¿Leemos?

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IMG_9644Mi hijo/a está empezando a leer y lo que al principio parecía entusiasmarle ha dejado de producirle interés ¿Qué puede haber pasado? ¿Cómo puedo volver a estimular su interés por la lectura? Aquí os dejamos algunas opciones que pueden resultar útiles para que los más pequeños se inicien en la aventura de leer ¡con mucho gusto!
Todavía recuerdo cuando hace unos tres años mis hijos empezaron a leer. Entusiasmados con la experiencia, leían cualquier cosa: carteles publicitarios, etiquetas de la ropa que se ponían, los componentes de los alimentos (tengo que admitir que esto último me venía muy bien porque con las prisas propias de una madre, me hicieron reflexionar y eliminar de mi lista de la compra algunas de las cosas que antes compraba con algún que otro ingrediente no demasiado sano). En definitiva, todo era genial, mis niños estaban pasando a una nueva fase de su aprendizaje y yo estaba tan contenta de ver su entusiasmo. No me explicaba qué podía ser eso que tanto preocupaba al resto de los padres hasta que cumplieron los 5-7 años. De pronto leer resultaba un suplicio, una obligación casi tan tediosa como hacer los deberes. ¡¿Cómo podía ser?!

¿Te has parado a pensar por qué les gusta a los niños ver la misma película una y otra vez? Lo hacen porque se familiarizan con ella, controlan cada secuencia, sabe lo que pasará a continuación y eso les da confianza, se mueven en un terreno conocido y controlado, sinónimo de seguridad (como a cualquiera, ¿no te parece?) ¿Cómo es posible que le ofrezcas ver una nueva peli y ellos elijan ver por enésima vez «El rey león»? Sencillo: control es sinónimo de seguridad.
Llegar a un nivel de aprendizaje que controlaban y que de pronto se les va de las manos, les genera desasosiego y la forma de eliminar ese desasosiego es eliminar el conflicto: si la razón de mi inquietud me la produce el libro, la solución es no leer más. Ya no controla la situación como antes y se coloca una barrera. Se encuentra más seguro en el nivel inferior, se siente más seguro viendo una vez más «El rey león».

¿Cómo derribar la barrera del desinterés por la lectura?

No hay una fórmula mágica, no nos engañemos. Cada situación y cada niño son distintos y no hay una fórmula universal para conseguir que de pronto la lectura sea el motivo por el que nuestros hijos se levanten cada mañana, ni mucho menos. Sin embargo podemos dar algunas pautas que quizá surtan efecto.

Existen unas fórmulas básicas de estimulación:

El niño hace lo que ve, imita tus hábitos, de manera que si no ve al adulto leer, es complicado que, por sí mismo decida coger un libro. Es importante que este momento lo comparta contigo pero también es bueno que te vea leer mientras él hace otra cosa porque, al final, acabará haciendo lo mismo que tú. Recuerda que eres su principal modelo.

Para los más pequeños es importante una sencilla premisa que a veces olvidamos por completo: los libros deben estar accesibles al niño. Sabemos que la estantería es el lugar donde más ordenados quedan pero si el pequeño te tiene que buscar para que le alcances el cuento y en ese lapsus encuentra el coche de bomberos de Playmovil o la Barbie hawaiana, es más que probable que opte por esto último y acabamos de perder una oportunidad estupenda para que se acerque al libro.250px-William-Adolphe_Bouguereau_(1825-1905)_-_The_Difficult_Lesson_(1884)

También es bueno el hábito de leer algo todas las noches, primero lo hacemos nosotros y poco a poco le animamos a que sean ellos quienes nos lean la historia.

Además, podemos ir un pasito más allá. Como os cuento, estas son las pautas habituales de estimulación. Pero yo quería más, buscaba implicación. Una vez hemos conseguido la implicación, es más fácil mantener el interés que es justo lo que buscamos con un proyecto de estimulación. No me conformaba con que el niño cogiera un libro y leyera, con que tuviera un hábito de lectura, quería más, ese empujón que haría que mis niños les gustara leer de verdad. Quería asegurarme que lo hacían porque les gustaba no por obediencia.
Personalmente pasé por dos fases, en dos momentos de maduración distintos y dos proyectos diferentes que, curiosamente, fui adaptando también a mi empresa, haciendo de la experiencia el estudio de mercado más fiable.

Para la niña más pequeña, 4 años, opté por la fórmula del protagonismo. Inventamos juntas una historia con la temática que más le gustaba: piratas, bomberos, princesas, súper héroes… en ella aparecía como protagonista absoluta con personajes de su entorno (familiares y amigos) en una historia trepidante, por supuesto con final feliz. Incluso ilustramos algunos de los pasajes. Las dos disfrutamos muchísimo con la experiencia.

Inténtalo y después me cuentas cuántas veces has tenido que leer el cuento. Yo todavía lo conservo con algún que otro pegote de galleta, un manchurrón de mi café y algo de pegamento de barra (más de una vez decidió llevarlo al cole para leérselo a sus compañeros). Esta es una buena fórmula para los que empiezan su andadura en la letras, entre los 3-5 años.

Para él, que rondaba los 7 años, utilicé otra fórmula.

Acerca de Monica Bordanova 23 Articles
Soy española, de Valencia. Nací con un lápiz en la mano pero la vida me llevó a estudiar derecho. Como no podía ser de otro modo, los colores tiraron más que las letras y después de algunos años de resolver pleitos decidí embarcarme en la aventura editorial. Desde 2008 trabajo por y para los niños y su educación; escribiendo, ilustrando y enseñando, ¿ hay algo mejor? Ediciones Lola Pirindola es una editorial especializada en cuentos personalizados y recursos educativos infantiles. Una de las mejores fórmulas de estimulación para los más pequeños.

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