Proyecto realizado por: Alvargonzalez, Manuel; Andueza, Inseln; Cabrera, Lucía; Drovetta, Lourdes; Lione, Caterina; Reyes, Iñaki; Rita, Marco; Velles Aguirre, Juan. Colegio San Patricio
Fundamentación:
El proyecto surgió durante el ciclo lectivo 2022, ante el planteo de algunos estudiantes sobre la cantidad de horas de sueño necesarias y la calidad del descanso en la etapa de la adolescencia.
Ante esta cuestión, se realizó un relevamiento áulico llegando a conocerse algunas dificultades al momento de dormir y se propuso, desde Salud y Adolescencia, abordar la temática del sueño y el descanso para contribuir en la adquisición de hábitos saludables.
Los resultados obtenidos fueron categóricos respecto a los hábitos de los estudiantes del Colegio, por esta razón se considera continuar con la investigación en el año 2023 y ampliarla a otras escuelas de la ciudad de Rosario.
Análisis de resultados Analizando los resultados obtuvimos que los adolescentes de entre 12 y 13 años se van a dormir entre las 22:00 y las 23:30 aproximadamente, mientras que los mayores tienden a acostarse más tarde o mucho más temprano.
Existe un gran factor común del uso del celular antes de irse a dormir, ya que el 90% de las personas utiliza el celular antes de dormir, lo cual podría afectar la calidad del sueño.
El promedio de horas de sueño en días de escuela es entre 7 y 8, y en fines de semana 9 o más. Y existe una tendencia hacia la carencia de siestas durante el día.
La mayoría de los estudiantes (81,1%), independientemente de la edad, considera que hay una relación entre sus horas de descanso y su rendimiento escolar. De igual manera, en promedio se tiene un sueño no interrumpido o poco interrumpido.
Asimismo, la mayoría manifiesta no tener dificultades para conciliar el sueño. A través de esta encuesta pudimos conocer que el 74% de los estudiantes se siente cansado durante el día y que el 50% considera que duerme mal. Viendo esto, podemos inferir que el cansancio no se debe a la calidad del sueño o que simplemente existe una concepción errónea de lo que es dormir bien.
Además, hay un 33% que no cumple con las horas mínimas necesarias acorde a su edad, durmiendo entre 5 y 6 horas. Luego de ver esto, se puede creer que el cansancio está ligado a la calidad del sueño, ya que aproximadamente un 30% tiene dificultad para conciliar el sueño. Sin embargo, un 70% puede dormir sin interrupciones.
Una vez identificada y analizada la calidad del sueño, debemos descubrir las causas de esas dificultades y faltas de sueño. Para ello, observamos las actividades realizadas previas a dormir.
Cerca de un 90% utiliza el celular en las horas previas a la conciliación del sueño y un 20% ve la televisión. Esta costumbre causa una inhibición de melatonina lo que produce que el cerebro sea engañado y continúe con el ciclo diurno. También, un 68% de los alumnos encuestados realiza actividades escolares después de las 22:00 hs. Esto puede ser contraproducente ya que se retrasa la hora de dormir por lo que puede llevar a tener menor cantidad de horas de sueño.
La mayoría dedica entre 1 y 2 horas de estudio diarias a los contenidos curriculares, ese porcentaje se modifica el día anterior a una evaluación.
En la encuesta realizada a estudiantes externos a esta institución obtuvimos un total de 75 respuestas con las que pudimos concretar ciertos datos tales como: La mayoría de los encuestados asisten a escuelas con jornada simple, en el turno mañana. Esto parecería no ser de mucha ayuda, pero nos brinda la información que los estudiantes deben levantarse temprano en la mañana, por lo tanto, deberían irse a dormir antes de las 22hs para poder concretar las 8 horas de sueño debidas que todo adolescente debe cumplir.
A pesar de esto, el 84% de los encuestados proclama sentirse cansado durante el día y un 49% siente que duerme de mala manera. Analizando esto, podemos observar que hay una gran similitud con la encuesta referida a los alumnos del Colegio San Patricio.
