Educación financiera para niños y no tan niños

Loading

Dale un pescado a un hombre y lo alimentarás un día, enséñale a pescar y lo alimentarás toda la vida”. La frase es atribuida a Confucio, célebre pensador chino nacido 500 años antes de Cristo.

En este nuevo artículo vamos a profundizar un poco más el pensamiento de Confucio y llevar esta enseñanza a nuestros hijos o cualquier niño que se tenga en la familia. Todos queremos dotar a nuestros pequeños de herramientas que les permitan el día de mañana, tener una vida digna y sean capaces de realizar sus sueños. Somos conscientes además de que dándoles el pescado servido (dejándoles un capital por ejemplo) solo les estamos dando un stock, el cual sin una correcta administración puede agotarse por más cuantioso que sea. Lo sabemos, ahora bien… ¿qué hacemos como adultos para enseñarles a nuestros niños a aprender a pescar, a que el día de mañana sean capaces por sí mismos de generar flujo fruto de su esfuerzo y cuidarlo?

Para que los niños sean en un futuro adultos emprendedores, que logren alcanzar sus metas y estén orgullosos de la vida que llevan, será muy necesario que cuenten con educación financiera. Y como sucede con casi todo, aquello que se aprende desde pequeño queda mas incorporado y luego sale de manera natural.

Los niños saben poco de dinero y rara vez conocen el valor de las cosas ni el esfuerzo que demanda obtenerlas. Esto lleva a que por momentos se muestren caprichosos, no cuiden sus cosas, se cansen enseguida de un mismo objeto o no valoren lo que tienen. En este sentido, los pedagogos coinciden en la importancia de introducir a los niños en el mundo de las finanzas desde pequeños.

Por el contrario, muchos de nosotros no hablamos de dinero con ellos como si fuera un tema para el que no están preparados. No lo hablamos en casa, y tampoco se habla en la escuela ya que educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente en los programas educativos. De esa manera los niños acabarán formándose financieramente de acuerdo a la suerte que les toque y a su interés por el tema.

Educar financieramente debe dejar de ser un tabú ya que hablar de dinero no está mal. La educación en finanzas es esencial en el bienestar de las personas y esta ligada a las emociones y los valores. Si empezamos cuanto antes terminará siendo para ellos una cuestión de hábito saludable.

En adelante les presentaremos un método para que puedan enseñar a pescar a los niños de la casa. En sus manos quedará el hecho de leer este artículo como uno más, o pasar a la acción. De eso dependerá gran parte del futuro de los niños.

La paga

El método de enseñanza propuesto recibe el nombre de “la paga” y los elementos necesarios son:

– Tres frascos

– Constancia

Ahora sí, comencemos. Lo primero que debe aprender un niño es que el dinero no es ilimitado y que no viene sin más, sino que es fruto del esfuerzo y del trabajo.

El proceso de aprendizaje que proponemos empieza por el adulto, quien deberá realizar un cálculo de los gastos semanales en que incurre “a pedido” de los niños. Para ayudarlos, a modo de ejemplo podríamos incluir lo que gastamos en golosinas en el kiosco, o en algún juguete, o en el puesto de revistas, la heladería, el cine, etc. A ese gasto estimado lo calcularemos con una periodicidad semanal y ya veremos luego por qué.

Esa suma resultante, que sale de nuestros bolsillos cada semana, la vamos a transferir a mano de los niños en forma de paga semanal.

No se trata de dar dinero a un niño sin más, sino de transferir gastos que asumían los padres y que ahora, mediante una paga, pasan a asumir los hijos.

Sabemos que leer “paga” a un niño les hace ruido, no se trata de si se esta a favor o en contra de dar una paga, sino de enseñar a nuestros hijos el valor del dinero. Con este método aprenderán a que no se puede tener todo lo que desean y, lejos de lo que se cree en un principio, acabarán siendo menos consumistas.

El método de la paga busca enseñar a los pequeños que aquello que desean pueden tenerlo como consecuencia de su esfuerzo y responsabilidad. Aprenderán también a identificar el valor material de las cosas, a controlar sus gastos y por más difícil que parezca, administrar su pequeña economía, y todo esto como un juego.

