El homínido vivió hace unos 146.000 años. Tenía una cara primitiva, pero la misma capacidad cerebral que los humanos actuales
Un equipo liderado por científicos chinos dice que ha encontrado los restos de una nueva especie humana que vivió en Asia hace al menos 146.000 años y que sería el pariente evolutivo más cercano del Homo sapiens, nuestra propia especie.
Los investigadores lo han bautizado como Homo longi, hombre dragón, en referencia al nombre de la región del noreste de China donde se halló el cráneo fósil. El análisis de esta calavera apunta a que se trataba de un hombre de unos 50 años, probablemente alto y fuerte. Este humano era una especie de frankenstein con rasgos primitivos y modernos: una cabeza aplanada, gruesos arcos sobre las cejas, una boca ancha y unos dientes bastante más grandes que los de cualquier persona actual.
Científicos anunciaron este viernes que un cráneo descubierto en el noreste de China representa una especie humana recién descubierta que han bautizado como Homo longi, u «hombre dragón», y dicen que el linaje debería reemplazar a los neandertales como nuestros parientes más cercanos.
El cráneo de Harbin se descubrió en la década de 1930 en la ciudad del mismo nombre, en la provincia de Heilongjiang, pero al parecer se ocultó en un pozo durante 85 años para protegerlo del ejército japonés. Posteriormente fue desenterrado y entregado a Ji Qiang, profesor de la Universidad GEO de Hebei, en 2018.
Según describen sus autores, el enorme cráneo podía albergar un cerebro de tamaño comparable al de los humanos modernos, aunque tenía unas cuencas oculares más grandes y casi cuadradas, gruesas crestas de las cejas, una boca ancha y dientes de gran tamaño.
Los científicos creen que se trata del cráneo de un varón de unos 50 años de edad, que vivía en un entorno boscoso y de llanura aluvial como parte de una pequeña comunidad y que como los sapiens, cazaban, recolectaban frutas y verduras, y “quizás incluso pescaban”, explica Xijun Ni, profesor de primatología y paleoantropología de la Academia China de Ciencias.
ara los autores, los Homo longi eran humanos fuertes y robustos y sus posibles interacciones con el Homo sapiens podrían haber moldeado nuestra historia.
«En conjunto, el cráneo de Harbin nos proporciona más pruebas para entender la diversidad de los Homo y las relaciones evolutivas entre estas diversas especies y poblaciones de Homo. Hemos encontrado nuestro linaje hermano perdido hace tiempo», concluye Ni.
El paleoantropólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Antonio Rosas está de acuerdo en que los análisis de este fósil humano pueden «influir fuertemente en la investigación futura sobre la evolución humana», ya que contienen «un punto revolucionario, con implicaciones en varios aspectos clave de la evolución del género Homo», detalla a EFE.
Y aunque al investigador español le preocupa que los autores hayan dado mucho peso a ciertas características faciales que se consideran como derivadas en paleontología, reconoce que los rasgos morfológicos del rostro pueden ser, de hecho, «características primitivas heredadas de un ancestro común».
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