Del latín rupes, roca. El arte rupestre constituye un sistema de comunicación visual. El arte rupestre es todo aquel dibujo prehistórico que se halle en rocas y cavernas, es la primera manifestación que en la era Prehistórica hizo el hombre a través de pinturas, antes que comenzase la escritura.
el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas, innumerables representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos. No existen datos exactos sobre la fecha en que el arte rupestre comenzó a producirse.no hay continente, y casi no hay país, donde no se hayan encontrado pinturas rupestres obra de las sociedades prehistóricas locales. En el caso español, el descubrimiento de las cuevas de Altamira en 1879 es considerado como el primer y gran hallazgo del arte rupestre en España y Europa.
La arqueología y la antropología han sido las disciplinas que han tratado de descifrar las incógnitas que emergen tras las pinturas rupestres.El máximo representante del arte rupestre son las pinturas rupestres, pero también están los petroglifos (excavados en la superficie de la roca)
La mayoría de las veces, los cálculos sobre su origen temporal se hacen a través de mediciones del isótopo carbono-14 o de otros elementos residuales en el tiempo.La característica definitoria del arte rupestre es el hecho de que se localiza en superficies de roca natural, lo que lo diferencia de las obras de arte aplicadas en muros o de la escultura.
El arte rupestre en Argentina
Para los pueblos originarios, el arte rupestre fue una herramienta para la comunicación, una manera de transferir ideas, vivencias y convicciones.
El interés por la producción artística precolombina de esta parte del continente americano es reciente. A partir de los primeros años del siglo XX comenzaron los primeros análisis estéticos de obras argentinas, principalmente del noroeste, Córdoba y Cuyo. Desde la década del ´50, los estudiosos se concentraron en áreas de Río Negro y Neuquén y recién en 1968 se definieron las bases metodológicas aptas para examinar estas manifestaciones artísticas en forma sistemática.
Cerro Colorado se encuentra en la provincia de Córdoba con sus más de 3000 hectáreas de pinturas rupestres en cuevas, es el yacimiento más grande de Argentina en grabados de los indígenas que habitaron esa zona antes de la llegada de los conquistadores en el siglo XV. Se encuentra en los relieves preándicos desarrollados sobre el basamento cristalino y sobre formaciones geológicas posteriores que reflejan los cambios climáticos del Cuaternario (Digiovanni, Doffo y Villegas, 2003), 800 metros sobre el nivel del mar y en la sección final de la Sierra de Comechingones, en el Departamento de Río Cuarto. La hipótesis que orienta este estudio sostiene que los diseños de esta expresión estética se vincula a la ideología Formativa -aunque no necesariamente a su cronología- por sus elementos constitutivos y por el carácter de su composición.
Cueva de Las Manos: La Cueva de Las Manos está a unos 88 metros de altura sobre el curso superior del Río Pinturas y es de difícil acceso. Tiene unos 20 metros de profundidad, unos 10 metros de alto y 15 metros de ancho.
Si bien en su interior se hallaron, además de vestigios materiales líticos, fogones con restos, y también huesos y pieles de animales que eran la base de la subsistencia, en este sitio arqueológico se destaca la complejidad del arte rupestre, que permite entender cómo vivieron las sociedades del pasado.
El Parque Arqueológico «La Tunita» se creó para proteger el arte rupestre y el bosque circundante de 2.000 hectáreas. Las tareas de puesta en valor fueron llevadas a cabo conjuntamente por la Secretaría de Ciencia y Tecnología, la Dirección de Antropología de la Secretaría de Cultura y el Ministerio de Educación provinciales; la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación a través del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT). A su vez, el proyecto contó con apoyo del Ministerio de Obras Públicas de la provincia; el Municipio de Ancasti; la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca y la Universidad Maimónides.
El nombre «La Tunita» hace referencia a un antiguo puesto. Su puestero, Serafín Soto, llevó al arqueólogo Nicolás de la Fuente a conocer las pinturas rupestres en 1969. Impresionado por su valor, regresó muchas veces acompañado por Carlos y Lito Silva, otros vecinos del paraje que hizo conocido como «La Tunita».
Las pinturas -de iconografía mayormente perteneciente a La Aguada- despliegan una variedad de imágenes donde pueden apreciarse felinos, seres híbridos y antropozoomorfos, alcanzando su máxima expresión en el alero bautizado como «La Sixtina».
Dos de los principales módulos con pinturas rupestres son: «La Sixtina»: que exhibe las pictografías más famosas del Ancasti. Son grandes y dinámicas, con personajes portando cuchillones, cabezas-trofeo y propulsores. Se ve sangre, como símbolo importante y que fluye de la espalda de quien sería un chamán que danza con una flecha clavada. Su comprobado repintado podría aludir a la reedición de su muerte simbólica durante los rituales. Los arqueólogos han comprobado que estos motivos fueron pintados en forma sucesiva: sumaron unos después de otros en el tiempo hasta completar el «cuadro» que vemos hoy. «El Hornero»: que presenta un recinto anterior con buena iluminación y otro posterior a media luz. En el primero están los motivos atribuidos a «La Aguada» y en el otro las pictografías zoomorfas y geométricas en color blanco, que serían de tiempos más recientes.
Otros ejemplos de Arte rupestre en Argentina son: Cuevas de Guachipas (Salta), San Francisco del Monte de Oro (San Luis).
Según el arqueólogo Domingo Carlos Nazar «las investigaciones sugieren que las pinturas eran preparadas con yeso, cal, savia de cactus y pigmentos. Posiblemente, también con polvo de hueso, sangre y cebil».
«Nosotros sabemos que la historia no comienza con nosotros mismos. Sabemos que detrás de nosotros hay toda una historia de pasos que se encuentran, que se alejan para reanudar de nuevo los encuentros.»
(Rafael Rodríguez Díaz).
Díaz-Andreu, M. (2002). Historia de la Arqueología. Estudios. Madrid: Ediciones Clisicas.
Parque La Tunita. https://www.argentina.gob.ar/noticias/inauguran-el-parque-arqueologico-la-tunita
Fuente: https://www.caracteristicas.co/arte-rupestre/#ixzz6Hc6DWWOd
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