La brújula
Según cuenta la leyenda, hace unos 2500 años, en China, región de misterios y extrañas lenguas, los mercaderes utilizaban agujas magnéticas que les indicaban el camino a seguir.
Así , por la “ ruta de la seda” , llevaban a la Roma Imperial sus géneros e hilos, guiados por un pequeño artilugio que los europeos, dieron en llamar brújula.
Hace unos 800 años, Europa la adopta como instrumento de navegación, a partir del mítico viaje de Marco Polo. Guiado por ella, Colón atravesó los mares; con ella Magallanes y Elcano rodearon la Tierra y mostraron que era redonda.
En su primer viaje de descubrimiento, Colón y sus marineros observan que “las agujas” -así llamaban a la brújula-, no siempre indicaban el mismo punto Norte, pero el Almirante los tranquilizó: ”Son las estrellas que se mueven”, les dijo. Para esos rudos marinos era mejor sospechar que los lejanos cielos no eran inmutables, pero que su brújula apuntaba – segura- siempre al mismo sitio.
La Tierra y su Campo Magnético
Este pequeño instrumento es guiado por el inmenso campo magnético de la Tierra, el cual cubre todo el globo y se extiende por el espacio interestelar, frenando las dañinas partículas que envía el Sol. Pero este campo es más cambiante que los astros de los marinos de Colón, su orientación cambia un poquito cada año y lo que observaron los tripulantes de la Santa María fue que el campo varía de lugar en lugar de la Tierra.
Los Polos Magnéticos Norte y Sur no están ubicados en el mismo lugar que los Polos Norte y Sur geográficos, entonces la brújula no apunta exactamente al Norte geográfico. En
Buenos Aires, el Norte geográfico está aproximadamente unos 8 grados hacia el Este del Norte indicado por la brújula.
El campo se invierte.
A lo largo de los tiempos, el campo magnético de la Tierra siempre existió. Su registro ha quedado en las rocas y sedimentos a lo largo de todas las eras geológicas, él nos indica que el campo magnético se ha invertido muchas veces. Es decir que en el pasado, el punto norte de una brújula apuntó hacia el Sur geográfico. En el lenguaje de los Paleomagnetistas – los que estudian el campo magnético en el pasado, el campo invirtió su polaridad. Estas inversiones tiene duración variable y en un registro continuo se tienen franjas de diferente polaridad , si las imaginamos como blancos y negros, su aspecto sería similar a los códigos de barras de los artículos de los supermercados. En un registro continuo lo que no es fácil de encontrar- se puede determinar la edad de los sedimentos a partir de los cambios de polaridad. Mediante esta técnica se pudo determinar la edad de los primeros humanos que poblaron la Tierra, hace unos tres millones de años, ya que las técnicas de datación radioactiva no son precisas en estos sedimentos.
Origen del campo y sus cambios
El problema de las inversiones de polaridad magnética fue considerado por Einstein uno de los grandes cinco problemas más difíciles de resolver. Al día de hoy, por técnicas indirectas de diverso origen, se reconoce el origen del campo en corrientes eléctricas generadas en el núcleo de hierro líquido. Sin embargo todavía no se ha logrado una explicación completamente satisfactoria al ritmo de los cambios de polaridad; si bien se ha avanzado mucho y se ha logrado simular en computadoras, una inversión de polaridad magnética.
Para tener idea de la complejidad del problema, la computadora -que era de las denominadas “Supercomputadoras” y cuyo costo es de varios millones de dólares- debió funcionar durante todo un año para llegar al resultado deseado.
Algunas preguntas, algunas respuestas, algunas preguntas
¿Para qué sirve el campo magnético?
El campo magnético detiene las peligrosas partículas subatómicas provenientes del sol, que nos causarían mutaciones u otras lesiones.
¿Cada cuanto cambia el campo magnético?
El campo magnético cambia permanentemente, a lo largo de un día normal varía aproximadamente 0,1 %, debido principalmente a efectos del denominado “viento solar”, es decir un flujo de partículas cargada eléctricamente proveniente del Sol. A lo largo de los años se produce también una variación en la dirección de aproximadamente 0,1 ° por año, aunque no siempre en el mismo sentido.
¿Cada cuánto se producen las inversiones de polaridad?
Se estima que cada 10 000 años. Pero es algo muy especulativo.
¿Qué efectos tendría sobre los seres vivos y sobre los humanos una inversión de polaridad?
En principio ninguna. De hecho los seres humanos han sufrido varias inversiones y el homo sapiens sapiens (nosotros) por los menos una. Sin embargo, no es posible predecir el efecto sobre una civilización tecnológica como la nuestra que depende de los satélites para comunicaciones, posicionamiento, clima, etc.
¿Hay alguna relación entre la extinción de los dinosaurios y las inversiones de polaridad?
Es el sueño de todo Paleomagnetista encontrarla, pero hasta el día de hay no hay ninguna evidencia de correlación entre ambos fenómenos.
¿Cuándo fue la última inversión de polaridad?
Unos treinta mil años atrás. Sin embargo está en discusión una mucho más reciente, en el año 0 de nuestra era, aunque las pruebas de esta última inversión son débiles al día de hoy.
¿Cuándo será la próxima inversión de polaridad?
No se sabe.
¿Cómo serían afectados en una inversión de polaridad los animales que se orientan con el campo magnético terrestre como las palomas y abejas?
No sabemos. Sin embargo, estas especies sobrevivieron varias inversiones.
¿Son sensibles los seres humanos al campo magnético?
Las pruebas efectuadas no han demostrado ningún tipo de sensibilidad a los campos magnéticos estáticos como el terrestre- . Sin embargo algunas personas indican que sí pueden sentirlo.
¿El estudio del campo magnético terrestre sólo sirve para estudiar el pasado?
No, se utiliza mediante una técnica denominada Magnetometría para detectar yacimientos mineros, petroleros, arqueológicos, etc. Cuando el subsuelo cambia, estos cambios producen una pequeña alteración del campo magnético terrestre que puede ser detectada con instrumentos muy sensibles denominados magnetómetros.
¿Estos temas se estudian en Argentina?
Si, en varios laboratorios y universidades, dos muy destacados: En la Universidad de Buenos Aires, en el INGEODAV (Instituto de Geofísica “Daniel Valencio”), en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Tandil), Instituto de Física Arroyo Seco
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