La zona sur de Villaguay ha experimentado un notable crecimiento a pesar de numerosos inconvenientes. Se han establecido nuevos barrios, se han construido viviendas y como resultado ha habido un notable incremento de la población en edad escolar.
Uno de los persistentes déficits que siempre hemos enfrentado como vecinos es la ausencia de una escuela secundaria que pudiera atender a los jóvenes de la zona, evitándoles así recorrer largas distancias para acceder a la educación obligatoria.
Hace años, se logró un avance significativo con la creación de una escuela secundaria para adultos, pero la demanda de una institución diurna seguía siendo un anhelo arraigado entre los habitantes.
Finalmente, se llevó a cabo la construcción de la tan esperada escuela, generando expectativas y alegría en la comunidad, que aguardaba con entusiasmo el inicio de las inscripciones para que los gurises comiencen en esa nueva escuela el ciclo lectivo 2024. Sin embargo, las puertas permanecen y aparentemente permanecerán cerradas. Esta situación ha generado un debate inútil a mi entender, sobre quién la inauguró, cuándo, quiénes participaron, etc. etc. Lamentablemente, son consideraciones que a menudo se basan en el resentimiento y carecen por completo de empatía hacia los verdaderos beneficiarios del establecimiento: los gurises. Debaten sobre un edificio cuando humildemente considero que todos deberíamos estar solicitando que esa escuela comience a funcionar ahora.
Respecto a la competencia no hay dudas que, al ser un edificio provincial, corresponde a éste nivel de gobierno, ponerlo en funcionamiento, ya que sus obligaciones nacen con su asunción que fue el 11 de diciembre de 2023.
Debo resaltar que contamos con tres legisladores, dos de ellos oficialistas y miembros de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. Esto plantea la pregunta: ¿Realizaron gestiones para que la escuela secundaria de San Judas inicie su ciclo lectivo? ¿Qué acciones emprendieron las autoridades educativas locales tardíamente designadas para lo mismo? ¿Cuál sería la respuesta si el edificio estuviera ubicado en un diferente?
¿Porque hablo de campanas de palo? Porque nadie escucha, la demanda de los vecinos no tiene receptores, los debates van para otro lado, no se toma en cuenta a quien perjudica esta situación, nadie se hace cargo y la realidad es que hay un edificio construido que está vacío cuando debería estar lleno de estudiantes y eso es lo que hay que resolver.
La nota fue realizada para la revista educativa El Arcón de Clio por Mario Figueroa, docente.
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