También observamos que el 35% de los encuestados no respeta las horas de sueño debidas para una adolescente de la edad que sería apropiado que descanse en torno a unas 8 y 9 horas diarias, ya que duermen en promedio entre 6 o menos horas diarias. Lo que nos da una de las pautas por las que podemos descifrar el porqué de las acusaciones de cansancio durante las clases. Otras de las pautas por las que los alumnos podrían llegar a sufrir de cansancio es debido a que un 28% de estos expresan tener ciertas dificultades para conciliar el sueño. Aparte de esto, un buen porcentaje de adolescentes (48%) dice tener un sueño interrumpido por las noches lo que conlleva a una mala calidad del sueño.
Posterior al análisis de la calidad del sueño de los jóvenes, pasamos a descubrir las dificultades y los obstáculos que poseen estos a la hora de irse a dormir. Para esto, vemos en detalle qué actividades hacen estos jóvenes antes de irse a dormir. En la pregunta “¿Qué actividades realizas antes de dormir?” que aceptaba más de una respuesta, obtuvimos que más de un 84% de los estudiantes consultados afirma utilizar el celular, junto con un 14,7% que miran televisión antes de dormir. La costumbre de utilizar tecnología antes de dormir y quedar expuestos a la luz azul de las pantallas causa una inhibición de melatonina, lo que produce que el cerebro sea engañado y continúe con el ciclo diurno, ocasionando una mayor dificultad para conciliar el sueño. Otra respuesta que tuvo un alto porcentaje es la que muestra que aproximadamente un 62% dedican sus últimas horas nocturnas a la higiene personal.
Al preguntar a los encuestados si consideran que sus tareas escolares fuera del horario de cursado afectan su ciclo del sueño, obtuvimos una paridad entre las respuestas positivas y negativas. Además, se vio que más del 50% no realizan tareas o actividades escolares pasadas las 22:00 hs.Por otro lado, al consultar cuánto tiempo diario le dedicaban al estudio en sus hogares, obtuvimos que más del 62% de los jóvenes dedican entre una y dos horas, coincidiendo con los resultados de nuestro colegio.
Se realizó la encuesta a los profesores del nivel secundario del Colegio San Patricio que tienen, en el mismo curso, horas de clase en el primer módulo (7:25-8:45) y en los posteriores, independientemente del día de la semana. Gracias a estos obtuvimos los siguientes resultados:
Una leve mayoría de los docentes describe la actitud de los estudiantes en las primeras horas de la mañana como dormidos ya que parecen no tener tal participación en las clases como sería en horas más cercanas al mediodía. Es tan así, que 9 de los 16 de los profesores encuestados reconoce que sus alumnos tienen una actitud efusiva pasado el primer módulo.
Aparte de esto, esta misma cantidad de profesores afirma rotundamente que hay un cambio en el comportamiento de sus estudiantes en contraste entre el primer módulo y todos los predecesores.
Sin embargo, parece no evidenciarse diferencias en cuanto al rendimiento académico de los jóvenes, por lo que no toman en cuenta la hora en la cual se va a desarrollar una evaluación.
Podemos decir que en los resultados obtenidos en el sondeo a los docentes de la institución sobre si notaban un cambio en el rendimiento escolar a lo largo de la jornada, en comparación con la teoría expuesta por los investigadores, la diferencia que queda evidenciada puede deberse a que los cursos de la escuela no tienen sobrepoblación áulica y el clima de trabajo es, en general, bueno.
Conclusión:
A través de nuestro análisis podemos concluir que el mal dormir es una situación que excede a la población estudiantil del Colegio San Patricio y que se extiende a estudiantes de otras instituciones educativas, ya que en ambas encuestas los porcentajes son similares. También son coincidentes los valores porcentuales que se refieren a las actividades que se realizan antes del momento de acostarse, encontrándose como respuesta más seleccionada el uso del celular.
El “vamping” es un fenómeno que produce que los neurotransmisores que regulan el sueño se alteren, manteniendo el estado de vigilia durante algunas horas, lo cual podría ser el motivo por el que alrededor del 30% de los encuestados manifiestan tener dificultades para conciliar el sueño y que más del 70 % se sienta cansado durante el día.
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