La paga debería tener una periodicidad semanal preferentemente dado que a los niños les resulta mucho más fácil manejar cantidades menores varias veces que una gran cantidad a la vez. Flujo vs Stock, desde chiquitos.

Por supuesto se corre el riesgo de que las primeras veces se gaste todo al principio, con una paga semanal esto se puede aprender e incorporar mucho más fácil que tener que esperar una nueva paga mensual, lo que terminará desmotivando al niño.

¿Cuánto es la paga?

Ya dijimos que el método parte con el adulto calculando los gastos semanales “a pedido” de los niños. A ese número estimado le vamos a sumar un poco más y acá es donde empiezan a jugar los tres frascos que les pedimos tengan a mano.

Al primer frasco le van a poner un cartel (que pueden hacer ellos mismos) con la palabra “DISFRUTAR”.

Al segundo frasco le pondrán un cartel que diga “AHORRAR”, y al tercer frasco uno que diga “DONAR”.

Vamos aquí con la primera enseñanza:

Una vez que reciban la paga deberán PRIMERO destinar parte de ella al frasco “AHORRAR”, recién después de asignar parte de su paga al ahorro llenarán, con lo que queda, los dos frascos restantes. Primero ahorrar, después gastar.

Si los adultos quieren sumarse a este concepto de pagarse a uno mismo primero bienvenido sean.

Es importante que este frasco de “AHORRAR” este asociado a un objetivo. Es fundamental para que el método de la paga funcione que ayudemos a los niños a definir sus metas y motivarlos a conseguirlas. Incluso podría ser útil poner la meta en un lugar visible, o escrito también en el mismo frasco, de modo que mantengan firme la ilusión.

El objetivo y el tiempo para su consecución estarán en función de la edad del niño. Un pequeño de 7 años por ejemplo, no esta preparado mentalmente para un objetivo de un año porque se desmotivará antes de lograrlo, es recomendable que se propongan alcanzar metas en un espacio breve de tiempo para disfrutar pronto de la recompensa y así ver al ahorro como algo bueno y positivo.

También se recomienda que el objetivo sea algo que no se consuma en el primer uso así disfrutarán del logro por un tiempo mayor y lo recordarán gratamente.

Los niños mas grandes pueden ponerse objetivos a un año o incluso más.

El frasco “DISFRUTAR” esta pensado para satisfacer aquello que sea una necesidad casi inmediata y que se asocie a una satisfacción. Lo que se gastaba en el kiosco es un ejemplo claro de la parte de la paga que se va a introducir en este frasco, hecho que encierra la transferencia del adulto al niño de tener que ser el responsable de decidir y afrontar dicho gasto.

El frasco “DONACIÓN” viene para aportar la cuota de sensibilidad social que es importante inculcar a los niños desde temprana edad.

Más sobre la paga

El proceso de aprendizaje financiero no va a ser sencillo. Sin duda se presentarán situaciones que vendrán a complicar lo hasta aquí presentado.

¿Qué pasa si el dinero de la paga se agota y quedaron “disfrutes” sin cumplirse? Seguramente experimentaremos peticiones, caprichos y enojos. Ahí es importante intentar mantenerse firmes y hacerles entender que para eso tienen su paga y que no se les va a dar más dinero que el acordado. Ahora bien, para que la casa no sea un mar de llantos y reproches, surge aquí otro importante concepto financiero que se puede empezar a incorporar desde temprana edad: El financiamiento. Prestarles dinero puede ser una solución, pero lo aconsejable en este caso es ponerlo por escrito, fijar un plazo de devolución (con la próxima paga por ejemplo) y asegurarnos de cobrarlo.

Algo en lo que nunca debemos caer es en usar el dinero como mecanismo de premio o castigo, “si te portas mal no recibes tu paga” o “te pago el doble si me obedeces” son el tipo de actos no conducen a nada.

