¿Te suena?

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MujerCinco y veinticinco de la mañana, escucho al perrito de la vecina lloriquear. Como molesta ha decidido sacarlo fuera, ¡qué estupendo, cuanta solidaridad! Seis y media de la mañana, Rebeca viene a despertarme, ha venido el ratón Pérez y ha perdido su moneda. Cuando nos levantemos la buscamos. Se hace un hueco en mi cama. Imposible negarme, tengo sueño. Siete menos cuarto abro un ojo, Rebeca me ha metido el dedo dentro mientras dormía. Repaso mentalmente; mochilas, uniforme, almuerzo… Arrggg ¡qué más da, me levanto! Me lavo la cara.

Me miro en el espejo, uf, mejor no! Bajo. Abro todas las ventanas. Preparo los almuerzos, los desayunos y mi comida. Firmo la autorización para la excursión. Busco la libreta que le pidieron ayer en el cole (¡se la pidieron ayer por la tarde cómo quieren que la tenga esta mañana!). Subo a despertarles. Preparo su ropa: Rebeca uniforme, busco los leotardos, tienen un agujero, lo coso. Limpio los zapatos. Pau chándal, la camiseta le viene corta, la estiro, como si sirviera de algo. Vuelvo a despertarles. Bajamos a desayunar.

Me ducho en tres minutos. Esta tarde salgo a correr, me preparo la bolsa. Hago mi cama y les pido que hagan la suya al menos 13 veces. Subo a arreglarme. Me asomo a la escalera para decirles que se peinen. Me visto. Me cepillo las botas (no me gustan los zapatos sucios). Cierro las ventanas. Bajo a la cocina. Cargo el lavavajillas. Repaso sus camas, sin que lo sepan, por supuesto, esta semana estamos trabajando su autoestima…Hace frío. Subo a por las chaquetas de los niños.

Bajo a la cocina. Última comprobación; pelo, dientes, zapatos, mochilas, almuerzos chaquetas. Salimos. Se me olvidaba la basura. Busco la llave entre la docena que llevo en el llavero (al menos siete no sé qué abren). Abro, cojo la bolsa, la ato. Salimos. Tiro la basura. Subimos al coche. Comprobamos cinturones. Discusión por un libro de Mortadelo. Pongo a la radio, cantamos, se calman. Carretera cortada por obras. Nos vamos por el atajo. Empieza a chispear, no llevamos paraguas. No nos importa, todos llevamos capucha. Llegamos al cole. Yo sigo cantando. Rebeca me mira con cara extraña. Me callo. Despedida. Al menos siete besos por barba.

Salgo pitando, tengo que estar en Valencia a las 9,30. Busco aparcamiento. Un volkswagen aparca delante de mí. No importa, sigo buscando. Ahora es un Seat Ibiza. Tranquila a la tercera. Encuentro sitio en la puerta. Recojo los documentos. Subo a la oficina. Contratos, pedidos, atención al cliente y por fin a dibujar! Llaman es mi socio quiere que prepare un informe para la reunión del lunes. Me pongo. Se lo envío. ¡Cómo puede ser ya la una! Comemos. Quedan tres pedido por salir, se terminan. Me cambio y me pongo las zapatillas antes de irnos.
Conduzco hasta Ribarroja. Tengo al menos una hora para correr. Decido volver antes, se está haciendo de noche. Subo al coche. Me voy a por los niños. Paro en el supermercado, compro merienda (hoy se me ha olvidado hacer bocatas). Volvemos a casa. Los dos me cuentan lo que ha pasado en el cole (a la vez, por supuesto si no dónde estaría la gracia). Llegamos a casa. Preparo los baños. Reviso cabezas (en el colegio me han dicho que hay piojos ¡qué asco!) esta semana nos libramos.
Jugamos a montar unos autobuses con cajas de cartón. Toca deberes. Preparo la cena mientras le enseño a Rebeca a restar llevando y a Pau las sílabas tónicas. Cenamos sin tele (si no, aún estaríamos cenando). Nueve menos cuarto, quince minutos de tele mientras recojo la cocina. Todo el mundo a cepillarse los dientes y a la cama. Me siento en la alfombra. Me cuentan sus cosas. Me cogen de la mano. Se duermen…
El vacío, como estar dentro de una botella, ¡flop!
Cojo el libro de la mesilla y me meto en la cama. Desde aquí veo un bicho verde en la estantería. Me gustan los bichos verdes, es algo que me voy a tener que hacer mirar. Apago la luz. No sé por qué, hoy estoy muerta.

 

 

Acerca de Monica Bordanova 23 Articles
Soy española, de Valencia. Nací con un lápiz en la mano pero la vida me llevó a estudiar derecho. Como no podía ser de otro modo, los colores tiraron más que las letras y después de algunos años de resolver pleitos decidí embarcarme en la aventura editorial. Desde 2008 trabajo por y para los niños y su educación; escribiendo, ilustrando y enseñando, ¿ hay algo mejor? Ediciones Lola Pirindola es una editorial especializada en cuentos personalizados y recursos educativos infantiles. Una de las mejores fórmulas de estimulación para los más pequeños.

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