“Educar no debería ser echarle al hombre el mundo encima, de modo que no le quede por donde asomar los ojos propios; sino dar al hombre las llaves del mundo, que son la independencia y el amor y prepararle las fuerzas para que lo recorra por sí, con el paso alegre de los hombres naturales y libres.” José Martí.
No es un tema inédito el que abordamos, pues existen muchos artículos de especialistas, sin embargo, consideramos que la demanda de análisis y debate son oportunos de abordar, no tan sólo debería darse entre docentes sino en el seno del pueblo en sí mismo. Precisamente, uno de los especialistas en temas educativos y su problemática actual, es Mariano Narodowski, ex Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, con quien podemos estar o no de acuerdo, el asunto aquí, el que tenemos entre manos, es plantear abiertamente los problemas que vemos y de tal modo expresar nuestra visión y también nuestros modestos aportes.
Entonces, arrancamos con ciertas afirmaciones de Narodowski tomadas de los medios periodísticos como elementos de análisis, es el método que ocupamos en esta ocasión.
“La educación argentina está paralizada y privatizada”. “La escuela pública se va convirtiendo en un espacio empobrecido para los pobres mientras los sectores medios bajos, medios y altos creen que se salvan mandando a sus hijos a la escuela privada. No hay un sólo indicador de inclusión o calidad que salga del estancamiento desde hace décadas y el sistema educativo está cada vez más segregado en términos sociales y culturales”, afirma Narodowski.
Nosotros no confrontamos esta afirmación porque lo comprobamos día con día. Ahora, coincidiendo con el diagnostico cabe analizar sus probables razones y cómo aportamos desde nuestros lugares para salir de esta enojosa situación. La escuela y los maestros no somos ajenos a la crisis civilizatoria actual, crisis que se ve reflejada en las instituciones políticas que repercuten en demasía en la baja calidad democrática, esta situación comprobable, incide negativamente en la vida escolar de muchas formas. Entonces ¿La educación argentina se corresponde con la sociedad actual?
Insistimos estamos atravesando de lleno una crisis civilizatoria. Necesitamos fortalecer la cultura y educación solidaria que coadyuve a restañar eso de “…el sistema educativo está cada vez más segregado en términos sociales y culturales”.
Y luego tenemos una afirmación inquietante de uno de los referentes de la Educación argentina y que tiene mucho de sentencia: “El cambio educativo no lo va a dar la política”.
Desde el medio periodístico La Nación leemos (https://www.lanacion.com.ar/sociedad/informe-de-la-uba-cuales-fueron-las-prioridades-del-congreso-en-materia-educativa-en-los-ultimos-40-nid01082023/)
“Entre 1983 y 2022, se presentaron 479 proyectos de ley para reformar planes, programas, currículas y/o regímenes educativos. Este tipo de iniciativas fue considerado en reiteradas ocasiones y por distintos especialistas como una de las prioridades a la hora de mejorar la calidad de la educación en el país. Sin embargo, el Congreso de la Nación solo sancionó 25 de los 479, el 5%.
En entrevista le preguntan al especialista que aquí referenciamos: ¿Alcanza la interpelación a la educación, a la pedagogía, a la metodología de enseñanza y de aprendizaje y al modo en que se gobierna la educación para encontrarle la solución y la vuelta a la educación de los niños y adolescentes que van al aula a educarse pero vienen de hogares pobres? La respuesta, naturalmente, fue un poco larga pero consignamos una parte: “Lo peor es que, en el caso argentino, donde la educación, el sistema educativo y la política educativa están colapsados, no solamente no lo resuelve todo sino que contribuye a empeorar la situación social de los sectores más empobrecidos de la Argentina, sobre todo, de ese 60 por ciento de menores que está en situación de alta vulnerabilidad socioeconómica”
Nosotros, ex maestros de tierra adentro, graduados universitarios y teniendo un Pos-título en especialización Docente de Nivel Superior en Políticas y Programas Socioeducativos, sin embargo, nos gusta definirnos como educadores sociales, nos sentimos inclinados a decir aquello de “Sólo el pueblo salvará al pueblo”, si se organiza, si participa activamente, si incide y proponga transformaciones concordantes con las necesidades.
El aporte de la educación cooperativa escolar y universitaria, así como en ámbitos extra-escolares, es muy relevante, lo tenemos por probado. Hablar de cooperativismo es hablar de lucha contra la pobreza y la ignorancia, pues, provee herramientas conceptuales y procedimentales pertinentes de manera teórica-práctica sobre el esfuerzo propio y la ayuda mutua.
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