1. ¿Cuándo usted piensa en beneficio de la educación ¿En qué conceptos primordiales hace énfasis?
A.R. En cuantos conceptos primordiales yo remarcaría inculcar la noción de ESFUERZO. Trabajar en pos de un objetivo, ya sea simplemente aprobar un examen, así como afrontar todo el desafío que representará para los más jóvenes salir del ámbito educativo para lograr posicionarse en la sociedad.
Considero que en las últimas décadas el nivel de exigencia se derrumbó a nivel nacional. Justamente, de la mano de lo que marque en la primera respuesta. Facilismo, falta de incentivo, desprestigio de la educación como institución.
2. A los alumnos que están por elegir la vocación de locutor ¿Qué mensaje les podría decir sobre el valor de esta profesión?
A.R. Ser locutor es ser un artesano. El trabajo con la voz está íntimamente ligado a la emoción. Es como un musculo al que hay que trabajar constantemente para desarrollarlo en su mayor potencial. Clave fundamental: ¡ser claro en el discurso con el más amplio conocimiento del lenguaje posible!
3) Debido a que circunstancias sociales cree usted se ha generado en toda la sociedad la idea que la escuela debe resolver todo, ya que si pensamos bien la educación es una tarea de todos y no solo de la escuela.
A.R. La sociedad tiene una fortísima tendencia al facilismo. Que otro lo haga, que otro se encargue… Gran responsabilidad de la familia quiere adjudicársele como obligación a la escuela. Imposible.
4) Por último Una frase para usted o comentario sobre la educación que recuerde.
A.R. Recuerdo las palabras del Ministro de Economía Domingo Cavallo, quien fuera ministro de economía en los ’90: «que los científicos vayan a lavar los platos».
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