1.¿Cómo nació Plan Ceibal? Hoy en día ¿cuáles son sus potencialidades hechas realidad?
Plan Ceibal se creó en 2007 como un plan de inclusión e igualdad de oportunidades con el objetivo de apoyar con tecnología las políticas educativas uruguayas. Desde su implementación, cada niño que ingresa al sistema educativo público en todo el país accede a un dispositivo – tablet o laptop dependiendo el grado escolar- para su uso personal. Además, todos los centros de Ed. Primaria y Secundaria del país cuentan con conexión a Internet y en el caso de los que cuentan con fibra óptica (100% de los centros urbanos y gran parte de los centros ruarles) también son equipados con un equipo de videoconferencia cuyo uso educativo es también impulsado por Plan Ceibal.
Paralelamente, Plan Ceibal ofrece un conjunto de programas, recursos educativos y capacitación docente que transforma las maneras de enseñar y aprender. Durante estos casi 12 años Ceibal ha trabajado en conjunto con el sistema educativo en promover la integración de la tecnología al servicio de la educación para mejorar su calidad e impulsar procesos de innovación social, inclusión y crecimiento personal.
A día de hoy Ceibal trabaja fuertemente en generar nuevas alianzas pedagógicas y en fomentar la tecnología desde el apalancamiento digital de los procesos educativos, es decir, como acelerador y propiciador de aprendizajes. La tecnología entonces no se encuentra en el centro, sino que se encuentra al servicio de la pedagogía.
2.Nuestra sociedad vive por momento en estado de “bullying permanente” ante tanta falta de respeto y comprensión, usted no cree que esto conspira para que se fomenten estados de bullying, ciberbullying, y otras formas de acoso por las redes y que estas repercutan en las escuelas? ¿Qué actividades se desarrollan desde el Plan Ceibal contra estos flagelos?
Este es un tema que se aborda desde Ceibal desde muchas iniciativas y programas, con el objetivo de que los estudiantes puedan navegar responsablemente en las redes y que tanto docentes como familias puedan estar involucrados en la prevención de situaciones adversas en la web. Consideramos que desde el enfoque de la prevención, la formación en estos temas y el diálogo con los estudiantes para generar herramientas que los empoderen en su vida digital, que fomenten un uso responsable y creativo de la red, es parte de la tarea de Plan Ceibal, y lo desarrollamos desde diferentes proyectos. A modo de ejemplo cito el trabajo en la pasada Escuela de Verano para Docentes donde se trabajó en formato taller sobre la temática y también el trabajo que se hace desde el área de Desarrollo en Centros Educativos, donde se trabaja con jóvenes en estos temas tanto en forma presencial como a través de contenidos digitales y propuestas mediante nuestra plataforma CREA. También se realiza un trabajo en conjunto con la AGESIC con quienes venimos organizando diversas actividades relacionadas a ciudadanía digital y seguridad en la red principalmente para público docente y comunidad educativa.
3.Según su visión: ¿Qué debería reconocer hoy la escuela en su rol protagónico de construcción de futuro en este Siglo XXI en el uso de las nuevas tecnologías?
Creo que uno de los desafíos que tiene la escuela hoy es poder pensar rutas de aprendizaje que tengan en el centro al estudiante y sus intereses reales. Los estudiantes de hoy son estudiantes que aprenden en colaboración con otros, conectados con sus pares. El antiguo formato educativo no les resulta motivante y con frecuencia los aprendizajes que realizan fuera del ámbito escolar (por ejemplo en la web) resultan más atractivos y los involucran en mayor medida.
Es necesario repensar los formatos educativos, integrar elementos que permitan que esos estudiantes se involucren y desplieguen su creatividad, comuniquen lo aprendido y puedan hacer visible su trabajo, pero por sobre todo, que dichos formatos respondan a las necesidades de cada estudiante.
La personalización de la enseñanza y el logro de aprendizajes perdurables para la vida tienen en la tecnología un gran aliado, un elemento acelerador que brinda posibilidades que de otra manera no podrían estar en el aula, pero es el docente y en especial los sistemas educativos que tienen que dotar la tecnología de sentido. Creo que el desafío no está en lo tecnológico, sino en el diálogo entre lo tecnológico y lo pedagógico y en formar docentes que puedan explorar estas nuevas alternativas y aprovechar su máximo potencial.
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