“Podemos estar llegando al sobrediagnóstico. Debido a los avances en la sociedad y las nuevas sociedades, parece que ya no toleramos que los niños se muevan, corran, chillen, molesten y no paren quietos.” Expresó la licenciada en
psicología Lara Estrella Fernández en el blog Conectia Psicología en el 2017.
En la actualidad, en nuestras aulas, nos encontramos con muchos niños y adolescentes diversos. Vamos observando
que, en contraste con décadas anteriores, muchos de los estudiantes de la escuela de hoy parecieran mantener menos la atención ante exposiciones de los profesores, por ejemplo.
Considero la atención como una de las funciones cognitivas que permite enfocarse y sostener la dirección del pensamiento en un determinado objeto y actividad, sin distraerse con otros estímulos externos o internos. El desarrollo de esta posibilita establecer con eficacia otras funciones, como la memoria y velocidad de procesamiento.
En las escuelas se escucha a diario que los chicos no prestan atención, se distraen todo el tiempo.
Pero, ¿nos habla eso de un déficit en la atención en nuestros estudiantes?
Si bien hay niños o adolescentes que pueden presentar desafíos en el desarrollo de la atención y debe hacerse la derivación y el tratamiento correspondiente, es para pensar el discurso masificado de que todos los estudiantes que no atienden en alguna clase deberían tener algún diagnóstico. Si la primera reacción como docentes ante la inatención de los estudiantes puede ser clasificarlos de esta manera, se propone un autocuestionamiento o reflexión de otras variables que pueden estar en juego en la situación áulica.
En el nivel medio, más específicamente en el ámbito que me desempeño, sucede que, además de considerar que puede ser que el estudiante padezca de un déficit en su función cognitiva atencional, se los considera como desinteresados, entonces el aparentar no estar prestando atención de los jóvenes queda atribuido a una patología o a una ausencia de intereses a nivel generalizado.
Poniendo esto en tela de juicio, podemos analizar qué les está pasando a los adolescentes de hoy. Quizás más que un problema para enfocar o sostener la atención, sea que su atención está acaparada por otras problemáticas, como pueden ser los cambios que les ocurren en su cuerpo, el duelo de su identidad como niño, la integración social a la que aspiran, problemáticas familiares, temores hacia el futuro, etc.
Puede que el joven aparentemente con problemas de atención o desinteresado, esté tomado por sus emociones o problemáticas circunstanciales, que aparentan nada tener que ver con los contenidos que se le están presentando.
Expresó Rossana Reguillo (2000) que, por lo general, se piensa a los jóvenes como quienes están en un momento intermedio entre la adultez y la niñez. Desde esa idea, se los considera como quienes se preparan para ser adultos, como si su tiempo actual no fuera importante, y se les enseña todo poniendo la motivación en el tiempo que vendrá, en el futuro. Así se escuchan frases de profesores manifestando que el aprendizaje de ese contenido le servirá más adelante Etiquetamiento y sobrediagnósticos a los alumnos.
Le abrirá una puerta a futuro. Si bien es cierto que el aprendizaje, o su acreditación, pueden serle útiles en otro momento, con esas ideas se hace foco en un tiempo que aún no llego.
En este sentido, se les pueden formular temas que sean valorados sólo por se útiles en un, supuesto y aún imaginario, futuro o en su actualidad. Podemos pensar, qué se les está proponiendo estudiar y cómo se les está presentando la temática.
Para poder abordar el presente de las juventudes, con las cuales trabajamos, será necesario abrirnos a la escucha, no presuponer que es lo que les está sucediendo. Para ello será propicio realizar las clases con una didáctica crítica, que proponga la participación de todos los estudiantes, poniendo a cada uno en un rol activo y reflexivo.
Si como docentes seguimos dando clases en un modo más tradicional, de mera exposición, nos estamos cerrando a poder descubrir las preocupaciones, saberes e intereses que presentan los adolescentes de hoy.
Necesitamos establecer diálogos con nuestros estudiantes, habilitar una verdadera comunicación. Cuestiono, aquí el concepto de comunicación antiguo, en el cual se partía de un emisor que emitía un mensaje y un receptor que lo recibía, porque desde esa noción se pensaba en un profesor que presentaba un contenido y los estudiantes eran recipientes a ser llenados.
En cuanto a esto, hoy se entiende que para el que se produzca el aprendizaje de nuestros jóvenes, no hay que trasmitirles contenidos como un traspasamiento, sino que, como mencionó Freire (2004), hay que crear las condiciones para que los chicos puedan producir nuevos saberes. Esto se podrá hacer desde una noción de la comunicación en la cual se co-construye el mensaje y conocimiento a aprender, y entonces se puede abrir a un intercambio.
Por ello, será necesario pensar un docente, que como adulto pueda estar dispuesto a conocer las problemáticas, los gustos y realidades que vivencian los estudiantes con los cuales podrá construir el conocimiento. Sólo entrando en vinculación y haciendo lazo con ellos podrá ser mediador del conocimiento, estableciendo lo que ellos saben, y produciendo con ellos un nuevo saber que tenga sentido en sus experiencias vitales.
Con la gran heterogeneidad de culturas, religiones y formas de pensar presentes en la sociedad y, por lo tanto, en nuestras aulas, se propone que ese espacio de apertura a la participación colectiva, sea promovido desde un posicionamiento de tolerancia y respeto por las diferencias.
Lic. Natalia Marx Lic. en Psicopedagogía en la Universidad de la Cuenca del Plata.
Bibliografía
FERNÁNDEZ, J. E. (2017). “¿Por qué el creciente diagnóstico de niños con TDAH?”. Blog Conectia Psicología (11/03/2017) https://conectia-psicologia.es/por-que-el-creciente-diagnostico-de-ninos-con-tdah/
FREIRE, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía. Paz e Terra SA. Profesora habilitando la comunicación con sus estudiantes
Reguillo Cruz, R. (2000). Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto. Enciclopedia latinoamericana de sociocultural y comunicación. Grupo Editorial Norma.
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