Decir que re evolucionamos en materia educativa es afirmar que es un proceso permanente de cambios.
Con la innovación y transformación educativa que estamos viviendo en estos tiempos, llegan nuevas prácticas docentes donde el centro de la educación y protagonista es el alumno, con todas sus condiciones, capacidades y competencias que lo determinan como único. Por lo que es ineludible que el docente sea capaz de desarrollarlas y aprovecharlas en su máxima expresión para que luego, ese futuro trabajador, pueda hacerle frente a la compleja competitividad actual.
Por ello se debe apuntar a una verdadera profesionalización del docente, en su formación y capacitación , que debe de ser concebida como un proceso permanente que promueva mejorar su desempeño, que pueda estar ligado al crecimiento de la institución educativa, y con ello mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje, donde se generan alumnos competentes con una proyección positiva en la región por medio de una educación de calidad.
Pensar hoy en educación es pensar en un nuevo paradigma educativo, en aprender a aprender y aprender a desaprender. Por lo que las antiguas y tradicionales clases teóricas están caducas. Aportan poca retroalimentación, ya que la participación de los estudiantes es mínima y, además, no se centran en los problemas individuales de cada alumno, lo que a la larga genera problemas de aprendizaje en muchos de ellos.
Para optimizar el aprendizaje y convertirlo en significativo, el docente debe tener en cuenta que cada alumno aprende a su ritmo, desarrolla unas habilidades más que otras y adquiere los conocimientos de una manera distinta a la de sus compañeros. Además deben de saber controlar y gestionar sus sentimientos y emociones, de ahí que cada vez adquiera más relevancia la educación emocional en las aulas.
En la era digital que estamos viviendo se convierte en algo indispensable la inclusión de las TIC de manera ubicua para el fortalecimiento de cualquier aspecto curricular. La utilización de recursos tecnológicos es una realidad que, de mayor o menor grado, ha llegado a casi todas las aulas para quedarse. Pero debemos perfeccionar a alumnos y docentes en el uso adecuado para su aprovechamiento óptimo, tendiendo al desarrollo de un pensamiento computacional. Este pensamiento les permite identificar, analizar e implementar posibles soluciones con el objetivo de lograr la combinación más efectiva y eficiente de pasos y recursos.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos revolucionarios son muchos los docentes que optan por innovar en sus clases introduciendo estrategias y metodologías didácticas motivadoras. Entre las estrategias y metodologías más relevantes de esta nueva educación encontramos:
• Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP)
• Aprendizaje Basado en Problemas(ABPro)
• Aprendizaje Colaborativo (AC)
• Enseñanza por Descubrimiento (EPD)
• Flipped Classroom (Aula Invertida)
• Aprendizaje Cooperativo
• Gamificación
• Programación.
Para hacer frente a estos grandes cambios paradigmáticos se necesitan políticas y planes educativos sólidos y coherentes, como base para construir sistemas de educación sostenibles y alcanzar los objetivos de desarrollo educativo.
Las políticas educativas deben formularse teniendo en cuenta esta re evolución educativa, basadas siempre en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En la misma, las ambiciones en el ámbito de la educación se plasman de manera esencial en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que pretende “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.
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