1.¿Cuál es la realidad de la educación en nuestro país?
Si miramos el vaso medio lleno, podemos celebrar que hemos hecho avances en materia de escolarización tanto en secundaria como en el nivel inicial. En secundaria acceden hoy a la escuela adolescentes y jóvenes de sectores populares y clase media baja que la secundaria del pasado —esa que muchos invocan y añoran— dejaba afuera. En el nivel inicial los avances en materia de cobertura en la sala de 4 años son loables. Esto implicó un importante esfuerzo de financiamiento de los estados provinciales y nacional tanto en infraestructura como en cargos docentes.
Si miramos el vaso medio vacío, tenemos un problema con la repitencia, que sigue siendo valorada como segunda oportunidad aun cuando estudios nacionales, regionales e internacionales muestran que lejos de eso, implica poner a los estudiantes que transitan esa experiencia en situación de riesgo educativo.
En la secundaria, la repitencia se profundiza y es antesala del abandono. Ese nivel, además, tiene un problema de fondo: la actual organización institucional y pedagógica, la configuración del puesto de trabajo del docente y la persistencia de representaciones acerca de una secundaria para pocos en un contexto de obligatoriedad resultan expulsoras. Es imprescindible seguir avanzando en políticas que pongan en acto las definiciones que se ha dado el Consejo Federal de Educación en las resoluciones Nº 84/09, 93/09 y 330/17 para la renovación de la escuela secundaria. Eso requiere de financiamiento adicional como lo demuestra el caso de Río Negro, que es la provincia que más ha avanzado en ese sentido. Finalmente, también hay que profundizar las políticas destinadas a la mejora de la enseñanza para lograr mejores aprendizajes: se ha avanzado en la formación continua, pero seguimos teniendo una formación inicial desconectada de la realidad de las aulas y terriblemente disciplinar en secundaria.
2.Más allá de las meras estadísticas, ¿qué haría usted para que no haya niños excluidos educativamente?
Desde los gobiernos educativos hay muchas cosas que se pueden hacer, aún en contextos de situaciones socioeconómicas adversas. Hay mucha información y diagnósticos, pero hay poco uso de los mismos para definir acciones: falta una mirada microterritorial que queda opacada cuando se miran los grandes datos a nivel provincial. Eso exige que se fortalezcan los equipos ministeriales en análisis de información para orientar las políticas y la implementación de reales instancias de monitoreo cuanti-cualitativo. Esto se extiende a los supervisores que son un actor clave que permite articular el nivel macro del sistema educativo con el nivel micro de la escuela. La renovación del lugar de la supervisión creo que es un elemento clave: pensar en equipos de supervisión y no personas, y en planes de trabajo con las escuelas en vez de visitas esporádicas. También la escuela debe incorporar como tarea propia un monitoreo sistemático a partir de los registros administrativos; debiera ser una tarea de los equipos directivos, pero con el involucramiento también de docentes que funcionen como equipo responsable de implementar una propuesta integral de protección intensiva de los itinerarios escolares. En el caso de la secundaria, como comentaba en la respuesta a la pregunta anterior, es revisar su propuesta y su formato para que no resulte expulsiva y favorezca el desarrollo de capacidades clave en los estudiantes. Los estudiantes con itinerarios escolares interrumpidos deben poder volver a escuelas que nos los vuelvan a expulsar.
Politóloga, magister en administración pública y me formé en planeamiento, gestión y evaluación de políticas educativas tanto en el marco del Programa Regional de Formación en Planeamiento y Gestión de Políticas Educativas que desarrolla IIPE-UNESCO regional Buenos Aires como a partir de formaciones específicas, particularmente en evaluación. Hace muchos años que me desempeño en el sector educación en diferentes roles; por ello es que puedo decir que me siento más cómoda definiéndome como especialista en políticas educativas.
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