Introducción. Tan relevante e influyente ahora, como cuando se publicó por primera vez, Eleanor Roosevelt, resume con la siguiente cita, su esfuerzo para mover a América hacia la comunidad en la que esperaba que se convirtiera:
“Enfrentamos el futuro fortificado solo con las lecciones que hemos aprendido del pasado. Es hoy que debemos crear el mundo del futuro. Creo que Spinoza señaló que nosotros mismos podemos hacer que la experiencia sea valiosa cuando, por medio de la imaginación y la razón, la convertimos en previsión. Es esa previsión la que debemos adquirir” (Eleanor Roosevelt, 1963)
A medida que las organizaciones desarrollan pronósticos para el futuro de sus estudiantes y sus familias, la percepción indica que no solo se debe explorar las posibilidades futuras, sino también examinar el pasado, el presente y nuestras experiencias vividas de cambio. Actualmente, la educación y otras ramas interesadas se enfrentan a la compleja tarea de preparar a las personas y organizaciones para navegar por nuevas realidades mientras operan dentro de las restricciones actuales. ¿Están los estudios tradicionales en riesgo por su pérdida de valor y su desconexión con la realidad? A simple vista, un difícil reto de conectarse con la era digital y los nuevos comportamientos propios de la sociedad de la información.
Otra escuela es posible. Nuevos retos educativos.
Desarrollo
Retos en Nivel Superior. Un artículo reciente de la revista digital Universia, debate sobre la extinción de la educación tradicional, preguntándose ¿para qué sirven las universidades en la actualidad? Educadores y líderes deberían reconducir la educación y sus herramientas para que sigan siendo útiles y atractivas.
El desafío ante tales las innovaciones y cambio de escenarios es saber cómo introducir la tecnología en los estudios tradicionales, y no solo integrando nuevos equipos y herramientas, sino cómo se puede enfocar todo ese conocimiento y disciplinas para su convivencia y provecho en la era digital.
El informe NMC Horizon Report de 2014 arrojó algunas tendencias y desafíos que marcan la adopción de la tecnología. El reporte se basa en el hecho que la tecnología por sí sola no puede producir una transformación en la educación; los modelos de educación más inclusivos y las pedagogías mejoradas son soluciones vitales, mientras que las herramientas digitales y las plataformas son facilitadores y aceleradores.
Tibiamente, entonces, se van dando a conocer tendencias que aportan frescura y luz a nuestro anquilosado sistema educativo. La senda abierta por publicaciones como las sucesivas ediciones del Informe Horizon han supuesto un hito significativo en este sentido, y algunas de las cuestiones ya apuntadas años atrás comienzan a hacerse realidad.
En el actual contexto económico y social, la educación debe dar las herramientas necesarias para abordar la lucha por revalorizar los aspectos esenciales de cuanto significa educar. Que no se enmarque únicamente a la resolución de un proceso evaluativo, sino que aborde (por ejemplo Taxonomía de Bloom 1para la era digital) la creación de un espacio productivo de actividades que satisfacen tanto la vertiente discente, como por parte docente, en la materialización tangible de un proceso de aprendizaje llevado a cabo en colaboración y cooperación con el alumnado que se guía en este complejo y apasionante proceso.
Es sabido que en una etapa inicial, debe considerarse una serie de acciones sistemáticas destinadas a la consecución de procesos que conlleven recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear no sólo contenidos académicos, sino contenidos para el conocimiento y comprensión de la sociedad en la que el estudiante actual y futuro ciudadano del mundo tecnológico, deben desenvolverse con la mayor competencia y consecución posibles.
1 La taxonomía cognitiva de Bloom, clasifica las operaciones cognitivas en seis niveles de complejidad crecientes (recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar y crear). Esta teoría permite conocer y desarrollar diferentes procesos educativos para llegar a lo más alto de la pirámide (crear). Con la taxonomía podemos saber las capacidades adquiridas por nuestros alumnos. A los fines de atender los nuevos objetivos, procesos y acciones que, debido a la emergencia e integración de las TIC, nace esta Taxonomía de Bloom para la era digital.
