«Pienso, luego existo». René Descartes.
La célebre frase de René Descartes resuena en un contexto educativo donde la inteligencia artificial (IA) y las interacciones humanas reconfiguran la enseñanza. Esta nota explora cómo integrar la IA en el aula secundaria para enriquecer el aprendizaje sin deshumanizarlo. Inspirándome en el documental francés “Entre los muros” y en la metáfora “Education is Blind», reflexiono sobre los desafíos y oportunidades que surgen al combinar tecnología y pedagogía.
Nuevas experiencias en la práctica docente
En el espacio curricular Formación para la Vida y el Trabajo, diseñé una propuesta didáctica centrada en “el oficio de ser estudiante”. Utilicé el documental Entre los muros (Francia, 2008), que retrata la dinámica de una clase multicultural y las tensiones inherentes al sistema educativo tradicional.
El objetivo era invitar al alumnado a reflexionar sobre sus derechos y deberes, en consonancia con la Ley Nacional de Educación N.o 26.206 y la Ley Provincial de Córdoba N.o 9.870, que garantizan una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
Esta actividad buscó que los estudiantes comprendieran que ser parte del sistema educativo trasciende el cumplimiento de normas básicas como asistir a clases. Implica desarrollar habilidades de planificación, organización y autoevaluación, convirtiéndose en protagonistas de su aprendizaje. Tras la proyección del documental, se les pidió analizar su relación con el aprendizaje, tanto en contextos tradicionales como en aquellos mediados por herramientas de IA. Las respuestas de los estudiantes fueron reveladoras:
«El chat siempre me trata bien, me pregunta cómo ayudarme y no me juzga», comentó una alumna. «Cuando hablo con la IA, no siento que me mire raro ni se canse de responder», añadió otro estudiante. Estos comentarios reflejan cómo la “neutralidad programada” de la IA genera un entorno percibido como seguro y libre de prejuicios, en contraste con las tensiones que, en ocasiones, pueden surgir en las aulas tradicionales.
La educación es ciega, una metáfora para repensar la enseñanza
Inspirándome en el programa “Love is Blind” producido por Kinetic Content y transmitido en Netflix, donde las relaciones se forjan sin juicios superficiales, surge la metáfora “Education is Blind”.
En este concepto, la neutralidad de la IA recuerda esa “ceguera” inicial que facilita conexiones libres de prejuicios. Sin embargo, al igual que en la serie, esta perspectiva tiene sus límites cuando se enfrenta a
la complejidad de la realidad.
En el ámbito educativo, la dependencia excesiva de la tecnología podría limitar el desarrollo de habilidades emocionales, sociales y cognitivas, necesarias en contextos humanos complejos. Como señala la Dra. Melina Furman, experta en educación, la IA puede personalizar el aprendizaje, pero nunca reemplazará el papel del docente como guía crítica y emocional. Mariana Ferrarelli, por su parte, enfatiza que el docente no solo transmite conocimientos, sino que enseña a discernir y reflexionar en un mundo saturado de información.
El equilibrio entre IA y humanidad
El análisis del documental “Entre los muros” evidencia un sistema educativo que, a menudo, no fomenta la empatía ni reconoce la diversidad del estudiantado. En este contexto, los estudiantes valoran la neutralidad de la IA, que les genera confianza y elimina los juicios. Sin embargo, el verdadero desafío no radica en sustituir un enfoque por otro, sino en integrar ambas perspectivas.
El equilibrio consiste en aprovechar la accesibilidad y las capacidades de la IA sin renunciar a la humanidad insustituible del docente. El docente tiene la capacidad de establecer conexiones emocionales, interpretar las necesidades contextuales y guiar hacia un aprendizaje transformador. En un aula, el impacto de una conversación cara a cara, un gesto amable o incluso un abrazo trasciende cualquier capacidad de un algoritmo.
Reflexiones finales. La metáfora Education is Blind nos plantea una interrogante clave: ¿Es ciega porque ignora el potencial de la IA o porque olvida que el aprendizaje auténtico requiere conexión humana? Esta experiencia demuestra que las herramientas tecnológicas pueden complementar la enseñanza, pero no desplazar el papel esencial del docente.
En un mundo mediado por la tecnología, el verdadero desafío es formar estudiantes capaces de combinar pensamiento crítico, empatía y habilidades técnicas. El docente sigue siendo fundamental para inspirar, orientar y ayudar a interpretar la complejidad del mundo.
Bibliografía- Webgrafía de referencias
Furman, M. (2024). La inteligencia artificial: Aliado o enemigo de los docentes . Recuperado de:
MDZ
Ferrarelli, M. (2024). La inteligencia artificial generativa: Herramientas para la educación . Recuperado de: YouTube
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