La carrera del profesorado de Ciencias Sagradas capacita para ejercer la Enseñanza Religiosa y la Catequesis. Cuenta con una amplia formación filosófica, psicológica y pedagógica que le dará herramientas al futuro docente para adaptarse a las necesidades de los alumnos. Así serán muchos los caminos para abordar la Teología y hacer llegar el mensaje cristiano de manera adecuada a las circunstancias del alumno distinguiendo las etapas de la vida.
El adolescente está en la búsqueda de su papel en la sociedad y muchas veces está puede traducirse en una crisis religiosa. La tarea principal del formador en esta ciencia, por tanto, será hacerle descubrir el sentido genuinamente cristiano de la vida. Debe proyectar la luz del Evangelio sobre las realidades que mayormente conmueven a adolescente, como el sentido de la existencia corporal, el amor, la familia, el trabajo y el tiempo libre, la justicia , la paz y así la orientación de la propia vida.
Las Ciencias Sagradas nos ayudan a progresar en la vida de fe. Se debe transmitir la palabra de Dios guardando fidelidad a la misma; el docente debe dar testimonio de fe, acompañando una auténtica vida cristiana.
Para ello es muy importante tener en cuenta que existen dos órdenes de conocimiento intelectual que son el de la razón natural y el de la fe.
Con la razón se demuestran los fundamentos racionales de la fe, la cual es utilizada por la ciencia teológica para comprender los contenidos de la misma. Lo importante aquí es advertir que la fe también ayuda a la razón protegiéndola de errores y aportando muchos conocimientos que la sola razón no podría alcanzar.
En consecuencia, hay que añadir que la gracia perfecciona el conocimiento natural ordenándolo a lo sobrenatural. A menudo no percibimos el poder de la gracia que, a través de nuestras palabras, llega profundamente a nuestros alumnos y los moldea para que puedan descubrir el amor de Dios.
Para concluir, el objetivo es dar a conocer a Dios desde lo cotidiano, lograr que el espacio de Formación Religiosa sea significativo en la vida del alumno. Por eso es fundamental que el docente comunique su experiencia y testimonio de fe para introducir el deseo de conocer a Cristo y así empezar a trabajar el conocimiento a través de la fe, actitud que no puede prescindir de la libertad que esta misma conlleva.
Sé el primero en comentar