1.¿Qué ha marcado su vocación por querer cambiar la educación para que tengamos un mejor futuro desde lo educativo?
Marcó mi forma de orientar la educación cuando empecé a impartir clases de Biología, en una escuela de segunda oportunidad, a alumnos en riesgo de exclusión que no habían logrado aprobar la educación obligatoria. Ellos ya habían pasado por la etapa de las clases magistrales y habían fracasado. Me di cuenda de que tenía que hacer algo más.
A veces los docentes nos quejamos de la falta de interés o de motivación de los alumnos y alumnas. Yo me enfrenté a la realidad, y asumí que era yo la que tenía que engancharles. Recordé mi tiempo en la educación no formal, y especialmente mi etapa como monitora en un grupo scout, y decidí aplicar este estilo metodológico en mis clases, y vi que funcionaba. Poco a poco fui formándome en metodologías activas de aprendizaje y en fundamentos de neuroeducación, llevando todos estos conocimientos al aula con muy buenos resultados.
2.¿Qué fronteras pedagógicas se trata de derribar, según usted, al difundir el conocimiento del cerebro entre los docentes?
La Neuroeducación es usar los avances científicos sobre el cerebro para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es una gran oportunidad aprovechar los conocimientos que la ciencia nos aporta sobre el funcionamiento del cerebro para mejorar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Por ejemplo, la eliminación de los llamados neuromitos, esas afirmaciones sobre el cerebro que nunca han tenido fundamento científico, y hacen mucho daño en la percepción que tenemos de nuestros alumnos y alumnas.
Como docentes, es importante ser conscientes de que, gracias a su gran plasticidad, el cerebro cambia cada vez que aprendemos algo. Debemos evitar encasillar a los estudiantes y transmitirles que son capaces de lograrlo y que realmente esperamos de ellos lo mejor.
3.¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando aprendemos?
Las experiencias y los estímulos crean en el cerebro nuevas conexiones neuronales. Pero para que esto ocurra, para que se cree esta conexión, es necesario que se encienda una chispa que despierte la atención, la curiosidad, para que se ponga en marcha el proceso de aprendizaje y almacenamiento en la memoria de la información.
Una vez creadas las nuevas conexiones, es importante que estos circuitos neuronales se consoliden con su uso, con la puesta en práctica. Entonces podemos decir que hemos aprendido.
Por eso cada vez se están extendiendo cada vez más las llamadas METODOLOGÍAS ACTIVAS DE APRENDIZAJE, que fundamentalmente se basan en que el alumno esté involucrado en su aprendizaje de forma activa.
Pero para que este proceso de aprendizaje se ponga en marcha es necesario encender esa chispa que despierte la atención, el interés, la emoción. Como dice Francisco Mora:
“SIN EMOCIÓN NO HAY APRENDIZAJE”
Y esta es nuestra labor como docente. No esperemos que los alumnos vengan motivados, despertemos nosotros su interés por aprender. Para esta receta recomiendo algunos ingredientes que harán las clases más amenas y más útiles:
Pasión
Emoción
Intriga
Reto
Narrativa
Juego
Innovación
Protagonismo de los alumnos/as
Investigación
Descubrimiento
Trabajo Cooperativo
Movimiento, ejercicio físico
4.¿Qué es la Gamificación? ¿Por qué muchos la asocian en el aula solo por diversión?
La gamificación es el uso de mecánicas y dinámicas de juego en entornos no lúdico. Realmente no estás jugando, pero el cerebro se emociona y se motiva como si fuera un juego.
La Gamificación va mucho más allá de la diversión. Implica a los estudiantes, aporta motivación, reto, progreso, afán de superación… para el que participa y para quien lo diseña
Yo me divierto haciendo así las formaciones, innovando. Supone un reto conseguir mover a los alumnos/as, a los asistentes a una formación para que se involucren en su aprendizaje y aprendan de forma activa.
5.¿Qué necesitamos para gamificar los docentes?
Hay que recordar que el objetivo no es contar los puntos que van consiguiendo y decir al final quien gana. La finalidad es motivar a TODOS. Especialmente a los que no están motivados. Es importante pensar en sus intereses porque lo ideal es que sea voluntaria.
Si yo acepto el reto que me plantea mi pulsera de ejercicio, saldré todos los días a hacer 10.000 pasos y esto me hará encontrarme bien conmigo misma y, además, mejoraré mi forma física.
6.¿La competencia es un elemento de la Gamification en el aprendizaje?
No necesariamente. Como sabes soy cocreadora del curso online EduEscapeRoom https://eduescaperoom.com/ con Juan Daniel Sobrado, en el que ayudamos a docentes y formadores a crear su Escape Room Educativo paso a paso.
Uno de los beneficios del uso de Escape Room Educativo es el aprendizaje cooperativo. Si queremos podemos diseñarlo de modo que los participantes tengan que trabajar en equipo e incluso colaborar con otros equipos para lograr resolver los retos y enigmas.
7.Por último, una frase para usted o comentario sobre la educación que le haya impactado.
Como docente siempre me ha impactado muchísimo el efecto Pigmalión o de la profecía autocumplida. Supone una gran responsabilidad saber que las expectativas que yo tengo hacia un alumno o alumna influirán en su progreso. Por eso procuro recordar que todos son buenos en algo, aunque aún no lo sepan, e intento ayudarles a encontrar su Elemento, como dice Ken Robinson:
“Si descubrimos el Elemento en nosotros mismos y animamos a los demás a que encuentren el suyo, las oportunidades para el crecimiento serán infinitas”
Te invito a ver este vídeo en el que describo como intentar llevarlo a clase
Atrévete a ser injusto https://www.youtube.com/watch?v=XL4yPufaClE
Breve Biografía:
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