1. En tiempos de Pandemia los docentes estamos listo ¿los recursos están o se está gestando una nueva clase de analfabetismo en este caso el digital?
Este contexto de pandemia, que resulta incierto y vertiginoso, nos pone a los/as docentes en un lugar diferente, con la necesidad de revisar lo que hacemos para adecuarlo al nuevo escenario educativo y particularmente a nuestros/as estudiantes. Esto, en el fondo, nos lleva a principalmente a revisar nuestras acciones didácticamente, recuperar las decisiones que consideramos adecuadas y las que necesitamos modificar y ver cómo las resolvemos.
Me animo a pensar, más que en an/alfabetismos, en obstáculos tecnopedagógicos. De alguna manera muchos/as docentes y estudiantes fueron “desterrados” de su espacio habitual y forzados a continuar los procesos educativos en otro entorno. Creo que el proceso de cambiar de “espacio” para enseñar y aprender, es decir pasar de un aula presencial con toda la carga de significados que atañe, a entornos virtuales implica pensar en la compleja trama que se genera entre lo didáctico/pedagógico y las mediaciones tecnológicas. Como te mencionaba al principio, esto no fue elegido por los/as docentes ni tampoco fue anticipado, por lo tanto a lo anterior se le suman otras cuestiones de organización y gestión con las cuales los/as docentes también tienen que lidiar.
Cuando digo “obstáculos tecnopedagógicos” pienso en algo más que “no saber usar las herramientas o aplicaciones” para producir contenidos, para dar las clases o para comunicarse con los/as estudiantes. Surgen también dudas o cuestiones sobre la problematización el contenido a enseñar en este contexto. y esto tiene que ver directamente con una discusión puramente didáctica, y no necesariamente tecnológica: ¿Qué tipos de tareas pueden hacer
los/as estudiantes con los recursos que tienen en sus hogares? ¿Todos/as tienen las mismas posibilidades de conexión y disponibilidad de espacios de trabajo? ¿Qué aprendizajes son valiosos en este contexto de pandemia? ¿Qué podemos propiciar en los estudiantes para fortalecer su participación crítica en este momento socio histórico incierto? De este modo creo que los obstáculos que se le presentan a los docentes exceden un (an)alfabetismo digital y creo que, con la acción de diferentes decisiones de gestión educativa, sumado al poder de acción docente se pueden ir superando. Como todo, implica un proceso, que estoy convencida nos va a conducir a nuevos escenarios educativos. Tenemos que tener constancia y trabajar, cada uno/a desde su lugar.
2. ¿Cómo evalúa usted la Tele escuela en estos tiempos?
Entiendo que al hablar de “tele escuela” nos referimos a la serie de contenidos que se distribuyen a través de la televisión abierta y son destinados a los estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario del sistema educativo. Este tipo de contenidos responden a la necesidad de seguir transmitiendo contenidos de forma masiva. Y en este sentido son valiosos: acercan información, contenidos, abarcan gran cantidad de destinatarios/as, nos permiten llegar con información a estudiantes que por diferentes razones no pueden tener contacto con sus docentes o instituciones escolares.
No obstante es importante tener en claro que no pueden suplir el trabajo docente y la experiencia de aprendizaje escolar. Por esto no debemos confiar que consumiendo esta información estamos “educando”, en todo caso estamos “informando”, brindando información que se acerca a los contenidos temáticos del currículo escolar. Esto no deja de ser valioso e importante, de hecho es una acción concreta de política educativa que, ante la emergencia, vino a “llenar” el espacio de transmisión de información básica que la escuela ya no estaba pudiendo dar a causa del
Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Pero insisto: educar implica la acción docente e institucional de la escuela y esto no lo podemos suplantar, o al menos, aún no sabemos cómo reemplazarlo.
Ahora bien, como docentes podemos utilizar este tipo de contenidos y darle un sentido dentro de una actividad de aprendizaje, por ejemplo. Me refiero a utilizar didácticamente estos recursos que están bien producidos y son de libre uso para para vincularlo con otros materiales y darles un lugar dentro de un recorrido de aprendizaje que ponga en juego el contenido y las habilidades a desarrollar en los/as estudiantes. En este punto está la acción docente, imposible de suplir si lo que queremos es educar.
3. ¿Por qué la evaluación es concebida muchas veces como un espacio de conflicto? ¿Cuáles son las causas de estos conflictos si los hay?
Me surge pensar en dos núcleos en torno a “los problemas” de la evaluación principalmente en los ámbitos escolares. Creo que la propia complejidad de la evaluación de los aprendizajes tensionada por estas dos cuestiones que te mencionaré propician un suelo fértil para los conflictos a los cuales hacés referencia en tu pregunta.
El primer núcleo de cuestiones tiene que ver con que desperdiciamos el potencial del sentido amplio del concepto de evaluación de los aprendizajes. Es habitual observar una disociación entre las instancias de aprendizaje y las de evaluación, lo cual es curioso porque en sí misma la evaluación puede (o debería poder) diseñarse como un momento de aprendizaje en sí mismo.
De alguna forma no nos resulta claro por qué la evaluación formativa es un proceso necesario para las actividades de aprendizaje, y es en este punto donde surge esta disociación que hacer pensar que las instancias evaluativas no son instancias de aprendizaje.
