1.UNICEF y el Gobierno del Chad llegaron a un acuerdo para que los niños y niñas que sufren las consecuencias del conflicto armado. Nos puede relatar que se hizo en favor de la educación sobre este acuerdo.
En primer lugar me gustaría aclarar que no existe un acuerdo en particular que aborde la cuestión del impacto de los conflictos armados en la infancia, pero el tema que se recoge en el documento de Programa de País que guía la actuación de UNICEF en Chad. Dicho documento contiene información sobre las intervenciones en el sector de la educación y, en concreto, sobre las cuestiones relativas a los niños en contextos de urgencia y conflictos armados.
En este sentido, el Programa de País recoge tres zonas de intervención: 1) En el Este, donde están los afectados por la crisis de Sudan; 2) En el sur – conflicto en República Centroafricana; 3) En el Oeste, zona en la que opera Boko Haram (crisis del lago Chad). Estas tres zonas concentran la mayoría de los refugiados, retornados y desplazados que se encuentran en el país y son las áreas en las que hay una mayor presión entre los que han llegado buscando refugio y las comunidades de acogida por los escasos recursos disponibles.
Es necesario mencionar que en Chad los recursos son insuficientes para cubrir todas las necesidades existentes en lo que a educación se refiere, sobre todo en lo relativo a la educación básica (primaria y principio de secundaria, desde los 6 a los 15 años). Son los hogares los que suelen asumir los costes asociados al funcionamiento de las escuelas, el pago de profesores comunitarios, etc., en mayor medida que el Estado. La llegada de refugiados, retornados o desplazados tiene consecuencias en los costes de funcionamiento de las escuelas y ello genera conflictos entre las poblaciones que llegan y las de acogida. En contextos de conflicto como éstos, los niños pueden sufrir situaciones traumáticas que conviene identificar y tratar a tiempo.
UNICEF apoya al Gobierno de Chad -Ministerio de Educación- para fomentar la escolarización de los niños, teniendo en cuenta las necesidades de las poblaciones de acogida. Más allá de la ayuda más inmediata en contextos de emergencias, se intenta sentar las bases para un desarrollo duradero y sustentable. Mientras que en un primer momento de una crisis las necesidades más inmediatas a satisfacer son las relativas a agua y saneamiento, nutrición y salud, la educación viene inmediatamente después para dar apoyo a los niños y que puedan superar mejor los traumas por los que han pasado junto con sus familias. Conviene señalar, además, que muchos niños que llegan a Chad lo hacen sin su familia y junto con el Gobierno estamos dándoles apoyo.
El hecho de trabajar en los aspectos relacionados con la emergencia y al mismo tiempo sentar las bases de un desarrollo duradero y sustentable permite responder a las necesidades inmediatas de los refugiados, desplazados y retornados, así como ayudar a las comunidades de acogida. En este sentido, cabe destacar que UNICEF construye espacios temporales de aprendizaje, así como aulas en las comunidades de acogida y dota de materiales educativos tanto a los que llegan como a los que acogen. Esto facilita la integración y cohesión social de los refugiados en las comunidades de acogida al mismo tiempo que facilita la educación de los niños de las zonas de acogida.
En el contexto de la crisis del Lago Chad, por ejemplo, UNICEF, con el apoyo del Partenariado Mundial por la Educación, ha construido 70 espacios temporales de aprendizaje para responder a la crisis que empezó en 2015, así como más de 200 clases con materiales permanentes para la “vuelta al cole” de este año. Además, se van a distribuir más de 60,000 kits escolares y manuales para todos los niños inscritos en educación primaria de la región del Lago. En colaboración con el Programa Mundial de Alimentos, más de 17.000 niños se van a beneficiar de acceso al comedor escolar y se ha dado una formación en apoyo psicosocial a 200 profesores de escuelas en zonas de acogida.
La cuestión de la educación de las niñas también se ha tenido en cuenta y para que puedan seguir en la escuela una vez alcanzada la pubertad, se ha apoyado la creación de infraestructuras de higiene y saneamiento y se han repartido kits de higiene femenino. También se ha dado apoyo a la red nacional de asociaciones de padres y alumnos y se han previsto formaciones para los profesores de primaria de la región, alrededor de 1.000, a lo largo del año escolar para reforzar sus competencias pedagógicas así como para formarlos en competencias de vida o en educación para la paz.
Finalmente, UNICEF apoya el desarrollo comunitario para favorecer la sostenibilidad de los proyectos. Sabiendo que son las comunidades las que cubren los costes de funcionamiento de las escuelas, es importante pensar desde el principio en la etapa post-intervención. Así pues, apoyamos a ONGs que promueven actividades generadoras de recursos para las comunidades. Este proyecto empieza ahora en el inicio del nuevo curso escolar. Otra iniciativa interesante que estamos empezando es un estudio de mercado a nivel comunitario para identificar los tipos de actividades económicas que pueden ponerse en marcha para aligerar la presión existente sobre las comunidades.
Chad cuenta con un gran número de niños sin escolarizar, una situación que afecta también a los refugiados, retornados y desplazados. En el marco de la estrategia de movilización de recursos, trabajamos para tener la mayor complementariedad y sinergia entre los diferentes financiamientos. Por ejemplo, el Partenariado Mundial por la Educación permite dar apoyo a la educación básica y otra financiación del Comité Francés de UNICEF va a permitir poner en marcha un proyecto piloto de ofertas educativas alternativas en la región del Lago para las poblaciones refugiadas y de acogida. Por otro lado, estamos trabajando en un proyecto con el Ministerio de Educación, el Consejo Islámico de Chad y la Banca Islámica de Desarrollo para mejorar la infraestructura de las escuelas coránicas, desarrollar una formación profesional corta que permita a las jóvenes jamás escolarizadas o de mayor edad tener oportunidades de aprendizaje y capacidades para una vida activa.
