Sales a la calle con tu hijo ese día próximo al inicio del colegio y te encuentras con la típica vecina con la que solo tienes conversaciones de ascensor. Te saluda y se agacha para coger al niño por la barbilla mientras le dice: ¡Ya se han acabado las vacaciones eh!! ¿Tienes ganas de ir al cole?
¡Vamos, mujer, quién va a tener ganas de volver!
¿Te imaginas que a punto de terminar tus vacaciones se te cruzara un conocido de esos que viven de renta y con una palmadita en la espalda te dijera: Ya solo te queda un día eh!! ¿Tienes ganas de volver al trabajar?..
¿Quién va a preferir levantarse por la mañana temprano a olvidar el significado de la palabra «reloj», un baño en la piscina a el encierro en un aula, las comidas de la abuela al comedor escolar?..
Una vez hecha la reflexión y habiendo comprendido que si tu hijo dice que tiene muchas ganas de ir al cole, se le van a quitar en cuento pase el primer día con sus amigos, vamos a pensar en cómo hacérselo más fácil. Que sí, que ya sabemos que a ti nadie te hace más fácil la vuelta al trabajo pero estamos hablando de los niños y por ellos, lo que sea necesario.
Para que la vuelta al cole no suponga un trauma para todos (sobre todo para nosotros) vamos a ver el lado positivo. Es importante enseñar a los niños a buscar siempre ese otro lado que hace que las cosas sean mucho más sencillas.
La vuelta al cole implica un millón de nuevas opciones y si planeamos este momento como algo positivo será coser y cantar. Que sí, ya verás…
– Puede ser un buen momento para adecuar la habitación del peque de nuevo al estudio. Colocar una simple estantería con libros, mover las cosas de lugar o variar lo más mínimo puede servir para dejar la habitación lista para la nueva etapa. Por descontado, invita a participar al niño en los cambios y pide siempre su opinión.
– Planteemos nuevas metas y objetivos para el nuevo curso. Un calendario de colores puede servir para marcar estos retos. Cuélgalo en su habitación, le va a encantar.
– Seguro que quieres apuntarle a alguna actividad extraescolar. No tomes la decisión por ti mismo, es el niño quien va a acudir a las clases, no tú. No se trata de una cuestión de comodidad horaria, se trata de que el niño disfrute de un tiempo extra después de su jornada escolar. Habla con él sobre las opciones y ten en cuenta su opinión.
– Marca un presupuesto y comprad juntos el material escolar. El presupuesto te servirá para no acabar comprando cosas innecesarias y al niño para valorarlas.
– El curso ha comenzado pero el verano no ha terminado todavía. El inicio de las clases está marcado por un periodo de adaptación escolar progresivo por lo que al llegar a casa no tendrán que hacer deberes. Aprovecha para pasar el tiempo con ellos. Seguro que puedes ir a la playa o la piscina esos últimos días y de este modo el cambio no es tan drástico para ellos.
– Lo sabemos, después de unos días tumbado al sol, volver a levantarse temprano con las prisas, el bolsillo vacío por las vacaciones y el material escolar… es de una pereza terrible pero no se la transmitas al niño ya tendrá tiempo para el estrés cuando crezca, para qué adelantarse, ¿no te parece?
Ánimo, volver al cole abre un abanico de nuevas experiencias. Busca el lado positivo y disfruta de cada momento. Planifica, organiza, si no tienes tiempo, levántate antes, deja a un lado el estrés y ¡feliz vuelta!
Mónica Bordanova
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