1. Sergio: ¿El sistema educativo argentino ha fracasado? ¿Necesitamos consensos para generar uno nuevo o la educación está atravesada también por la famosa “grieta”?
El sistema educativo argentino tiene múltiples dificultades, por todos conocidas. Malos resultados de aprendizajes a lo largo de toda la escuela básica, la mitad de los adolescentes no termina sus estudios secundarios en tiempo y forma y de esos la mitad presenta serias dificultades para comprender un texto o resolver operaciones matemáticas sencillas. En algunas provincias no se alcanza a cumplir ni el 50% del calendario escolar por paros docentes.
Es decir, existen problemas de rendimiento, problemas de cobertura y problemas de gestión. “Fracaso” remite a punto final, terminal. Desde la acción política estamos sanamente obligados a construir sobre lo existente, valorarlo y desde allí señalar rumbos y horizontes.
Por eso es importante también señalar los logros, cobertura universal de 6 a 12 años, gratuidad en todos los niveles, las instituciones que funcionan bien forman buenos egresados, hay planteles docentes de excelencia, compromiso de muchas familias, etc.
En los informes para inversores extranjeros siempre aparece como un diferencial favorable el nivel educativo y cultural de la sociedad. Es cierto que esta realidad está fuertemente fragmentada, pero si miramos los indicadores negativos y queremos tener una mirada de conjunto es necesario también incorporar los positivos. “La grieta” no es un concepto que me guste utilizar. No ayuda a explicar, al contrario, obtura.
Hay si posiciones distintas y, muchas veces, enfrentadas. Venimos de años de políticas educativas nacionales que renunciaron a toda idea de mérito o valoración del esfuerzo para alcanzar objetivos, reemplazándolos por políticas demagógicas y facilistas. No abono a propuestas de “hay que volver a…”, con nostalgias de un pasado mítico. Pero en varios países del mundo se están recuperando practicas educativas que hace unas décadas dejaron de utilizarse, adaptadas, claro, a las exigencias de la sociedad de conocimiento y al mundo digital.
Por último, si es deseable y necesario y el consenso. Un consenso al que se llega después de un camino de diálogo e intercambios profundos. Un consenso polifónico, no el consenso que, muchas veces, quiere imponer el que detenta más poder o goza de mayorías circunstanciales.
2. ¿El actual gobierno, a la luz del último DNU, tiene a la educación entre sus principales metas?
Bueno, buena parte del articulado de educación del DNU fue muy modificado o eliminado. Hubo ahí un muy buen trabajo de la oposición y de nuestra diputada del GEN Margarita Stolbizer.
El presidente designó para ocupar la Secretaría de Educación a un académico con trayectoria y bien reconocido, Carlos Torrendell. Esperamos sus propuestas.
Han mostrado una interesante valoración del rol de las provincias -responsables primarias de la educación básica-, que es bueno a condición de no diluir las indelegables responsabilidades del estado nacional. Existe una amplia legislación nacional que hay que cumplir y controlar que se cumple.
3. ¿Nuestro sistema educativo puede compensar las fallas de nuestro sistema económico debido a la crisis económica que atravesamos hoy?
Le diría que la educación sola no puede, pero sin educación es imposible. Los países que vienen obteniendo buenos resultados educativos son países en los que funciona razonablemente bien el gobierno, los hospitales, la policía, el correo… todo o casi todo. Son también los que exhiben los menores índices de corrupción. Y viceversa, aquellos con perores resultados de aprendizaje están también entre los más corruptos.
Ahora, hay problemas, dificultades, desafíos, propios de la educación y de la vida escolar y la situación general no puede servir de excusa para no encararlos en su especificidad.
4. Sergio: La negación de los problemas no sólo no resuelve nada, sino que muchas veces los incrementa le pregunto ¿Qué temas están faltando en la agenda educativa diaria?
La agenda no deja de ser una cuestión teórica. En ese punto estamos muy bien. Somos un país con intelectuales conectados con el mundo y los organismos internacionales alimentan constantemente el debate. En materia de legislación también podemos decir que tenemos buenas leyes.
Respondiendo concretamente a su pregunta, y en principio, diría que está faltando concretar, hacer con decisión y coraje político. Pasar del discurso a la acción, con las leyes -y la Constitución- como guías para transformar la realidad.
Otra carencia importante se relaciona con aquellos adolescentes y jóvenes que ya no asisten a la escuela. Hay que promover un programa de capacitación laboral, de formación de oficios y técnicos. A pesar de que aparece en el discurso la formación para el trabajo no tiene el lugar que necesita y se merece.
La política educativa no puede reducirse a “lo escolar” y el Estado tiene que llegar con ofertas educativas y formativas allí donde la escuela, en su formato tradicional, no llega. Con nuestra mirada volcada hacia los sectores productivos, la formación para el trabajo y la producción deben ser prioritarios.
5. ¿Piensa usted que a los docentes de aula se los considera poco en la toma de decisiones educativas?
Si, y es un error. Hay mucha capacidad y experiencia desaprovechada.
6. ¿En educación existe el mérito al estudio?
De nuevo, no hay respuesta unívoca. Venimos de cuatro años de un gobierno que hizo militancia en contra de la noción de mérito. Incomprensible.
Hay provincias que avanzaron decididamente hacia concepciones que, reducen el nivel de exigencia. Otras, como la Ciudad de Buenos Aires adoptaron políticas distintas. A mi me parece bien utilizar la exigencia como motivación, para alcanzar logros y superarse. Es totalmente posible conciliar mérito y demoacracia.
7. Por último, una frase para usted o comentario sobre la educación que le hay impactado últimamente. .
No estoy en este momento en funciones legislativas. Desde el GEN impulsamos constantemente el debate y la reflexión sobre cuestiones educativas. Con nuestro equipo estamos en contacto con la mayoría de los especialistas que trabajan en el campo de la educación. Frases que me hayan impactado… tal vez el título del libro de Guillermina Tiramonti, “El gran simulacro”, en relación al sistema educativo y a la primera pregunta que me formuló.
Gracias Sergio.
Perfil de Sergio Abrevaya. Presidente del @PartidoGen. Abogado, mediador y docente.
Diputado CABA (MC)
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