En el apartado anterior habíamos definido que la inflación como el aumento generalizado del nivel de precios. Desde el punto de vista macroeconómico uno podría pensar que la inflación si precios y salarios crecieran a la misma velocidad el efecto redistributivo de la inflación sería neutral.
Sin embargo, esto no es así. No todos los mercados reaccionan al unísono subiendo los precios instantáneamente a menos que ya estemos en una crisis hiperinflacionaria terminal como las antes enunciadas.
Los regímenes de alta inflación introducen muchos desajustes en la economía porque se destruye la calidad de la información y el problema del signaling para los agentes. Esto determina que durante los períodos de alta inflación muchos empresarios, empleados, comerciantes se atrasen o adelanten en la determinación de los precios de mercado pudiendo tener graves pérdidas que los llevan a la quiebra o aprovechar las oportunidades de quienes no cuentan con buena información adecuada para determinar los precios nominales.
En relación a las características generales, la inflación afecta a:
a) Los tenedores de pesos, puesto que el aumento de precios hace que sus billetes puedan comprar cada vez menos pesos
b) Por otro lado quienes tienen que cobrar contratos fijos en pesos transfieren recursos a los pagadores quienes ven disminuido el peso de la deuda a medida que suben los precios
c) Quienes pueden fijar sus precios en moneda extranjera están en ventaja a quienes tienen que tomar decisiones con información compleja y contradictoria.
d) Quienes tengan mayor educación o menor posibilidad de ser sustituidos en sus trabajos negociarán mejor su recomposición salarial que aquellos que sean fácilmente reemplazables
e) Quienes hayan tomado deuda en moneda extranjera y vendan en moneda local tendrán serios problemas para pagarlas
f) Quienes tienen rentas fijas frente a los que tienen rentas flexibles
La lista no es taxativa puesto que podríamos llenar varias páginas con ejemplos similares.
Otro problema de la inflación es su impacto negativo sobre la distribución del ingreso, cuanto menor es el ingreso menor es la productividad del factor trabajo y puede ser fácilmente sustituido por otro recurso. Esto determina que los trabajos de más baja productividad son los que ven una caída en sus ingresos reales al no poder actualizar sus ingresos
Otro problema adicional tiene que ver que los productos genéricos, que ya no son sustituibles por no existir nada más abajo en la cadena de distribución eleva mas sus precios que las primeras marcas porque los consumidores medios pueden sustituir primeras marcas por segundas marcas.
La siguiente tabla deja de manifiesto que los productos básicos, casi insustituibles en la cadena alimentaria son los que más suben frente a aquellos como los servicios que la disminución de la demanda producto de la caída del ingreso real no pueden seguir al índice de inflación a la misma velocidad.
La inflación termina siendo un impuesto obligatorio que castiga más a aquellos que menos tienen porque no tienen forma de salir al no tener acceso a los mercados de capitales y cambiarios.
Los sistemas monetarios
Comúnmente se suelen atribuir al sistema monetario imperante como la causa del desequilibrio de la inflación. Este error común de apreciación descansa sobre creencias sin fundamento avalado por la teoría económica.
En primer lugar debemos definir sistema monetario.
“son las normas que se establecen para determinar el valor de la moneda en circulación”
La literatura económica reconoce dos sistemas monetarios: 1) Sistema de Tipo de cambio predeterminado y 2) Sistema monetaria de control sobre la oferta de dinero
Debe quedar claro que no se puede controlar a la vez el tipo de cambio y la cantidad de dinero, es decir que mezclar los sistemas monetarios al mismo tiempo determinaría una indeterminación del tipo de cambio y de la cantidad de dinero determinando una futura crisis en la economía.
A su vez, el sistema 1) puede descomponerse en varios subsistemas : a) Tipo de cambio fijo. Donde el Banco central controla el valor del Tipo de cambio Nominal, b) Tipo de cambio fijo con caja de conversión. Un ejemplo de esto fueron los regímenes de patrón oro y la reciente convertibilidad de Argentina del década del Noventa, c) por ultimo la autoridad monetaria puede controlar la variación del tipo de cambio, es decir la tasa de devaluación, en este sistema la autoridad monetaria puede modificar arbitrariamente o pautadamente la variación del tipo de cambio, no pudiendo controlar plenamente la cantidad de dinero pues esta depende de la demanda del mismo.
Nota: definimos al tipo de cambio nominal como la cantidad de moneda local ($) para poder comprar una unidad de moneda extranjera. (us$).
En el caso dos se pude a)se puede controlar la cantidad de dinero o b) su tasa de crecimiento. En e este caso la autoridad monetaria no tiene control sobre el valor del tipo de cambio nominal. En los sistemas monetarios
La literatura no ha podido determinar cuál de los sistemas cambiarios es superior por lo que desde el punto de vista teórico ambos sistemas con sus variantes tienen beneficios y costos que deberán ser evaluados en cada momento del tiempo.
Otro mito que merece la pena aclarar es sobre el respaldo de las monedas. Cuanto menos confiable haya sido el Banco Central en su accionar necesitará un respaldo en divisas o metales. En la actualidad los países desarrollados y confiables carecen de respaldo a sus monedas, en este caso se habla de dinero fiduciario (dinero de confianza). Por ejemplo La Reserva Federal de USA no tiene casi reservas en oro. Sus reservas son títulos emitidos por el Tesoro Americano.
Como contraejemplo, los países menos confiables como Argentina, Brasil, Ucrania, Rusia, etc. deben mantener reservas en divisas extranjeras o en oro para suplementar la falta de confianza en su signo monetario. Esto se debe a la historia monetaria de estos países que han pasado por situaciones de fuertes desequilibrios monetarios.
En el caso latinoamericano, la década del 70 y el 80 fue dramática en la frecuencia de las crisis monetarias. Casi todos los países latinoamericanos tenían fuertes desequilibrios monetarios que en muchos casos terminaron con hiperinflaciones y en todos los casos con inflaciones crónicas de dos a tres dígitos al año.
En el caso argentino, las reformas monetarias fueron las más frecuentes:
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