Un punto en el que los profesionales no se ponen de acuerdo es en el hecho de si los niños deben o no realizar alguna actividad a cambio de su paga. Por un lado hay quienes sostienen que la paga debe darse como contraprestación a actividades que pueda hacer un niño como ordenar su pieza, poner la mesa, juntar sus juguetes, ayudar en la casa, etc. Otros en cambio, sostienen que la paga debe ser solamente el traslado de la responsabilidad de los gastos (más la suma del ahorro) de los padres hacia los hijos, sin que medie una actividad como contraprestación. Esto es así dado que las actividades propias de colaborar en la casa deben ser realizadas siempre, y no estar vinculadas a un premio o castigo y menos con dinero. Una cosa son las obligaciones que se tienen por ser miembros de la familia, y otras son las tareas extras por las que se les puede pagar. Una salida intermedia podría ser buscar este tipo de tareas “extra” aunque preferimos ir por la via de la transferencia de gastos.

El segundo elemento necesario dijimos que es la constancia. Debemos ser constantes con el método y hacerlo semana tras semana, sabiendo que al principio puede costar, pero teniendo claro que hay una enseñanza en valores detrás de todo esto.

Otras maneras de educar financieramente

Existen otros recursos, simples, que contribuyen al aprendizaje financiero de los niños. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

– Hacer la lista de compras juntos. Al hacerlo, se puede jugar con calcular más o menos el valor de cada producto. De esa manera, una vez en el mercado compararemos precios y el niño empezará a tomar conciencia del valor de los artículos y los distintos precios y calidades de éstos.

– Ir juntos al cajero automático. Explicarles que el dinero que se extrae de ahí sale de los “frascos” de los adultos (caja de ahorros) y que también es limitado.

– Hablar de dinero de manera natural. Esto lo dijimos al comienzo del artículo, debemos permitir que los niños participen en las charlas cotidianas sobre el valor de las cosas, los impuestos, etc.

Consideraciones finales

Los niños van a convivir siempre con el dinero y muchas decisiones importantes que tengan que tomar en su futuro van a tener al manejo del dinero de una manera directa o indirecta. ¿Comprar o alquilar? ¿Sacar un préstamo o no? ¿Emprender por cuenta propia o como empleado?

Sabemos que esto sucederá. De nosotros los adultos depende que las decisiones que tomen para sus vidas sean financieramente correctas o no. Que se motiven fijándose objetivos y sean capaces de generar recursos para alcanzarlos.

Todo esto no lo enseñan en la escuela y aunque no lo crean tampoco en la facultad. Es nuestra responsabilidad, como adultos.

Ahora que terminaron de leer el artículo vayan, tomen lápiz y papel, hagan la lista de gastos semanales de los niños y busquen tres frascos, la educación financiera comienza hoy mismo y en casa.

Foto del avatar
Acerca de Momentum Finanzas 3 Articles
Momentum Finanzas es una Consultora en materia financiera que nació con la finalidad de promover la Educación Financiera y ayudar al público desde los más chiquitos hasta los más grandes a mejorar la relación con el dinero. La educación financiera es una habilidad básica para participar en la sociedad moderna. La educación financiera ayuda a las personas a relacionarse con su dinero entendiéndolo como parte vital de cualquier proyecto porque, antes de invertir, hay que saber para qué se invierte. Si la educación financiera se encara en edades tempranas los conceptos se interiorizan y entienden mejor para poder ponerlos en práctica en el futuro. Todo el tiempo tomamos decisiones ligadas al dinero: ¿alquilo o compro? ¿Pago en cuotas o de contado? ¿Saco un préstamo a mis papas o utilizo mis ahorros para gastar en el jueguito que me gusta? ¿Hago un plazo fijo o compro dólares? Y estas decisiones serán más beneficiosas cuanto mejor estemos formados en materia financiera. Nuestra misión es acercar las Finanzas a todos con un mensaje simple que busque derribar los mitos de que para invertir hay que tener mucho dinero, tiempo y conocimiento. Desde nuestras notas ayudamos a transitar el camino de ahorrista a inversor y a inculcar los buenos hábitos financieros desde el mismo momento en que el niño comprende que toda acción tiene una consecuencia.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*