El texto enviado al Congreso prevé gastos correspondiente a la función educación por $522.490 millones de pesos. Este monto implicaría una reducción del 6,2% respecto de 2021, equivalente a $34 mil millones de pesos. La baja se explica por una caída real en el presupuesto asignado al desarrollo de la educación superior. Asimismo, se priorizarán los programas de inclusión tecnológica, becas y construcción de jardines.
Javier Curcio destaca la importancia de identificar el peso relativo que la educación ocupa entre las políticas públicas desarrolladas por el gobierno nacional. Asimismo señala que “su rol es central para propiciar el cumplimiento de las pautas de financiamiento establecidas por la Ley de Educación Nacional y favorecer un rol activo de coordinación y gobierno del sistema que reduzca las desigualdades territoriales. También favorece el cumplimiento efectivo del derecho a una educación inclusiva y de calidad para todos y todas, consagrado en el marco normativo del país y esencial para el desarrollo sostenible”.
Dentro del proyecto de presupuesto del Ministerio de Educación, tres de cada cinco pesos se destinarán a dos programas: Desarrollo de la Educación Superior (56,1% del total del presupuesto del Ministerio) y Fondo Nacional de Incentivo Docente (10,3%). Ambos programas tienen en 2022 un peso relativo más bajo que en años anteriores. El primero representó 74,9% del gasto del Ministerio en 2020 y 56,0% en 2021. El segundo era de 14,3% en 2020 y de 9,3% en 2021.
“Hay que empezar diciendo que no es la primera vez que ocurre una rebaja del presupuesto educativo, tanto el nacional como el consolidado de los tres niveles de gobierno: muy mala costumbre. Si la educación interesara de veras, el gasto nacional tendría que haber aumentado para fortalecer la conectividad, la distribución de dispositivos y la producción de material pedagógico para difundirlo en el portal educ.ar. Las carencias tecnológicas apuntadas perjudican sobre todo a los más pobres. Es realmente difícil de entender que, justo este año, se haya decidido reducir el gasto del Ministerio de Educación, en vez de fortalecer el Plan Federal Juana Manso que tiene, precisamente, esas funciones”, reflexiona Juan Llach, exministro de Educación.
Por fuera de los programas mencionados, el proyecto de presupuesto 2022 le da prioridad a los siguientes programas a) Juana Manso-Conectar Igualdad (11,5%) del presupuesto 2022 del Ministerio de Educación; b) Gestión y asignación de becas educativas (6,2%) y c) Fortalecimiento de Jardines de Infantes (5,2%). En 2021 los programas de mayor peso relativo en el presupuesto restante son: a) Gestión y asignación de becas, b) Implementación del programa Juana Manso y c) Fortalecimiento edilicio de los jardines de infantes.
Por otro lado, el programa de Información y Evaluación de la Calidad Educativa tiene, entre otras líneas de trabajo, el fortalecimiento del Sistema Integral de Información Digital Educativa y la implementación de evaluaciones. Este programa representa el 0,18% del proyecto de Presupuesto 2022 del Ministerio de Educación. En años previos varió entre 0,32% y 0,03%
Por su parte, Juan Doberti, docente e investigador de la UBA, advierte que “si se tiene en cuenta que el presupuesto público es el elemento más importante para el financiamiento educativo en la Argentina, estudios como este, que se comprometen con el aquí y ahora de la asignación de recursos para la educación, son imprescindibles para la mejora de las políticas públicas. Además, el contexto macroeconómico de alta inestabilidad, más allá de dificultar la investigación, torna más necesario el cálculo de los elementos que componen al Presupuesto Nacional para la función educativa
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