Un monitoreo periódico de la transparencia de la información educativa destaca la publicación de la base de microdatos por escuela del Relevamiento Anual 2020.
A partir de la información pública disponible, el monitoreo de datos educativos busca visibilizar qué información del sistema educativo ha sido publicada (principalmente, por el Ministerio de Educación de la Nación, pero también por otros organismos como el Ministerio de Hacienda y el INDEC). La última edición del monitoreo, en actualización constante, abarca los primeros meses de 2022.
La base de microdatos que ahora está disponible para los usuarios contiene información sobre las distintas variables del Relevamiento Anual escolar. Las escuelas son presentadas con un identificador (ID) de fantasía para garantizar el secreto estadístico. La base incluye datos sobre matrícula y secciones, trayectoria por sexo, cargos por ID, cargos por tipo, características del establecimiento, población y matrícula por edad.
Por otra parte, en relación a los costos del sistema educativo, se sostiene la publicación periódica de informes trimestrales de la evolución del salario docente en cada provincia y nivel. El último informe actualizado disponible corresponde a septiembre de 2021.
“En los últimos tiempos, la Secretaría de Evaluación e Información Educativa (SEIE) del Ministerio de Educación ha dado pasos importantes en la dirección de hacer pública la información estadística con la publicación de bases de microdatos y, en particular, con la creación del Sistema Integrado de Consulta de Datos e Indicadores Educativos (SICDIE) que permite consultar información sobre educación relevada por distintos sistemas de información de diversos organismos”, explica Daniel Pinkasz, investigador y docente de FLACSO.
La publicación de esta información es importante porque permite continuar la serie histórica de información educativa iniciada en 1996 para obtener los principales indicadores educativos, y contar con la última foto del estado de la educación antes del comienzo de la pandemia, una línea de base que permitirá evaluar algunos de los efectos de la crisis del COVID-19 en educación a partir de 2021.
Pinkasz concluye: “A sabiendas de que no hay una correspondencia inmediata entre información y decisión política, y mucho menos entre disponibilidad de información y consenso, la convergencia de la iniciativa de un organismo público de ampliar los canales de acceso a la información y la iniciativa de los informe de monitoreo como este facilita la construcción de imágenes compartidas sobre problemas educativos de nuestro país”.
Sé el primero en comentar