El segundo núcleo de cuestiones tiene que ver con que, dentro del sistema educativo, la acreditación tiene un peso sustancial que se ve sostenido por la construcción de estructuras jerárquicas altamente meritocráticas. Esto, sin propiciarlo explícitamente, le otorga un poder sobre la evaluación de los aprendizajes centralizado en el/la docente. Y esto no tiene por que ser un ámbito de decisiones exclusiva del docente. De hecho, y a modo de ejemplo, la coevaluación también es válida y las decisiones de los/as colegas o compañeros/as de curso también son
importantes. En este punto le estamos dando mayor participación a los/as estudiantes, otorgándoles la responsabilidad de rescatar el valor de sus aprendizajes y de las tareas que hacen y comparten con sus compañeros.
Desde mi perspectiva re-pensar y re-posicionarnos frente a estos dos núcleos de cuestiones vinculadas con la evaluación es una reflexión sustancial, y como docentes, darnos la oportunidad de hacerlo es un gran desafío.
4. La autoevaluación docente y de los alumnos ¿es una pieza clave en la mejora escolar? ¿Por qué?
Entiendo que la mejora escolar implica muchas variables que van desde lo político, lo pedagógico, la gestión escolar, la formación docente, hasta la participación social y familiar en elproceso educativo. Pero la autoevaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje son un aspecto interesante. Principalmente porque pueden articularse con otras instancias de la vida escolar y crear comunidades de práctica y aprendizaje dentro de las propias instituciones. Esto supone romper con lógicas de trabajo muy arraigadas actualmente y pensar(nos) dentro de un colectivo que busca y comparte nuevas formas de llevar adelante las actividades escolares.
Para pensarlo creo que tenemos que diferenciar por un lado el proceso de autoevaluación de la enseñanza y por otro el de los aprendizajes y, en algún punto, vincularlos. A pesar de esto creo que la autoevaluación en cualquier espacio que se implemente debe proponerse dentro de un proceso de mejora que implique acciones concretas a partir de la información que se recabe mediante la autoevaluación. Creo que de este modo resultaría un impacto valioso en la mejora
escolar.
5. ¿Cuál es el papel de los nuevos actores económicos (corporaciones de internet, fabricantes de dispositivos, desarrolladores de software, fondos de inversión…) y sociales (Fundaciones, Asociaciones sin ánimo de lucro, otras entidades colaboradoras) en sistema educativo Argentino?
Tanto los actores económicos como los sociales que mencionás tienen una participación dentro del sistema educativo e inciden, en mayor o menor medida, en las decisiones de política educativa que se toman a nivel nacional. Creo que el motor económico siempre tensiona muchos intereses particulares del ámbito empresarial pero, el papel más importante que tienen, y en general cada uno de los sectores del ámbito educativo, es contribuir en la mejor de la calidad educativa en todo el territorio nacional. Entiendo que la categoría de “calidad educativa” es complejo definirla y tomarla sin mucha delimitación conceptual en estas palabras, pero en cierto modo cada uno de estos actores tiene un grado de responsabilidad en el escenario educativo actual.
6 .Por último le pido un mensaje de aliento a todos los docentes que estamos dando clases en
estas circunstancias en nuestro país.
Hace unas semanas escuché a Francesco Tonucci decir “Los docentes tienen poder, que no se escondan detrás de programas” y me parece una idea muy potente para retransmitir en este momento. Considero que en esa breve frase nos sitúa a los/as docentes como co-constructores de la realidad de nuestras aulas (sean presenciales o virtuales). Es decir, no tiene mucha solidez excusarnos detrás de “lo que tenemos que enseñar” o “lo que nos dicen que hay que enseñar” porque tenemos el libre albedrío de pensar cómo vamos a trabajar con nuestros estudiantes, porque efectivamente somos quienes conocemos la realidad de ellos/as y le brindamos herramientas para participar de esta co-construcción.
Entonces tenemos que ser conscientes que el contexto cambió de improviso pero siempre tenemos la oportunidad repensar nuestro rol en relación con nuestros/as estudiantes. En este sentido no dejemos que los obstáculos técnicos o instrumentales nos abrumen porque siempre tenemos la opción de resolverlos trabajando con otros/as, preguntando, inspirándonos en lo que otros/as hicieron… En este momento, creo, lo importante es la acción docente contextualizada, retomar lo que nos sale bien, escuchar a nuestros/as estudiantes, educar desde las propias vivencias, encontrar conexiones y significados al “contenido” desde lo que está sucediendo. Y estoy convencida que esto se puede lograr.
Gracias Milagros
Perfil de María de los Milagros Langhi
Breve recorrido: Ma. de los Milagros Langhi es Lic. en Educación (Universidad Fray Luca Paccioli -UFLP-, México), Especialista en
Educación y Nuevas Tecnologías (Flacso, Argentina) y Experta en e-learning (UTN-frbs). Actualmente es maestranda en educación por la UFLP. Se desempeña como asistente tecnopedagógica de posgrado y en diversos proyectos de vinculación nacionales e internacionales del
PENT/FLACSO Argentina. También es tutora de la Lic. en Educación de la UFLP Virtual (México) y brinda asesorías a diferentes Universidades Nacionales.
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