2.¿Cuáles son las tasas de alfabetización que se manejan en el Chad?
La tasa de alfabetización de Chad es una de las más bajas del mundo. Solo una mujer de cada cinco de más de 15 años sabe leer y escribir, según los datos disponibles de 2010. La Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) de 2014 indica que una proporción importante de la población chadiana mayor de seis años no tiene ningún nivel de instrucción: 60% de las mujeres y 44% de los hombres no han ido jamás a la escuela. Estos datos se explican por el bajo nivel de escolarización y las altas tasas de abandono escolar, que afectan en mayor medida a las niñas que a los niños.
La educación en Chad sufre infinidad de desafíos. Pese a que la situación ha mejorado levemente, la matriculación de niños en educación primaria es muy baja, la calidad de la educación está en entredicho y las niñas sufren una situación de desventaja. Uno de cada dos niños no va a la escuela primaria, y para aquellos que sí que están matriculados, solo uno de cada tres la termina. Las escuelas están masificadas y carecen de personal suficiente, con solo el 30% de los profesores con la cualificación necesaria.
La violencia y los ataques contra los civiles en la región del lago Chad han tenido un impacto en la educación. Alrededor del 90% de los niños procedentes de Nigeria nunca ha tenido acceso a la educación antes de llegar al campo de refugiados y muchas de las escuelas en las zonas afectadas por el conflicto han tenido que cerrar por la falta de profesores. La llegada de refugiados ha puesto todavía más presión en la infraestructura educativa existente y en un sistema que ya eran débiles de por sí.
Algunos datos a destacar:
– 55% de los niños están escolarizados (primaria).
– 48% de las niñas están escolarizadas (primaria).
– Solo el 22% de los niños y el 12% de las niñas accede a la educación secundaria.
3. ¿Qué programas educativos tiene UNICEF para los niños y niñas refugiados en Chad?¿ Cuáles son las cifras de refugiados que hay en Chad?
En Chad hay unas 600,000 personas entre refugiados, retornados y desplazados. Los niños son los que más sufren las consecuencias de los desplazamientos.
La educación en contexto de emergencias ayuda a dar a los niños un sentimiento de normalidad, una esperanza en el futuro, más allá de la violencia y las catástrofes. La escuela ilumina cada etapa de la vida y da a los niños la capacidad de aspirar a una vida mejor para ellos y para sus comunidades.
Sin educación, una generación entera de niños puede crecer sin desarrollar las capacidades necesarias para contribuir al desarrollo de su país, lo que agravara la situación ya de por si desesperada de millones de niños y sus familias.
La educación permite amortiguar el impacto psicosocial de la crisis en los niños. Una educación de buena calidad durante una situación de urgencia puede ayudar igualmente a favorecer la inclusión, la tolerancia y la resolución de conflictos mientras se construyen soluciones a más largo plazo.
– UNICEF distribuye kits escolares entre los alumnos y construye espacios temporales de aprendizaje e infraestructura permanente, letrinas, pozos de agua y terrenos para hacer deportes y apoya la organización de cursos de apoyo para alumnos que en contextos de emergencia.
– UNICEF apoya la formación de enseñantes para mejorar la calidad de la educación.
– UNICEF apoya el desarrollo de la primera infancia a nivel comunitario. Actividades de sensibilización se llevan a cabo en las comunidades para dar información sobre los beneficios de un desarrollo temprano en los niños, entre ellos la mejor preparación para el acceso a la escuela primaria.
– UNICEF trabaja con el Ministerio de Asuntos Sociales y el de Juventud así como con varias ONGs para una mejor integración de las actividades relacionadas con la educación no formal.
– Gracias a nuestra organización, los niños en campos de desplazados o refugiados y las comunidades de acogida en el Este han mejorado el acceso a la educación. Ahora están equipados con aulas y materiales didácticos. La formación de los profesores ha mejorado la calidad de la educación en los campos y existen espacios amigos de la infancia – allí es donde van a jugar los niños menores de seis años y aprenden normas básicas de higiene, por ejemplo. Libros y kits de desarrollo de la primera infancia se han distribuido. Se ha dado formación a los comités de padres de alumnos y se les ha motivado para que participen en la gestión de las escuelas.
– UNICEF ayuda a los profesores comunitarios a adquirir capacidades para la docencia y mejorar así la calidad de la enseñanza primaria. Esta formación les permite trabajar con los profesores públicos y los inspectores que gestionan el día a día de las escuelas. Asimismo, UNICEF ayuda a mejorar el apoyo del Gobierno a los profesores en el terreno, poniendo especial énfasis en las mujeres docentes y los gerentes de las escuelas.
– Finalmente, UNICEF apoya al Gobierno en la movilización de recursos para aumentar el acceso y mejorar la calidad de la enseñanza a través de la mejora de los libros de texto, la construcción de aulas, infraestructuras de agua y saneamiento, formación para profesores comunitarios y la puesta en marcha de las denominadas escuelas amigas de la infancia.
Algunos logros:
– Más de 32,000 niños en edad escolar tienen acceso a una educación de calidad en espacios temporales de aprendizaje, o aulas de construcción más duradera y el objetivo en este 2016 es llegar a 100.000 niños.
– Unos 3.500 niños en los campos de refugiados o retornados se han beneficiado de actividades recreativas o de apoyo psicosocial a través de los espacios amigos de la infancia (en 2015, y el objetivo es llegar a 15.000 a final de este ano). Continuará en otro post
Gracias Philippe.
Perfil de Philippe Barragne Bigot.
Representante UNICEF en Chad.
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