La siguiente nota de opinón la realizó la Docente Laura Capurro para la revista El Arcón de Clio.
En el año 2017 esbocé algunos pensamientos en el artículo “ Trayectorias escolares en la Escuela Secundaria. ¿ Mera declamatoria o un hecho concreto en Educación? basado en mis propias experiencias docentes en la rama desde el año 2005 y la continua deserción a partir del 3er y 4to año de las Escuelas Secundarias en las que yo he trabajado.
Tal vez no lo hubiera retomado sino fuera por la Pandemia. Pandemia que nos obligó a dar clases a distancia y que desnudó la desigualdad de conectividad de nuestros docentes y alumnos.
Las trayectorias escolares que de por sí ya no eran lineales ni cronológicamente exactas respecto a lo programado por DGCYE tomaron rumbos bien diferentes, debido a diversas situaciones: alumnos que viven en el campo, alumnos sin computadora o celular, alumnos que se enfermaron o con la familia enferma, alumnos que atravesaron depresiones por el aislamiento y la falta de contacto social.
La Escuela como lugar de aprendizaje y socialización se atomizó. Se sintió la falta de la cercanía del docente que siguió trabajando desde su casa mediado por aulas virtuales de Classroom, Zoom, Skype, Youtube, etc.
Lo realizado en Educación durante el año 2020 ha sido en base al esfuerzo económico de cada uno de los docentes que han tenido que comprar o actualizar sus equipos y conectividad y que han visto excedido en los horarios de trabajo presenciales su jornada laboral ya que hasta fines de semana o feriados se trabajó porque los alumnos se
conectaban cuando podían.
Algunos alumnos pudieron no sin tropiezos adaptarse a la nueva situación y continuar los aprendizajes, otros por diferentes motivos lo hicieron irregularmente y muchísimos están en un impasse educativo.
Recibimos en una Jornada las directivas a seguir sobre el cierre del ciclo lectivo 2020 y su conformación en una unidad pedagógica con el ciclo 2021, se habla de trayectorias avanzadas, en proceso o en acompañamiento.
La realidad finalmente se impuso.
Los actos meramente declamatorios tuvieron que transformarse en hechos concretos para evitar la repitencia que llevaría al colapso de la matrícula o al abandono. Por otra parte la aprobación de contenidos y prácticas no adquiridos tampoco es una alternativa, ni tampoco la extensión de los ciclos lectivos en las distintas ramas, ya que no se tiene claro tampoco cuando terminará o no la pandemia en el caso de lograr la vacuna salvadora.
¿ Podremos acompañar trayectorias desiguales con los recursos que disponemos, luego de un año en el que los docentes hemos replanificado todas nuestras estrategias y contenidos prioritarios sobre la marcha desde el minuto cero del ASPO?
Seguramente que sí, el argentino tiene la virtud de reinventarse y los docentes tienen esa virtud duplicada, pero además de los ATR, vamos a necesitar más recursos para los EOE, porque creo que màs que docentes en formaciòn, sin experiencia, se necesitan recursos humanos especializados en estas problemáticas de deserción escolar, para que el problema sanitario y económico que atravesamos no haga colapsar a la Educación Pública, las balsas
que proporcionamos las bases este año para mantener a flote el sistema están a la espera de que se organice esta transición, en cuanto a recursos tecnológicos y humanos, ya que la virtualidad y la semipresencialidad a llegado para quedarse al menos por un par de años…
Sé el primero en comentar