Cada día se producen situaciones diversas dentro de las aulas y a esto es a lo que denominamos “escena escolar”, cada situación responde a una escena distinta la cual necesita de varios conceptos distintos para ser analizada.
Muchas veces hablamos de valores o decimos que se han perdido los valores, pero realmente nos detenemos a pensar ¿de que hablamos cuando hablamos de valores? O si profundizamos un poco más cuanto analizamos de la ética y la ciudadanía en cada situación.
Para poder ampliar en base a esta preguntas es conveniente desarrollar un poco que se entiende sobre estos conceptos o bien como deberían entenderse los mismos en una institución escolar, y ¿la política donde queda marcada dentro de todo esto? ¿En el simple hecho de que existe una normativa? ¿Acaso eso es la política institucional?
Si analizamos desde la política podemos decir que la política nos atraviesa en todas las actividades que se realizan en las instituciones ya que a pesar de que muchas veces escuchamos decir “yo no hago política” o “la escuela no está para hacer política” esto no es así ya que hay una malinterpretación de la palabra política, porque desde el momento que la decimos estamos llevándola a cabo, desde el momento en que pensamos en un “nosotros” estamos dando inicio a la vida política en nuestras instituciones. Digo esto aquí ya que hemos dicho muchas veces que la escuela forma ciudadanos y en general no nos preguntamos a que se refiere esto.
Según Campillo cuando existe una articulación entre el acuerdo, el conflicto y la regla en conjunto con un proceso de politización y despolitización, ahí comienza la vida política; y esto es algo que sucede todo el tiempo dentro de las aulas por eso hablamos de formar para la ciudadanía porque los alumnos de las escuelas ya son ciudadanos de momento que legalmente cumplen esa condición o sea que la escuela da las herramientas para que esa ciudadanía sea plena.
El concepto de ciudanía se encuentra ligado al de democracia ya que “la democracia es el único régimen político en el que a todos los miembros de la comunidad se reconocen unos a otros los mismos derechos, participan por igual en el gobierno de los asuntos públicos y regulan esos derechos y esa participación por medio de leyes que son acordadas entre todos y que también obligan a todos. La ciudadanía es el estatuto jurídico de la libertad e igualdad del que disfrutan todos los miembros de una comunidad política democrática. Donde no hay democracia, tampoco puede haber ciudadanía” (Campillo Meseguer, 2005).
Cabe aclarar aquí que es necesario pensar en la ciudadanía de manera multicultural, atendiendo a que todos son ciudadanos y como tales deben ejercer su ciudadanía y es la escuela la que debe ofrecerle las herramientas para que esto sea posible.
El otro punto que yo planteaba en las preguntas hacía referencia a la ética, según lo que he leído puedo decir que entendemos a la ética como la reflexión sobre la moral, es decir, sobre lo que consideramos bueno y lo que creemos malo (Schujman, 2007). Ahora si nos paramos a ver que es la moral, según mis conocimientos sobre la misma es un código de normas, costumbres, hábitos que caracterizan a un cierto contexto social. Bien muchas veces en las escenas escolares puede verse que la realidad es que la “moral” de los padres que plantean un problema no es la misma que aquella sobre la que están parados los docentes y la escuela misma, ya que ellos tienen normas, hábitos y costumbres diferentes que la escuela no está teniendo en cuenta, por todo es tan necesario que toda la comunidad educativa participé de los acuerdos de convivencia que se desarrollan en las instituciones para que todos puedan
Y ya que estamos hablando de ética y moral porque no hablar también de los valores ese término tan discutido y escuchado en todos los ámbitos escolares, y nos podríamos preguntar ¿qué son los valores? pero no corresponde aquí hacer todo un desarrollo del tema sino solo decir que en general puede verse que los valores de la escuela y la familia no son los mismos y es por eso que muchas veces se generan los conflictos.
Hemos escuchado decir muchas veces que hay una “crisis de valores” cuando sucede una situación de conflicto en una escena escolar, lo cual no está mal ya que es necesario que exista para que a partir de ella pueda surgir la reflexión ética y política que da la posibilidad de validar esos valores morales que están en crisis. El problema muchas veces es que tal discusión no se da porque directamente pasa inadvertida por todos los actores presentes en la escena.
Cuando esto sucede se están dejando de lado de manera manifiesta los puntos centrales de la educación democrática y se pierde el sentido de la educación, dejando un vacío institucional atravesado por la falta de normas, de ética, de políticas inclusivas y principalmente de compromiso con su actor principal: los alumnos y su formación.
Creo que estos análisis deberían ser realizados en cada situación problemática que se planteé en nuestras aulas porque si estos análisis no se realizan nunca podremos llevar adelante una educación democrática, inclusiva y de calidad para todos los alumnos.
Es necesario repensar las prácticas educativas teniendo en cuenta las “crisis de valores” y no la perdida de los mismos, la interculturalidad, los conflictos como puntos de partida para la reflexión y readecuación de normas, la ética como forma de reflexión sobre la legitimidad de los discursos que nos atraviesan, y la educación como un conjunto de todo esto y muchos puntos más que son necesarios pensar y repensar con el fin de mejorar cada día nuestra tarea como docentes. Y seguir pensando como volver a recuperar esos valores que tantas veces mencionamos, el valor de la educación.
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