Existe un universo poco analizado por los investigadores: la parte emocional, que influye en la construcción del conocimiento y el desarrollo del pensamiento matemático, pues hay un fuerte vínculo entre el aprendizaje, las emociones y la influencia que tienen ciertos procesos como la motivación, actitudes, intereses y la dimensión afectiva del individuo, que determinan la calidad del aprendizaje, es por ello que es muy importante generarle a los alumnos y alumnas actitudes positivas; debemos intentar proporcionarles las herramientas adecuadas para afrontar
estas emociones negativas y generarles un vínculo más cercano con la asignatura.
Habitualmente, cuando hablamos de los obstáculos que se derivan de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de las matemáticas, los ubicamos en problemas del orden cognitivo, es decir, desde la reprobación, estrategias metodológicas, abstracción matemática, prácticas educativas docentes etc., es que la matemática es una asignatura ante la que los alumnos manifiestan una predisposición negativa, que está relacionado con varios factores, entre ellos: las creencias, valoraciones culturales y actitudes, sin embargo las emociones cumplen un papel muy
importante.
Expresiones como: “las matemáticas son complicadas”, “las matemáticas son sólo para genios” y la imagen que el alumno crea de sí mismo frente a las experiencias que han tenido con la materia, aunado a las “CREENCIAS HEREDADAS”, que son aquellas que nuestros padres, amigos o familiares nos trasladan, hacen que los alumnos sientan que no son buenos para esta ciencia, y los acerca a sentimientos como la frustración, la apatía y el desgano.
Debemos tener en cuenta que los padres, los profesores, los pares, son los principales transmisores de estas valoraciones culturales, de las valoraciones positivas o negativas que el estudiante impone a su mundo, una de las razones tiene que ver con esta suma de experiencias emocionales y cognitivas negativas que se transmiten de persona a persona y necesitamos estar atentos a ello para poder trabajarlas y modificarlas.
Los alumnos no son exclusivamente seres que participan cognitivamente en las clases, sino personas que poseen afectos, intereses, emociones y valores particulares. De hecho, se les debe concebir como personas totales no fragmentadas (Kirschenbaum, 1978), estas emociones se han denominado emociones académicas, son aquellas que se experimentan en el contexto escolar (PEKRUN, 2006). Entre ellas se encuentran tres grupos:
• Emociones de logro, que se relacionan con el éxito o el fracaso de una tarea escolar, como el disfrute y el aburrimiento
• Emociones sociales, son las que se manifiestan hacia los demás, por ejemplo, la envidia, la admiración y dimensión afectiva del individuo
• Emociones epistémicas, que tienen como objeto los aspectos del aprendizaje que generan conocimiento como resultado de las cualidades cognitivas y epistémicas de la información y el procesamiento de esa información, entre ellas, la sorpresa, la curiosidad y la ansiedad (CHEVRIER et al., 2019).
Entonces debemos preguntarnos sí ¿Los afectos de los alumnos determinan el aprendizaje matemático y el de otras ciencias? ¿Sí existe vinculación entre la emoción y el aprendizaje y de qué manera podemos trabajarlo?, además plantearnos sí ¿Es posible trabajar en el aula contenidos, con alumnos que ha padecido serios problemas intrafamiliares como abusos físicos y psicológicos?, ¿Podemos enseñarles contenidos a alumnos que no han comido?, ¿Dónde estará enfocado el interés o la demanda emocional del alumno o alumna ante estas situaciones
o factores influyentes que afectan la construcción del conocimiento? ¿Podemos integrar afectividad, emoción y aprendizaje?, ¿De qué manera podemos afrontar estas problemáticas, que en definitiva complejizan el proceso de enseñanza y aprendizaje?, antes estas preguntas debemos ser conscientes de que no hay una fórmula mágica para solucionar estas problemáticas o recetas superadoras para repetir en cada escuela en la que las y los docentes asisten. Sabemos que cada aula, cada escuela y cada alumno es diferente y ante esto el docente debe oficiar como guía, evitar fórmulas mecanicistas que no conducen a nada; el docente debe ser un tutor capaz de convencer al alumno de que él puede hacer lo que se proponga. Cada docente comprometido puede sembrar esperanza y transformación en sus alumnos, generar un impacto más allá delaula, lo que un profesor escribe en la pizarra de la vida nunca será borrado, pues no sabemos el impacto emocional que podemos generar en los alumnos o en sus familias.
La resolución de problemas no es sólo un desafío cuantitativo sino humano y la enseñanza es mucho más que impartir conocimiento, es inspirar el cambio.
Me gustaría saber más. Me interesa. Me gusta las matemáticas pero necesito saber mas estrategias.
