El Crucero de Brown por el Pacífico 1815-1816

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GBDespués de la derrota de Rancagua (1814) y la caída de la república chilena nuevamente en manos españolas, los patriotas chilenos debieron emigrar a este lado de la cordillera de los Andes. El cuerpo de «Auxiliares de los Andes » ( comandado por Las Heras) sirvió de base para la formación del nuevo Ejército de los Andes. Por órdenes de San Martín, se transformó en el Batallón nº 11 y con refuerzos mandados por Buenos Aires ( dos compañías del batallón 8 de infantería y cuatro piezas de artillería) comenzó a tomar forma el nuevo ejército.

Decía San Martín «…convénzanse, hasta que no estemos en Lima, la guerra no terminará», de allí su decisión de cruzar la Cordillera de los Andes y llevar la guerra al Pacífico. Mientras tanto, el Océano Pacífico era escenario de acontecimientos indirectamente ligados con la guerra de la independencia : » la guerra de zapa» ( campaña de desinformación y confusión del enemigo) y la guerra del corso.

Terminando 1815, el gobierno Argentino, interesado en promover la insurrección chilena, pensó en utilizar una expedición naval, hasta tanto los exahustos fondos del tesoro permitieran organizar una campaña en regla. Guillermo Brown vencedor de los realistas en los combates navales de Montevideo, fué el encargado de dirigir este crucero sobre las costas chilenas : la legendaria fragata «Hércules» al mando de Miguel Brown, el bergantín «Trinidad» bajo las órdenes de Walter Chitty, el bergantín «Halcón» a cargo de Hipólito Bouchard y el queche ( goleta armada) «Uribe» bajo el mando del chileno Julián Uribe, se hicieron a la mar munidos de sus correspondientes patentes de corso, emitidas por el Gobierno de las Provincias Unidad del Sur.
El gobernador español en Chile, Marcó del Pont, recibió la noticia del avance de una poderosa flota patriota que atacaría las costas de Chile para ayudar a los patriotas acantonados en Mendoza.

La escuadrilla de Brown fué sorprendida por una tempestad al cruzar el Cabo de Hornos, la «Hércules» y el «Trinidad» lograron salvarse anclando en la desierta Isla Mocha, donde posteriormente se les unió el «Halcón». El «Uribe» dado su pequeño tamaño, no, logró soportar la tempestad y se fué a pique con toda su tripulación.

Las averías de la flotilla fueron reparadas en la isla y luego las naves pusieron proa hacia El callao. En el camino , cayeron dos presas importantes en sus manos :dos fragatas armadas, una de las cuales , la «Consecuencia» fué utilizada para la expedición. Los patriotas pusieron sitio a la fortaleza del Callao durante tres semanas y por dos veces ingresaron al puerto, soportando el tenaz fuego cruzado de las baterías españolas.

Impotentes para intentar un asalto definitivo con todas las reglas de la guerra ( ante la insuficiencia de tropa) las naves republicanas partieron hacia el puerto de Guayaquil. Los cañones patriotas tomaron bajo fuego los muros de la fortaleza de Punta Piedra mientras un contingente de marinería, mandado por el chileno Ramón Freire, tomó por asalto la fortaleza.

Mientras tanto, el «Trinidad» llevando a bordo al almirante Brown, enfrentó temerariamente las torres artilladas del fuerte San Carlos pero la nave quedó encallada , por lo que fué atacada por la marinería española. Luego de una sangrienta lucha la tripulación patriota debió rendirse. Brown se arrojó de la nave huyendo a nado pero, al ver que los infantes españoles habían comenzado la matanza de los prisioneros patriotas, retornó a la nave y con una antorcha en sus manos, amenazó volar la Santabárbara ( depósito de explosivos y municiones de la nave)si no se respetaban las reglas de la guerra. La actitud heroica de Brown se impuso y los pocos sobrevivientes, fueron conducidos a tierra. Mientras tanto, Bouchard intentó en vano, el asalto de una batería para rescatar a los prisioneros. La decidida acción de los patriotas dió sus frutos ya que el jefe de la guarnición española, accedió a una tregua y al canje de prisioneros, por lo que Brown y sus compañeros recuperaron la libertad.

Vueltos a la mar los patriotas, Bouchard a bordo de la «Consecuencia» regresó a Buenos Aires mientras Brown al mando de la «Halcón» continuó su viaje hacia Nueva Granada. Su llegada al puerto de Buenaventura, coincidió con la caída de santa Fé de Bogotá en manos de los españoles, por lo que también decidió volver a Buenos Aires.

«Así terminó este memorable crucero – dice Mitre – que en medio de sus triunfos y reveses mantuvo bien puesto el honor de la bandera argentina a cuya sombra, debían fundarse tres repúblicas independientes, y contribuyó indirectamente, a preparar la reconquista de Chile por cuanto alarmó a las autoridades españolas de chile, Perú y Nueva Granada, obligándolas a emplear estériles recursos en el equipamiento de naves de guerra, y distrajo la atención de marcó del Pont, sobre el único punto que no debía descuidar : Mendoza. Así se ganó el verano que necesitaba San Martín para llevar a buen puerto la gran empresa del paso de los Andes…»

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Acerca de Julio Ruiz 58 Articles
Profesor de Historia. Colegio Cervantes y Jesús Sacramentado de Bolívar, Argentina. Ex Intendente de la Ciudad de Bolívar en la Provincia de Buenos Aires, Argentina en el período 1987-1991. Abogado. Integrante de la Asociasón San Martiniana en su caracter de presidente. Columnista en el Diario La Mañana. Obras Históricas entre otras: Blandengues, “La Odisea”, “Historias que hicieron cuentos”, “Paginas de una historia olvidada”. “Hubo un tiempo que fue Hermoso”una creación colectiva de ex alumnos, Bachilleres de la promoción 1972 del Colegio Nacional de Bolivar (Bs As). Los Negritos de San Martín. “La historia, un cuento y un libro”

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