1. Cristina: El Gobierno del presidente Javier Milei anunció que implementará los váuchers educativos para la clase media. ¿Qué opinión le merece la iniciativa?
Creo que siempre es mejor subsidiar la demanda, y no la oferta; sin embargo también es un tema de gran relevancia el contexto y las tradiciones, pues forman parte de la idiosincrasia de cualquier sociedad. Nosotros tenemos una gran tradición exitosa de educación pública que vale la pena sostener y mejorar. En eso creo que siempre es mejor pensar en programas de becas, asociadas al umbral de renta familiar , que el sistema de vouchers. Los incentivos a la oferta son sin duda un tema a desarrollar, pues hoy mismo las escuelas no ganan ni pierden nada con los resultados que obtienen. Y ese es un punto central. No puede ser todo lo mismo, no hay consecuencias para la mala gestión pedagógica, suena antipático, pero tenemos que enfrentar los problemas que tenemos como sistema.
La ayuda que el presidente ha implementado, está vinculado a un aspecto muy importante, que es garantizar la continuidad pedagógica de los niños y a sostener la libertad de elección de las familias, que podría verse resentida por efecto de la crisis económica, evitando un éxodo masivo a otras escuelas , lo que impacta negativamente en los aprendizaje por su alto costo emocional y social. Ha sido un paliativo, que no se encuadra en la clásica definición de vouchers.
2. Según usted ¿Cómo sería un proyecto de inversión educativa Universitaria en Argentina? ¿Argentina en la actual gestión presidencial apuesta por la educación universitaria?
No soy una especialista en este tema, pero está claro que la inversión universitaria no pasa por seguir creando irresponsablemente universidades, sin un estudio de mercado, y sin prospección en términos de proyecto de país. Necesitamos pensar qué lugar queremos tener en los próximos cien años y desarrollar inversión en esas líneas estratégicas. Inversión en formación, tecnología y capital humano.
Las Universidades se llevan más del 80% del presupuesto de educación, y tienen un bajísimo nivel de eficiencia, eso también es un gravísimo problema. Se sostiene religiosamente en el ingreso irrestricto , y solo se gradúa el 20 %. Los más pobres siguen quedando en el camino. Nuevamente, no estamos pensando en reconocer y premiar el talento, que también está en los más vulnerables. Un sistema de becas que apoye en serio (no con unas monedas) a quienes más lo necesitan en función de su trayectoria académica, sería más equitativo. A la UBA, entran chicos cuyas familias han pagado doce años de cuotas en colegios privados de élite, que no necesitan trabajar, y que sin duda podrían pagar un arancel (de acuerdo al nivel de renta familiar) que ayude a sostener a cada universidad. Esto ya sucede en todo el mundo. La crisis no es nueva, se toma como normal, que las facultades esten destruidas, que no haya baños decentes, ni acceso a la tecnología elemental en las aulas, o bibliotecas. Y después está el tema de la inserción laboral, seguimos produciendo graduados que ya en los años 80 , se quejaban de no tener inserción laboral, o ya nos olvidamos de aquellos que manejaban un taxi? En paralelo, los chicos del secundario no son expuestos a la ciencias, en consecuencia, son muy pocos los que ingresan y terminan, las carreras más demandadas.
Hace falta planificación, y dejar atrás el “serás o que debas ser o serás abogado” que es la contracara de Mi hijo el doctor, de nuestros abuelos.
La Universidad se precarizo y la movilidad social dejó de ser una realidad. Se convirtió en una frase retórica, que la política de turno utilizó para justificar la demagogia , la falta de planificación y la manipulación política de los fondos del estado.
3. Según su experiencia ¿Por qué hoy los jóvenes desean ingresar a la universidad?
La idea de la movilidad social no ha cambiado en el imaginario social, especialmente en los sectores medios. El sueño de ser profesional sigue siendo eso, una promesa, que a muchos terminan frustrando por las enormes dificultades que deben sortear para llegar a la meta. La primera, es la distancia curricular entre el nivel secundario y la universidad, pero lo económico es clave, así como la misma estructura del sistema que sigue sosteniendo carreras muy largas y poco flexibles.
4. ¿Qué opinión pedagógica tiene usted sobre el ausentismo programado por parte de alumnos y familias? ¿Es uno de los indicadores de calidad educativa?
Es indicador de la crisis de valores de nuestra época. Los padres han abandonado su rol y se transformaron en compañeros de sus hijos, y han permitido todos los excesos que hoy vemos, desde faltar de manera programada, priorizando otros intereses por sobre la escuela, hasta habilitar conductas peligrosas como el UPD, con consumo de todo, en espacios como clubes que alquilan y pagan, etc…. El mensaje es que la escuela no es más importante que un viaje, o unas vacaciones… y que da igual cumplir con las obligaciones, siempre se pueda dar una excusa. Justifican los incumplimientos de sus hijos y menoscaban la autoridad de la escuela y los docentes.
5. ¿Usted está de acuerdo con la educación como servicio esencial? ¿La esencialidad es contención?
Si, creo que es necesario, al menos en estos momentos, donde el derecho de los niños es vulnerado sistemáticamente, por sectores que anteponen otros intereses al de los chicos. Todo es discutible, siempre he creído en el diálogo , pero con los niños en la escuela.
6. Cristina: ¿no cree que es excesiva la burocracia educativa que tenemos los docentes de aula a la hora de medir la calidad educativa?
Más que excesiva burocracia, creo que falta formación para que los docentes de aula podamos medir la calidad de nuestras prácticas . En eso los directivos tienen un rol fundamental, pedagógico, para comunicar y hacer de cada escuela una verdadera comunidad de aprendizaje. Poder planificar juntos, armar equipos y medir nuestros resultados es fundamental. Poder observar las clases de nuestros pares, y trabajar en la didáctica, es una tarea que se ha perdido, y que debemos retomar, y compartir. Hacer investigación en el aula, nos permitirá mejorar los resultados de aprendizaje de nuestros chicos. Algunos lo hemos sostenido y compartido y siempre es inspirador aprender del colega que le “encontró la vuelta” a ese curso difícil, a esos temas áridos, y nos invita a aprender y sumarnos a proyectos innovadores de verdad.
Gracias Cristina.
Perfil de Crisitna Gómez.
Directora Provincial de Innovación Pedagógica. Fui Directora de Programa de Naciones Unidas (Asociación Conciencia) , y Consultora del BID, para el Programa de Reformas y Gestión en el Sector Educación en América Latina, en Argentina. En España me desempeñé en el ámbito educativo universitario y dirigí varias Ong´s del sector.
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