Hola Raúl, me alegra muchísimo que le guste las matemáticas. El universo está escrito en lenguaje matemático. Lo invito a leer el siguiente artículo https://revista.elarcondeclio.com.ar/editar-mate-matematica-y-el-desafio-de-ensenarla/
Allí va a encontrar distintas situaciones didácticas para llevar al aula, para integrar las emociones solo necesitamos educar desde el amor, el compromiso y la escucha. Le envío un fuerte abrazo y generemos ese cambio que la educación y la sociedad necesitan. Saludos y seguimos en contacto
Educar a una persona no es enseñarle al alumno algo que no sabía. Un buen docente nunca se olvida y hace que lo recuerden en el tiempo y convierte al mal estudiante en bueno y el bueno en mejor. Felicitaciones!! Muy buen artículo
La humanidad con la que enfocas la educación matemática es un gran ejemplo para los docentes, para seguir construyendo una ciencia que se acerque más a la solución de los conflictos que se plantean en las aulas. Todos los niños deberían tener la posibilidad de sentir la experiencia de aprender matemáticas sin estar pensando como resolver sus problemas afectivos, de cubrir sus necesidades básicas y otros aspectos de su ambiente. Deberían estar desarrollando todo su potencial en la resolución de problemas matemáticos. Felicidades Romina. Excelente artículo
Hola Ruben muchas gracias por tus palabras. Coincido plenamente con las tuyos. Un fuerte abrazo y seguimos comunicados. Gracias por tu apoyo????
Gracias Celia por sus bellas palabras. Hacer una educación comprometida y más democrática es tarea de todos. Un beso enorme y seguimos en contacto
Tal cual Romi,recuerdo que en la escuela no nos animaban a ver las matemáticas así, a disfrutarlas, y la realidad es que todo lo que nos rodea tiene leyes físicas y matemáticas, la forma de volar en V de las aves, la sucesión de números en los girasoles o caracoles, el universo junto a todas sus leyes para mantener todo perfectamente equilibrado, y ni hablar de nuestro hermoso planeta que gracias a las matemáticas y física hace posible la vida. Como papás nos esforzamos por seguir inculcando cualidades en nuestros hijos, lo que los prepara para tratar a los demás y a ser personitas más felices. Y cuando aprenden jugando disfrutan más. Por supuesto seguiremos aprendiendo cosas, nuestro cerebro está hecho para eso, para seguir aprendiendo para siempre. A no temerle a las mates! Excelente artículo!!
Hola Rebe,¡QUÉ BELLO LO QUE NOS CONTAS! Muchas gracias por contar tus recuerdos y experiencias. Coincido plenamente. El universo está escrito en matemática,no debemos temerle, más bien disfrutarlas. Seguimos en contacto. Besos enormes
Gracias por sacar al ruedo estas ideas. Cada vez más los avances en neurociencias que se pueden aplicar a educación nos orientan a recordar como bien aprendimos de los grandes educadores como Víctor García Hoz (español hoy demasiado olvidado) y el genial Paulo Freire (insuficientemente estudiado en las aulas universitarias), la persona es una sola con muchas facetas como inteligencia cognitiva y afectiva, un cuerpo, un espíritu, una personalidad y un entorno, una comunidad con la que se relaciona. Es demasiado simplista e inútil querer desarrollar un pedazo del cerebro llenándolo de muchos contenidos (o al menos intentando) sin considerar a la persona del niño o del joven y aún del adulto. Dice Francisco Mora «Solo se aprende desde la emoción» y añade, «desde el amor y la alegría se aprende mejor». El cerebro rechaza el dolor y el miedo y por lo tanto no aprende desde esas emociones. Así que a hacer la lucha positiva de crear entornos amigables al aprendizaje. Qué bien que he visto que tus propuestas son alegres y favorecen el pensamiento y el aprendizaje a largo plazo. Adelante. Felicidades.
Gracias por tu mensaje. Te invito a ver y publicar tus ideas en la revista. Abrazos desde Arfentina
Gracias Clau, tus palabras son sabias. Nos has recordado a dos grandes referentes educadores. Cuánto nos falta aun, leer y aprender. Gracias por compartir tus palabras e ideas con nosotros. Besos y seguimos en contacto?
Mi primera práctica pedagógica sobre matemáticas consiste en propagar su importancia, por qué es útil, cuantas situaciones exigen su uso para resolución de problemas, si por ejemplo se va a dedicar a la construcción, cuantas cosas debe medir? Surgen respuestas; el terreno, el área de construcción, altura, ancho, grueso de las placas, etc. Lo propio si se dedica a contabilidad, medicina. Les animo a desmontar el prejuicio, les hablo de las matemáticas recreativas de Yacov Parelman, obteniendo un acercamiento muy provechoso.
Hola William, qué propuesta interesante. Ojalá todos viéramos esa importancia que usted le brinda a las matemáticas y que comprendan lo maravillosas y útiles que son en nuestra vida cotidiana. Lo invito a leer el siguiente artículo https://revista.elarcondeclio.com.ar/editar-mate-matematica-y-el-desafio-de-ensenarla/ Allí va a encontrar distintas situaciones didácticas para llevar al aula, para integrar las emociones solo necesitamos educar desde el amor, el compromiso y la escucha.
Si desea que escriba algún tema en especial, también lo invito a que lo ponga aquí en los comentarios.
Le envío un fuerte abrazo y generemos ese cambio que la educación y la sociedad necesitan. Saludos y seguimos en contacto