1. Lucia: ¿Cómo los profesores de Literatura intentan despertar el interés de los alumnos por los libros? Nos deja unos Tpis
La Literatura nos interpela en el día a día, en nuestras vidas y deseos más profundos. A veces puede ser que los chicos encuentren unos autores aburridos e insufribles, pero creo que un truco es atraparlos con lecturas cercanas a nuestra realidad, que ellos puedan identificarse y entonces no verlo como algo aislado. La Literatura no es algo aislado de hecho, es de lo más actual y cercano a nuestra existencia que podemos encontrar. Tenemos que abrirles el camino y a partir de ahí, construir para adelante. Que dialoguen y se cuestionen.
2. Lucía: ¿Cuál es el legado de Argentina para el mundo desde la Literatura? ¿Qué autores recomienda?
Argentina tiene un legado ineludible que, considero, abarca sobre todo el siglo XX y parte del siglo XXI. Empezando por el siglo XX, Argentina fue eje receptor de las Vanguardias europeas, en un momento histórico-político sumamente importante y relevante como lo fue la formación del Estado nación y la constitución de Argentina como una de las posibles potencias mundiales. Buenos Aires como faro de la cultura y la literatura latinoamericana, y más tarde a nivel mundial, nos trae autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Silvina y Victoria Ocampo, los hermanos Tuñón, y pasando a la segunda mitad de siglo XX, Manuel Puig, Abelardo Castillo, entre otros.
Sin embargo, creo que en los últimos años se ha ido conformando un grupo de autores jóvenes que hacen una exploración de géneros y temas actuales, en los cuales destacan Samanta Schweblin, Patricio Pron, Ariel Magnus…
3. ¿Cómo relacionarías tu experiencia como docente de lengua: con una imagen, con una metáfora, algún paisaje, ¿Con que la asociarías? ¿Con que la simbolizarías?
Creo que me imagino en un árbol. En su proceso de cambio de estaciones, a veces más radiante, otras más estacionado, pero como una forma que tiene la posibilidad de dar sus frutos y albergar a otros en su cercanía. Me gusta incentivar a que lean y acompañarlos en el camino con las dudas y certezas. Me gusta escucharlos interpretar y sorprenderme con sus perspectivas. El árbol, además, simboliza el ciclo de la vida desde cierto punto de vista. Creo que un docente de Literatura da su fruto como logra que un alumno se acerque a un libro. Cuando son muchos y llegan a cuestionarse y tener dudas, entonces hicimos nuestro trabajo. No importan los caminos, lo que importa es que sucedió.
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