1.Andrés. Cicerón decía que la “historia es maestra de vida” entonces le pregunto: ¿Por qué saber Historia?
La Historia es una disciplina que tiene grandes ventajas y al mismo tiempo grandes desventajas. La primera es que como es un saber popular, es decir, todos tienen “historias” para contar, y todos forman parte de una historia y de la Historia, nadie duda que se deba saber, por lo que en un primer lugar nadie dudaría en responder a esa pregunta “porque es muy importante, porque hay que conocer el pasado para no repetir los errores”, etc. La Historia es una dimensión más de la cultura y la condición humana: somos historias. Pero en la misma línea es una disciplina con problemas, dado que ese mismo rasgo elemental de la cultura es muy difícil de terminar de profesionalizar. De ahí que sea muy común, y algo en verdad bueno dependiendo el caso, de que haya historiadores amateurs y profesionales de distintas áreas que a veces dediquen sus trabajos a hacer las historias de sus disciplinas. En ese proceso el historiador y el profesor de historia se terminan desdibujando, o peor, convirtiéndose en algo superfluo. Llegado ese punto la pregunta se vuelve problemática, dado que al docente de historia, en tanto especialista de algo que somos todos generalistas, se le exige siempre una pregunta extra: “¿para qué sirve?”. Personalmente, atendiendo a estas cuestiones, siempre respondo que ni sirve ni no sirve, es inevitable, dado que siendo que todos somos historias, en cualquier ámbito que nos desenvolvamos habremos de insertarnos en una Historia, seamos o no consientes.
2.¿Cuáles son los objetivos del Proyecto ONU?
Los Modelos de Naciones Unidas son juegos de rol educativos que consisten en la organización de una simulación de sesiones de trabajo del mencionado órgano internacional. Alumnos del ciclo superior de la escuela secundaria se reúnen en grupos de hasta 6 chicos y chicas representando la delegación de un país que les ha sido asignado para que debatan asumiendo las posturas y alineamientos internacionales de ese país. Es un proceso sumamente intenso e inmersivo en donde los alumnos deben ponerse en las zapatillas de una sociedad ajena, a veces extremadamente ajena a sus ideales, y confrontar con delegaciones de otros colegios, siguiendo siempre las reglas de comunicación y etiquetas diplomáticas. El juego puntualmente tiene como objetivo que los alumnos diseñen anteproyectos de resoluciones de la ONU, y solucionen distintas crisis internacionales que van surgiendo en el modelo. Pero en verdad los objetivos son mas vastos. Los alumnos deben estudiar interdisciplinariamente durante semanas para poder estar a la altura del vertiginoso juego, deben practicar oratoria y redacción, deben tener una gran rapidez social y académica para estar a tono con los a veces complejos escenarios que se generan. Finalmente, el juego tiene un objetivo eminentemente social, en donde los alumnos pueden socializar entre ellos fuera del marco escolar pero dentro del marco de una experiencia educativa única.
3.Imaginemos que usted es el consejero educacional de un país ¿En qué hechos y actividades educativas haría hincapié para que la historia sea más didáctica, que se respeten más la idiosincrasia de los lugares de origen de los alumnos y menos aburrida como muchas veces expresan los alumnos?
La Historia es una disciplina con una potencialidad didáctica enorme siempre y cuando el docente este lo suficientemente formado para poder ser lo plástico que requiera la situación, es decir, es un saber que no puede quedarse estanco dado que, al ser un componente de la condición social, hay tantas maneras de ver la Historia como personas existentes. En ese sentido, yo recomendaría que en todos los profesorados de historia se haga hincapié en la historiografía no como un mero saber enciclopédico en el que un docente debe tener noción de las distintas escuelas historiográficas, sino en tanto capacidad de reconocer rápidamente distintos tipos de discursos históricos y aprovechar de ellos lo que sea necesario para poder diseñar clases acorde a toda la variedad de formas de pensar un mismo tema. Es decir, se debe considerar la historia de la historiografía como un insumo más para la didáctica de la enseñanza de la historia. En ese sentido, un profesor de historia debe atender no solo la idiosincrasia del lugar de origen sino también de las clases sociales con que trabaja, las instituciones en las que participa y la diversidad ideológica de sus alumnos. En ese sentido, el carácter “aburrido” de la Historia, al menos en mi visión, se debe a que no sabe adaptarse a las demandas del entorno.
