En Venezuela hay diversas legislaciones que son funcionales para regir varios aspectos de la sociedad y hasta cierto punto habían funcionado hasta ahora. La madre de todas las leyes que es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, modificada por última vez hacia el año de 1999, planteaba una serie de aspectos que a simple vista podían verse positivos (en ese entonces), se puso de manifiesto con más ahincó el proteger la infancia de tantos maltratos y abusos que en el pasado habían tenido, así como también darle voz a las mujeres con una mejor protección legislativa, ambos aspectos hoy por hoy no están funcionando. Cada día vemos como hay más y más abusos hacia las mujeres tanto física como psicológicamente y las instituciones del Estado se hacen de la vista gorda, aún recuerdo que hace años yo misma me dirigí hacia un ente que apoyaba a las mujeres, a denunciar un abuso y al sol de hoy no he recibido (ni recibiré repuesta alguna) y ni hablar si el abuso es perpetrado por entes del Estado, eres invisible al momento de solicitar Justicia. Pero no es este artículo el que dedicaré para hablar de las mujeres (ya tocara), es especialmente para explicar que sucede con la infancia, la educación y los derechos tanto de los niños, niñas y adolescentes como el formador del futuro: El Maestro.
La Ley Orgánica Para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA) vigente del año 2007, en su artículo Nro. 8 reza que el: “Interés Superior del Niños, Niñas y Adolescentes. El Interés Superior del Niños, Niñas y Adolescentes es un principio de interpretación y aplicación de esta Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de todas las decisiones concernientes a los niños, niñas y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías” (p. 3), en papel es así, pero no aplica para los derechos vulnerados de todos los hijos de los maestros cuando el Estado le cancela un sueldo menor a 1$ en un país con una hiperinflación montada ya en 4 dígitos para “la protección de la familia”, aquí sobra la explicación ¿verdad?, ese discurso sobre “el bien superior del niño” los tienen en el ADN cada uno de los supervisores políticos, coordinadores políticos y directores de las instituciones públicas para justificar el hecho de que DEBES ir a trabajar: con pandemia, con tus insumos tecnológicos (si tienes y sin tomar en consideración que tus estudiantes los tengan o no), con el estómago vacío (tanto el del maestro como el de su familia), buscando tú mismo tu protección a tu salud, pero, por sobre todas las cosas por tu VOCACIÓN DE SERVICIO. Lamentablemente y aunque se AME la profesión en el mercado no te venden con Vocación de Servicio, sino con dinero constante y sonante.
En nuestra Carta Magna (1999) se establece en el Artículo 104 que:” La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica. El Estado estimulará su actuación permanente(…)El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán establecidos por ley y responderá a criterios de evaluación de méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica”.(p. 111), pero, ya hay un déficit de más de 300 docentes que se cansaron de ser mendigos del Estado, con un sueldo que no cubre ninguna de las necesidades básicas de él y su familia y para colmo de males, te quieren obligar en las peores condiciones infrahumanas asistir a una institución, donde no hay artículos de limpieza para poder medianamente limpiar y al menos evitar el contagio. La explotación laboral y la época de la esclavitud han vuelto a mi país y ha afectado a los empleados públicos en su totalidad, no es solamente con los Docentes. Pero no se puede olvidar que el Artículo 91 se establece que: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales” (p.98) el patrono ¿no sabe de esto? y algunos colegas desfasados no comprenden que deben reclamar su derecho a un salario digno y que sus hijos también comen (afortunadamente solo son algunos colegas).
Es increíble como la manipulación hacia los actores que hacemos vida en las instituciones educativas esta a la orden del día, con el hecho solamente de decir “el bien superior del niño” para todo lo que incluyen en su discurso, vulnerando descaradamente los derechos de los niños de los docentes y sin garantía siquiera de prestarte la atención en dado caso de que te puedas contagiar asistiendo a un salón de clase, sin ningún tipo de medidas, con una nómina de estudiantes abultada (con más de 50 personas) y que en un día en específico debas atenderlas una por una para evitar la conglomeración ¡es impensable!. El docente sigue sin ser escuchado, el Ministro de Educación poco le importa lo que le suceda a los colegas siempre y cuando él tenga “con qué”, las federaciones educativas son pagadas por el patrono, los representantes y responsables (en su mayoría) solo les importa que sus hijos pasen de grado (tengan o no conocimientos) y las Bases (que somos nosotros) continuamos en la lucha con un gigante que no solo está representando por el Estado y sus ministro sino también por la decadencia de conciencia y la indiferencia de la sociedad civil que al parecer no le interesa la EDUCACIÓN NI EL FUTURO DE VENEZUELA. No sabemos si continuaremos con la lucha o si simplemente como dicen muchos en el Twitter “Abandonemos la Educación” para dedicarnos a otra cosa y ellos ¿verán que pasará con el futuro? ¡Qué triste deben estar: Simón Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Luis Beltrán Prieto Figueroa! ¡Qué triste mi Venezuela con un futuro en tinieblas!
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