1.Max: ¿Cómo evalúa usted la teleescuela luego de los tiempos del Coronavirus desde su rol de director de Escuela?
Muchas gracias Daniela por el encuentro. La pandemia y las consecuentes cuarentenas han generado profundos daños personales, sociales y escolares. Pero, también, han traído oportunidades para la transformación de las prácticas escolares o la innovación educativa.
Una aclaración preliminar: la pandemia visibilizó, y sigue haciéndolo, las enormes desigualdades que tenemos como sociedad y como sistema educativo. Hecha la aclaración, en materia de incorporación de recursos digitales al proceso de enseñanza-aprendizaje ha sido un gran “viento de cola”. Hoy tenemos el desafío de hibridar este proceso. Definir qué y cómo queremos trabajar en el tiempo y espacio del aula física y qué dejar para que los estudiantes trabajen de manera asincrónica.
2. Lo consulto como docente: ¿Es importante enseñar política en la escuela?
La educación es, siempre, un hecho político.
Imagino que la pregunta apunta más al debate sobre la ideologización de la educación.
La escuela tiene el “sagrado” deber de enseñar a pensar pero no puede cometer la “profanación” de enseñar qué pensar. Algunos tristes y vergonzosos episodios que han tomado público conocimiento en los últimos tiempos me parecen inadmisibles.
Volviendo a la pregunta estoy convencido que la escuela debe enseñar política y ciudadanía pero desde la formación del pensamiento crítico.
3. ¿La profesión de docente ha perdido prestigio social?
Sí, mucho. Mi padre era hijo de un sastre de pueblo. Cuando él tenía 3 años mi abuelo falleció. Mi papá debió dejar la escuela a los 12 años para empezar a trabajar. Ya de grande fue a la “nocturna”, terminó la escuela, fue a la universidad, obtuvo dos títulos de grado y un doctorado y logró pasar de una situación de carencia o cierta pobreza a una buena posición socio-económica. Para él educación y progreso iban de la mano.
Recuerdo la tarde-noche en que fui a verlo a su estudio para contarle que dejaba la carrera de derecho para meterme en un profesorado en filosofía y ciencias de la educación. Su cara no fue de orgullo ni mucho menos. Creo que hoy, desde el cielo, debe estar orgulloso de su hijo, pero no lo percibí así aquella noche.
¿Si la profesión de docente ha perdido prestigio social?
Sí, mucho. Y todos somos un poco responsables de ello, por acción o por omisión, y con diferentes grados de responsabilidad.
4. Max usted que tiene tanta experiencia en lo educativo, le realizo una pregunta compleja: ¿Cómo se deben gestionar las actividades extraescolares de cara a una mejor educación formal?
Es una gran pregunta. Los estudiantes, muchas veces, tienen la sensación de que la organización escolar es una ficción que tiene poco que ver con la realidad. Y tienen bastante razón. Todavía queda mucho de una escuela diseñada en el marco de la revolución industrial, y ese formato no tiene nada que ver con la realidad que viven los chicos y chicas de hoy.
Incorporar lo que los chicos aprenden “afuera” para darle sabor y sentido a las prácticas escolares es un enorme desafío. Vuelvo a advertir sobre las desigualdades, pero hoy son muchos los que aprenden por fuera de la escuela. Y lo hacen, en, muchos casos, sin un mundo adulto que acompañe. Programación, gastronomía, arte, deporte. Son múltiples las áreas d0nde hay mucho aprendizaje extraescolar. Don Bosco decía que “hay que entrar con la de ellos, pasar salir con la nuestra”. Vayamos a buscar a los chicos a sus ámbitos de interés.
5. En los tiempos que corren donde todo es ya y para ayer ¿Cómo logramos conformar una pedagogía moderna que se sostenga en el tiempo más allá de los gobiernos y que sea apta para nuestros jóvenes?
El pacto educativo se rompió hace tiempo y necesitamos recomponerlo. La educación es demasiado valiosa para que sea un botín de guerra de mezquindades políticas.
Sin un nuevo contrato social seguiremos queriendo reinventar todo en cada cambio de gobierno, y eso es una traición y una estafa que no podemos seguir haciéndoles a los chicos.
Tenemos que reencontrarnos en torno a la escuela.
Por otra parte creo que hay que cambiar el sistema de coparticipación federal de impuestos. El Consejo Federal de Educación es un rico espacio de definición de política pública en materia de educación, pero si la chequera la tiene uno sólo se pierde la “colegiatura”.
Director General – Director de Secundaria en Pilgrims´ College. Profesor en Filosofía y Ciencias de la Educación (CONSUDEC) y Licenciado en Ciencias de la Educación (UCSE). Fue Secretario de Gestión Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la República Argentina y conductor, junto al P. Guillermo Marcó, del programa “Entre el Cielo y la Tierra” (Radio Rivadavia)
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