La estafa de las neurociencias

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Hubo un tiempo en que el discurso de las neurociencias asomó con enorme virulencia.

Fue cuando se presentaron siendo más moda que novedad, vendiendo mágicas recetas para acondicionar las mentes y los cuerpos a las condiciones de vida del mundo contemporáneo.

La clave del mensaje giraba en torno a crear adaptaciones para afrontar una cotidianeidad dominada por patologías modernas como la ansiedad, el estrés y la autoexigencia.

En Argentina, las neurociencias gozaron de curiosidad y fascinación en la segunda mitad de la década pasada, coincidiendo con las políticas liberales que gobernaban al país.

De pronto, los medios hegemónicos instalaron consignas de estilo naif para crear realidades que se expandieron a diversos ámbitos, entre ellos el educativo.

Por aquellos años de bonanza, gurúes del movimiento neurocientífico cotizaban con altas cifras económicas los cursos de capacitación que destinaban a docentes.

Lo que ocultaba esa tendencia era todo un gran negocio al servicio del imperialismo ideológico del neoliberalismo.

El discurso de las neurociencias es una estrategia que coloniza las subjetividades y que en países emergentes como Argentina pretende consolidar un status quo al servicio de los poderes de turno. Al centrar su eje en el cerebro, priman factores biológicos antes que culturales, con lo cual consolida un status quo que parte de un determinismo inhibidor de transformaciones necesarias. En otras palabras, el que tiene virtudes para imponer su inteligencia llegará más lejos que aquel con trastornos en el aprendizaje. Es decir, la meritocracia en su máximo esplendor desde el punto de partida en que cada sujeto se salva solo.

En la fugaz primavera de Cambiemos, las neurociencias apelaban -paradójicamente- a que nada cambie, apostando a las desigualdades de origen fomentadas por un individualismo extremo basado en la autoayuda, la superación personal y la lógica del coaching, firme en enseñar que cada cual es culpable de sus frustraciones y tristezas por no haber hecho lo suficiente para estar mejor. También, alentar a «ser emprendedor» se inscribe en este fomento de la atomización.

Las escuelas, especialmente del sector privado, quedaron embelesadas por la seducción de una ideología que pretendía convertir en obsoletos a celebridades como Freire y los exponentes de la filosofía de la liberación. En sus comunidades hablaban de ofertas antes que propuestas educativas, privilegiando la eficacia antes que la valía de los procesos en sí mismos.

Los serviles pedagogos de las neurociencias se convirtieron en un gueto que mercantilizaban cursos con titulaciones ofrecidos por ellos mismos. Presentaban como revolucionarias y disruptivas estrategias que, por el contrario, buscaban adormecer la conciencia crítica. Hablaban de calmar a las infancias con músicas a todo momento y en cada rincón de las instituciones, omitiendo revelar el sometimiento de los cuerpos. Y a los docentes los hacían realizar experiencias ridículas de ejercicios para controlar la respiración, pasear por un salón, vendarse los ojos y practicar juegos de estímulos y respuestas.

Qué ingenuos fuimos al no rebelarnos.

Lo que pasa es que el elixir había generado ese efecto silenciador, tan nocivo como perverso.

Fue tan fuerte que a muchos habrá despojado de su principal pasión de educadores.

Y así, seguramente, quedarían en primera fila quienes más funcionales fueran a la obediencia antes que a la resignación.

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Acerca de Adrián López Hernaiz 26 Articles
Docente y divulgador de Filosofía egresado en la UNLP. Estudiante de Posgrado en Ciencias Sociales por la misma institución; su tema a investigar se vincula con La Noche de los Lápices. Con Ediciones Masmédula (editorial independiente de La Plata) publicó dos libros: En 2014 escribió una obra de relatos llamada LAS PALABRAS QUE NOS TRAJO EL VIENTO (organizada en tomos: “Primavera”, “Verano”, “Otoño”, “Invierno”). Para 2016 presentó ALGO QUE SEPAMOS TODOS (textos de filosofía en dos volúmenes: “De la caverna al sol”, con contenido más humanístico; “De la lupa al telescopio”, orientado a las ciencias). Esta producción ha sido difundida en ámbitos académicos de México y Uruguay; circula por escuelas, institutos de formación docente y una materia de didáctica de una universidad nacional del país. Actualmente, el autor trabaja en un libro basado en entrevistas a gente del arte, la ciencia, la cultura; así como también a activistas de derechos humanos y demás referentes que contribuyen a un mundo mejor. Su exposición está prevista para fines de 2020. Se desempeña como docente en escuelas primarias y secundarias; también en nivel universitario. Participa de Jornadas y Congresos a nivel nacional e internacional. Es columnista del programa radial “El Buscador”, que se emite por La Redonda (FM 100.3) de la ciudad de La Plata. También, colabora con textos para la revista digital educativa “El Arcón de Clio” y el portal de noticias “Miravox.info”.

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