquietud filosófica pero no pensadores de fuste.
8: ¿Qué pasaría si hubiese un mundo sin filosofía?
Un mundo sin filosofía es un mundo muerto. Es como aventurar un mundo sin pensamiento (que es la fuente del filosofar) o sin arte.
En un reportaje publicado por El País (Madrid) hace un año 1 la especialista en educación Catherine L’Ecuyer afirmó que “hay que desconfiar de los mét dos educativos que venden un aprendizaje fácil y acelerado”. Y con esta afirmación incluso se tituló el artículo.
Me parece fundamental que en la actualidad puedan tener difusión aquellas nociones clásicas de la educación que no venden su alma a la moda o a la técnica (una técnica sin contemplación previa…). Necesitamos pensar una educación que se detenga verdaderamente en la realidad y en el sujeto que aprende, que piense y escuche al ser de las cosas. Las metodologías vienen después de estos pasos esenciales.
9.Por último, una frase para usted o comentario sobre la educación que le hay impactado últimamente.
“Madurar los valores” creo que primero es detenernos a pensar y vivir la vida. No correr el ritmo que nos impone una sociedad y una cultura “muy poco filosóficas”. Y a partir de allí, apelar a los valores que por tradición nuestros ancestros nos han sabido legar, que han sembrado en nuestras sociedades cuando hubo que levantarlas desde sus cimientos. La ética clásica nos enseña que el ser humano tiene inscripto en su naturaleza el principio de sindéresis por el cual conocemos en el fuero íntimo de nuestra persona qué es lo bueno y qué es lo malo. A la sindéresis necesitamos agregarle el testimonio y la riqueza de la tradición.
Gracias Ignacio.
Perfil de Ignacio Leonetti
Doctor en Filosofía. Universidad Católica de La Plata.
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