Gracias a la inquietud e interés de algunos lectores por el tema andragógico, me permito en esta oportunidad, expresarles sobre las experiencias que implica trabajar con adultos, pero, más específicamente con adultos mayores,
tercera edad o nuestros queridos y admirados abuelos.
Es un verdadero honor poder aportar un aspecto innovador para los abuelos, por lo que, desde la andragogía, como profesionales de la educación debemos enseñar a aprender desde uno de los factores claves, la motivación, al
referirme al tema andragógico, quiero precisar, que es importante partir de fundamentos teóricos que tomen en cuenta los elementos presentes en el adulto y su aprendizaje, para así poder tener logros satisfactorios. Por ejemplo: en la práctica en muchas ocasiones a los niños desde la pedagogía se les aplican actividades lúdicas para lograr dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, mantenerlos atentos y motivados , pero, en los adultos pudiera ser un efecto adverso si esas actividades no tienen una justificación real con el grupo y lo que se va a enseñar, es decir, que algunas técnicas y estrategias pueden ser eficientes a la pedagogía, no así, a la andragogía; para quienes no estén
familiarizados con el término, éste se puede definir según Knowles (1990) como la ciencia que ayuda a los adultos a continuar aprendiendo, los motivos de aprendizajes de los adultos suelen ser de resultados más inmediatos.
Por lo general, los adultos mayores, desean aprender conocimientos que les proporcionen el solucionar alguna necesidad presente en su vida cotidiana, bien sea de curiosidad, laboral, de vida o social. Es por ello, que, para este grupo etario, es fundamental comenzar con un diagnóstico que involucre no sólo lo relativo a lo académico, sino que también deben conocerse las expectativas, tomando éstas consideraciones para amoldarlas de la forma más atractiva al currículo que se va a desarrollar, de igual forma, desde la praxis es necesario respetar las maneras ¿Y qué significa esto? sencillo, en el aprendizaje de los niños y niñas respetamos los tiempos, en nuestros abuelos además de respetar
los tiempos es relevante comprender las maneras o formas del hacer, para explicarme mejor, si una abuela va a clases de tejido y ya tiene conocimientos previos sobre el mismo, pero, quiere aprender nuevos puntos, sería un error del facilitador o docente, pretender por ejemplo, cambiar una posición de algunos de los dedos al tejer por estética, es decir, si la abuela no se hace daño al tejer colocando los dedos de una determinada manera, sabe tejer y lo ha hecho de la forma que lo hace por muchos años, funcionándole correctamente, debemos respetar esa manera particular de su trabajo dándole prioridad antes que a la estética.
Algunos adultos mayores tienen expectativas de independencia y si este es el caso, como docentes, tenemos que mostrar nuestra virtud de paciencia, ya que, por lo general estos abuelos no la han conseguido del todo en sus hogares, es importante ser empáticos recordando que en algún momento viviremos esas experiencias si tenemos el privilegio de llegar a esas edades.
Cuando escuchamos las expectativas, algunos abuelos señalan que quieren aprender por el deseo de seguir siendo útiles, además de poder manejarse ante la sociedad y sus familiares sin ser una carga. En la actualidad, se
ven muy agobiados con el desarrollo tecnológico, debido a que muchas diligencias, requerimientos, pagos, entre otros, se hacen en línea y al no contar con un conocimiento básico sobre las TICs, dependen para ello de terceras
personas como hijos y nietos, quienes no poseen muchas veces el tiempo necesario por sus compromisos laborales, no cuentan con la paciencia para realizarles sus trámites o enseñarles a hacerlos, y en un menor caso son
desconsiderados, lo que se traduce en frustraciones para los adultos mayores que tienen que pedir que los ayuden sin obtener respuestas a corto ni a largo plazo.
Nosotros los profesionales de la educación y aún más los que se especializan en la andragogía, podemos con nuestras herramientas aportarles calidad de vida a través de la enseñanza a nuestros adultos mayores, partiendo de
las técnicas y estrategias que se ajusten mejor a ellos, recordando que nunca es tarde para aprender y nunca es tarde para enseñar. Otros casos que llevan a nuestros abuelos a aprender, es la necesidad de socializar, ese motivo también aprovechémoslo al máximo, porque él nos ofrece aprender a nosotros y mostrarle a la comunidad lo valioso de cada una de las historias de vida que representan estas maravillosas personas, inclusive podemos a través de estas experiencias de aprendizaje crear clubes de abuelos, emprendimientos, grupos culturales, que transmitan nuestras costumbres y tradiciones entre otras actividades que conviertan al hecho educativo en un espacio de paz, amistad, sentimiento de hogar, aprendizaje, un lugar para compartir y para ofrecer calidad de vida.
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