En la visión general de NMC Horizon Report de 2017, se observa que la innovación en la educación superior ha sido impulsada por instituciones que se alejan de métodos tradicionales de enseñanza donde los docentes e investigadores son las fuentes principales de generación de ideas.
Puede entreverse en las prácticas innovadoras que realizan estos docentes intuitivos, comprometidos con la renovación didáctica y sensible a los cambios de nuestra sociedad y a las posibilidades que les ofrece la tecnología.
El “nuevo” docente de Nivel Superior. Otra vez, surgen algunos interrogantes como por ejemplo, ¿qué debiéramos saber los docentes acerca de las nuevas tecnologías para generar enfoques más amplios y mejores oportunidades de aprendizaje? La realidad indica que la clave está en cambiar el enfoque.
Al respecto, Catherine L’ecuyer (2013), en su libro “Educar para el asombro”, rescata las palabras de Thomas Moore cuando señala que “la educación no es la acumulación de conocimiento, de información, de datos, de hechos, de competencias o habilidades- eso es entrenamiento o instrucción- sino que consiste en hacer visible lo que está escondido como una semilla”
Se necesitan nuevas perspectivas para afrontar el reto de educar a una población cada vez más joven y proporcionar las habilidades que son esenciales para la economía del conocimiento.
Para el estudiante de hoy, el manejo de estos dispositivos no resulta un obstáculo, incluso, esperan que se les presente desafíos interesantes en los que puedan aplicar las habilidades técnicas con las que cuentan. Tal como expresa Catherine L’ecuyer (2013) proponer el asombro, la belleza, la sensibilidad como centro de toda motivación y acción facilita un aprendizaje significativo.
Tecnologías de información personalizada enfocadas a la educación comienzan a surgir con mayor diversidad y frecuencias, las cuales permiten el aprendizaje centrado en la auto-educación, educación personal, el desarrollo del pensamiento crítico y la creatividad. La rápida evolución de los medios de comunicación social, cursos a distancia y el acceso ubicuo a Internet están facilitando el aula exterior y la educación continúa.
Va dando lugar a esta idea del aprendizaje ubicuo (Burbules, 2014) donde el aprendizaje se transforma en una proposición de cualquier momento y en cualquier lugar y que, como resultado, los procesos de aprender están integrados más a fondo al flujo de las actividades y las relaciones diarias.
Dada la expansión de las tecnologías móviles (dispositivos cada vez más sencillos de usar, se necesita cada vez menos capacitación para poder manejarlos) se abren nuevos escenarios en los que los alumnos puedan resolver consignas fuera del aula, a cualquier hora y en cualquier lugar (The Flipped Classroom2 por ejemplo).
Permiten acceder además a la información necesaria para construir respuestas, incluso, diversas. Se facilita la elaboración personal de la información disponible en la red para la construcción de conocimiento. Lo que (Burbules, 2014) denomina aprendizaje “en tiempo real” (just in time: acceso a información, conocimiento y habilidades para necesidades particulares en contextos específicos de uso en los que estos recursos son relevantes y útiles en lo inmediato.
En este sentido, agrega “no imagino que un currículo completo pueda ser mejor aprendido y retenido más efectivamente que cuando se aprende en contextos de uso/usos que tienen valor intrínseco para el aprendiz en un espacio, un tiempo y una circunstancia que significa algo para él.” (Burbules, 2014)
Mientras tanto, la escuela y los docentes, tiene la oportunidad de enseñar distintos usos de estos dispositivos que no utilizan en su vida cotidiana, así como estrategias relacionadas con la construcción de conocimiento. 2 El Flipped Classroom (FC) es un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula. Se trata de un enfoque integral que, cuando se aplica con éxito, apoyará todas las fases de un ciclo de aprendizaje.(Taxonomía de Bloom)
Continuará
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