Atravesamos una época donde la transmisión de información se da en forma instantánea, veloz y constante. A diario recibimos gran cantidad de mensajes, la mayoría, generadores de incertidumbre, inseguridad y muchas veces miedo.
Tal situación puede tener un impacto en la salud.
Desde el anuncio de las medidas sanitarias y la instalación de la palabra “pandemia” (refiere a una enfermedad que impacta a toda la sociedad, no solo en forma individual), con el consecuente bombardeo de información, se empezó a notar en la población cierto miedo y preocupación excesiva a contraer el coronavirus. ¡Y justo el virus llega en tiempos de redes sociales!
Ante este panorama, es necesario entender que el miedo es una emoción adaptativa y que nos permite escapar de algún peligro inminente, pero en exceso nos paraliza y puede dar lugar al malestar, afectando nuestra salud y llevándonos hacia actitudes irracionales como perder la posibilidad de responder inteligentemente ante situaciones de estrés. Gestionar las emociones, para contrarrestar el efecto de la incertidumbre generada es un paso necesario.
Por lo dicho van algunas recomendaciones:
NO tengas miedo, pero SI cuídate.
Las medidas que se toman, son preventivas, con especial atención a la población vulnerable y a quienes se desempeñan en los hospitales, centros de salud, etc.
La cuarentena lo que busca el reducir la circulación del virus y así evitar la infección masiva y en consecuencia el colapso de los recursos sanitarios. (humanos y materiales).
NO te aferres a pensamientos que aumenten el temor y el malestar.
Reconoce las emociones que tengas y habla al respecto.
Se empático/a ahora más que nunca, entre todos debemos pasar la pandemia.
Evita el desgaste emocional, filtrando información, revisando las fuentes, poniendo limites a la necesidad de mirar y/o escuchar constantemente sobre la enfermedad.
Quédate en tu casa, aliméntate bien, descansa lo suficiente, pone límites ante la presión que genera el excesivo caudal de información.
Compartí información segura y real.
Destina tiempo en el hogar para hacer actividades significativas.
Busca varios temas de conversación (no solo del coronavirus)
Practica relajación, técnicas de respiración, lectura de libros de interés, busca la calma, pero con responsabilidad y compromiso social.
Es tiempo de cuidarnos y cuidar, buscando el bienestar emocional y la calma necesaria para afrontar las situaciones de la vida , siendo capaces incluso de aportar al bienestar de la comunidad.
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