1. ¿Debido a que circunstancias comunicacionales piensa usted que siempre se habla de gasto en educación y no en inversión en educación?
M.L. Lamentablemente, durante muchos años se ha puesto el acento en el aspecto presupuestario. Fundamentalmente en cuánto le sale al Estado el sistema educativo. Y si hay o no recursos a la hora de plantearse una necesaria recomposición salarial o mejoramiento edilicio Una discusión que impide poner en agenda otros temas relevantes. Creo que prima una mirada propia del mercado. Una ecuación de ingresos y egresos. Y nunca de inversión. Mucho tiene que ver que los gobiernos no hayan considerado el tema educativo como asunto estratégico para el desarrollo del país y mejorar al calidad de vida de todos los argentinos.
2. Según su apreciación ¿Cómo logramos los docentes generar discusión, consensos y nuevas culturas de trabajo en las escuelas públicas?
M.L. Creo que deben buscarse mecanismos de discusión permanente que trasciendan los temas coyunturales como suelen ser, con frecuencia, los relacionados con cuestiones presupuestarias. Encuentros sobre calidad educativa, el rol de la enseñanza pública, la educación en sintonía con el modelo estratégico de país. Y la búsqueda de consensos permanentes con los sectores políticos y sociales. Una agenda que comprometa también a los medios de comunicación. Que logre instalar de verdad el rol de la educación. Un tema tantas veces tironeado según circunstancias e intereses particulares.
3. En los tiempos que corren donde todo es ya y para ayer como logramos conformar una pedagogía moderna que se sostenga en el tiempo más allá de los gobiernos?
M.L. Justamente se trata de escapar de lo urgente y la coyuntura. Lamentablemente la educación tiene en nuestro país una larga historia de estar discutiendo siempre lo urgente. Es un buen momento para empezar a diseñar una estrategia que involucre a todos los sectores para ver qué educación queremos para nuestro país. Y no descarto que ese consenso amplio pudiera ser cristalizado con algún tipo de legislación que trascienda a los gobiernos de turno.
4. ¿En la escuela, actualmente está roto el contrato emocional ante el malestar que se genera entre autoridades, padres y docentes?
M.L. Un malestar muchas veces acentuado por el tratamiento mediático del tema y el tironeo entre sectores con distintos intereses. Por eso reitero que me parce trascendental buscar herramientas de discusión permanente de aquellos temas que escapan a lo urgente. Así, las situaciones e crisis podrán ser abordadas de manera diferente. Me refiero a buscar los espacios de discusión y reflexión entre docentes, alumnos y padres en tiempos de cierta «normalidad».
5. ¿Cómo podemos lograr mejorar la educación si ignorando al niño o adolescente con los índices de pobreza que se registran en nuestro país?
M.L. Imposible abstraerse del contexto, de la situación por la que atraviesa nuestro país. Todo lo contrario. Nuestra mirada sobre la educación, y sobre todo sobre la educación pública, debe resultar acorde a las circunstancias de nuestro país actual y el modelo de desarrollo al que aspiramos. Solo así podremos empezar a dar pasos concretos y realistas. Es justamente la educación la que puede, a través de un consenso amplio, tener un rol transformador que logre mejorar las condiciones de vida actuales.
Gracias Mónica
Perfil de la Diputada Mónica Litza
Diputada Nacional Frente Renovador. De Avellaneda. Peronista. De Racing. Pta. Instituto Jauretche Avellaneda.
Autora del libro: “SIN BAJAR BANDERAS, La Patria que no se resigna”, obra declarada de Interés Académico por la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata. Resolución 140/04. Declarada de Interés Legislativo por la Municipalidad de Avellaneda y por el Honorable Senado de la Provincia de Buenos Aires.
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