4.Enseñar historia ¿es saber transmitir los conocimientos históricos o es repensar en torno al significado de dicha disciplina en el ámbito escolar?
La Historia, inclusive en el mas constructivista de los puntos de vista, siempre será una disciplina contenidista. Podemos variar las interpretaciones, pero las líneas de tiempo, las fechas y los nombres siempre permanecerán. No obstante, el contenido en sí mismo no basta, siempre se le debe significar acorde a la demanda social sobre ese tema o las interpretaciones habidas por los distintos historiadores y uno mismo como docente de Historia. Y esto pasa con todos los temas. Por ejemplo, Historia Medieval e Historia Argentina Contemporánea son dos ramas de la Historia totalmente distintos, con sus distintos autores de referencia y preocupaciones académicas. Pero el deber del profesor de historia es traer esos temas al aula significándolos para que sean socialmente relevantes. Por supuesto, se deberá debatir renta feudal, caída del imperio romano de occidente y pacto vasallatico por un lado, y dictadura e hiperinflación por el otro, pero en cada momento, cada instancia “contenidista” deberá ser interpretada, valorada, debatida y sentida.
5.Andrés: enseñando historia como profesor puedo hacer una pedagogía de la pregunta sobre nuestros orígenes?
Yo soy titular de Historia en 6to año en una escuela privada de La Plata (San Miguel Garicoits). En ese sentido, enseño historia argentina desde 1973 hasta donde se pueda (a veces menemismo, a veces crisis del 2001). En ese contexto, hablar de los orígenes personales es fundamental para poder debatir mejor y mas profundamente los distintos temas. Siempre traigo a colación algunas anécdotas de mis abuelos para poder personalizar y humanizar el debate, e invito siempre a los alumnos a que se pongan a preguntar a los familiares qué hacían en la época de Alfonsín o la Ultima Dictadura. No necesariamente para traer esas anécdotas a colación en el aula (no quiero meterme en cuestiones personales con temas que pueden ser dolorosos) sino para que ellos mismos se coloquen desde un lugar personal para discutir el tema. Con cualquier rama de la historia puede hacerse un ejercicio de acercarse sentimental o subjetivamente para poder reconocer algún origen, la cuestión es saber hacer la pregunta correcta y que tenga el suficiente valor sentimental para los alumnos. Con Historia Argentina puede parecer sencillo en cambio con Historia Medieval o Moderna puede ser un poco mas difícil, pero voy a plantear un ejemplo. En 2do y 3ro, dependiendo siempre la situación de la planificación como la lleven en cada escuela, se puede discutir sobre monarquías absolutistas. Ahora bien, ¿qué puede discutirse sobre eso que le sea significativo al alumno para hablar de sus orígenes? Hay que ir un poco atrás. El sociólogo Norbert Elías en su libro “La sociedad cortesana” plantea que en las monarquías absolutistas la característica era la rígida etiqueta de las Cortes, que hacía desaparecer la línea separatoria de lo público y lo privado, hasta el punto en que las relaciones afectivas y sexuales de un conde o un duque eran asuntos de estado de primera categoría. Teniendo en cuenta las actuales demandas en educación sexual integral, debatir sociedad cortesana puede ser un fundamental modo de debatir sobre los orígenes de nuestras vinculaciones afectivas y sexuales.
Andrés Dragowski Profesor en Historia. Profesor de Historia y también colaborador en el Museo de Física de la UNLP en temas Historia y Literatura.
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