Error y aprendizaje en contextos educativos. Chile

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“Errar es humano” expresa el dicho popular, dejando al entendimiento que todos en algún momento nos equivocamos. Sin embargo, cuando estamos bajo un contexto educativo, ¿qué valor se le otorga al error? De la Torre (2004, p.7) señala que “desde una perspectiva constructiva, el error es un desajuste entre lo esperado y lo obtenido. Hace referencia a criterio, norma o valor; pero no comporta actitud sancionadora ni punitiva”. Sin embargo, en los años 1800, en Chile, como probablemente en otros países también, los castigos o humillaciones por cometer un error solían ser una práctica vista dentro de las escuelas. Por ejemplo, cuando un estudiante o una estudiante no respondía aquello que era esperado por el profesor se le aplicaban los llamados palmetazos – u otras modalidades de golpes o
sanciones – bajo el lema “la letra con sangre entra” (Rojas, 2010). Otras prácticas que no tienen que ver con un castigo físico, pero que de igual modo sancionan o apuntan al error como algo negativo son, por ejemplo, el colocar las calificaciones con color rojo o entregar las pruebas a los y las estudiantes desde la nota más baja hasta la más alta frente a todos sus compañeras y compañeros.
Afortunadamente, y como es de esperar, este tipo de prácticas se encuentran obsoletas y cada vez se hace más fuerte la necesidad de incorporar aspectos de una educación emocional en paralelo al resto de lo esperado en el currículo tradicional, cambio que es ampliamente aceptado y valorado por los actuales docentes. Es más que claro, no es sólo el qué aprendemos, sino cómo lo aprendemos. Es por ello, que, ante el error, se espera que los sistemas de evaluación utilizados por los maestros y las maestras, entiendan al error como una posibilidad de aprendizaje, de crecimiento personal, de análisis y una oportunidad de autocorrección (Guerrero et al., 2013). “La comprensión del error lleva al aprendizaje significativo” (MINEDUC, 2018, p.111), es decir no basta con identificar y saber dónde está el error, sino que es necesario, además, comprender por qué bajo tal contexto evaluativo se considera o no un error.
Es en este momento, en donde el proceso de retroalimentación cobra suma importancia. La retroalimentación, claramente no sólo es de utilidad para el estudiante, sino también es un ejercicio mediante el cual, la o el docente puede observar aquello que no ha sido bien comprendido o internalizado por los educandos y de este modo poder mejorar su propuesta educativa. Como señalan Villarroel et al. (2015) en su estudio, los docentes, al conocer aquellos ítems que producen mayor dificultad para los y las estudiantes, logran familiarizarse con ellos, utilizándolos con mayor frecuencia y detención, y a su vez, adecuando lo que sea necesario para un progresivo mejor desempeño de los
educandos.
El error, también puede producirse de parte del o la docente, sin embargo, muchas veces esto es aún más sancionado o menos permitido. Debemos avanzar hacia ambientes educativos que nos permitan aprender a todos, a través de espacios de discusión, de reflexión crítica, de debate y por qué no, de aprendizaje mutuo. Como señalaría Humberto Maturana, entre los derechos humanos se encuentra el derecho a equivocarse.

Referencias
De la Torre, S. (2004). Aprender de los errores. El tratamiento didáctico de los errores como una estrategia de innovación. 1a ed. Buenos Aires. Editorial Magisterio del Río de la Plata.

Guerrero, J., Castillo, E., Chamorro, H., Isaza, G. (2013). El error como oportunidad de aprendizaje desde la diversidad en las prácticas evaluativas. Plumilla educativa. Pp. 361-381.
MINEDUC. (2018). Bases Curriculares de la Educación Parvularia. Santiago de Chile Rojas, J. (2010) Historia de la infancia en el Chile Republicano (1810-2010). 2a ed. Santiago: Ediciones de la JUNJI.
Villarroel, V., García, C., Melipillán, R., Achondo, E., Sánchez, A., (2015). Aprender del error es un acierto.
Las dificultades que enfrentan los estudiantes chilenos en la Prueba PISA. Estudios Pedagógicos (16), p.293 – 310.

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Acerca de Carla Vargas 8 Articles
Carla Vargas, Educadora de párvulos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), docente universitaria con más 12 años de experiencia en aula en Chile y en el extranjero. Magíster en Educación con mención en idioma inglés por la Universidad Central. Recibida de Magíster en Dirección y liderazgo educativo PUC. Certificada en Disciplina positiva y Masaje infantil. Fundadora de la agrupación Educadoras en Red y Directora del área social de la Fundación Educamos en el Sentir, Chile.

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