Estas fueron las palabras de Maite (Condición del Espectro Autista), frente a la pregunta que le realizó su maestra: “Dónde te duele Maite?”
Maite pone en palabras tantos dolores dichos/no dichos, tantos silencios que se van transformando en relatos invisibles, imperceptibles, infinitos.
A Maite le duele, el no poder SER en este mundo rapidito, en un mundo de frases inconclusas, en un mundo banda ancha comunicacional, en un mundo que por momentos pareciera no ser su mundo. Un mundo repleto de mensajes, de melodías que van y vienen, pero que no se detienen en singularidades como la de Maite. Mensajes que se escapan, y se entrelazan en un sinfín de intercambios comunicacionales.
Al despertar le pregunta a su mamá: ¿
¿Por qué dicen que el día tiene 24 horas, si el sol aparece un ratito y se esconde cuándo salimos de la escuela?
¿Por qué dicen que la felicidad no existe, y yo soy feliz?
¿Por qué dicen que los niños no mienten, si nosotros mentimos muchas veces?
¿Por qué dicen tantas cosas las personas grandes?
¿Por qué los adultos siempre dicen que están cansados, si cada día empezamos de nuevo?
¿Por qué a muchos niños, no les gusta ir a dormir? A mí me encanta porque sueño que SOY YO
Entre los por qué de Maite asoman un sinfín de personitas que aún les DUELE EN LA ESCUELA.
Será que desde el mundo adulto tendremos que APRENDER a leer los gritos del silencio?
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