La lengua de Señas en Argentina

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La Lengua de Señas Argentina, está compuesta por una gramática compleja, distinta al español pero que al igual que éste para su adquisición, también requiere de cierto tipo de comprensión y construcción de lógicas que irán subyaciendo en los pensamientos a lo largo del desarrollo de cada sujeto. En un principio, puede remontarse que la creación de esta forma de comunicar, estaría destinada a aquellas personas que no pudiesen escuchar y/o hablar. La primera escuela de sordos, se crea en Buenos Aires entre los años 1880 y 1910, escuelas que surgen como iniciativa del Instituto Nacional de Sordo Mudos. Pero es recién en el año 2023 con la Ley Nº 27.710 donde la Escuela de Señas Argentinas es reconocida por el Gobierno Nacional, este reconocimiento de diversidad lingüística permite reducir aún más la vulneración de derechos en materia de discapacidad. Al existir una norma que reglamente, regule y siente las bases de un poder y deber hacer al respecto de los derechos de las personas sodas y/o mudas, se introduce compromiso inclusivo con toda la comunidad, promoviendo la accesibilidad a todos los ciudadanos en los qué hacer de la diaria. Y esto incluye también al colegio.

La mencionada Ley por tanto define qué se entiende por LSA (Lengua de Señas Argentina), “una lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas en todo el territorio de la Nación Argentina, y que garantiza su participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en dicha lengua” (Ley Nº 27.710, año 2023).

Importantísimo entender el párrafo precedente para hacer hincapié en cómo transversalmente incumbe (entre otras cuestiones), las actividades de niños, niñas y adolescentes en situación escolar. En primera medida porque la importancia aquí se centra en materia de derecho, es decir, ésta Ley debería amparar el derecho de toda persona a elegir cómo comunicarse más allá de sus capacidades y habilidades. Además establece la promoción, fomenta e impulsa dicha lengua, es decir, que la misma llegue a todos los lugares del territorito Argentino y que sea accesible para quién desee aprenderla y poder comunicarse de ese modo, siendo o no oyente.

¿Qué implica esto? Implica INCLUSIÓN. Implica que podamos comunicarnos entre sí. Y qué mejor espacio para poder fomentarlo que en una institución educativa, recordémosla, obligatoria. Se trata de poder dar curso a un entramado de red, poder dar curso a la creación de diferentes dispositivos de intervención dentro del proyecto educativo de cada institución escolar.

Elegir, esa será la palabra clave para que cada familia pueda optar por enviar o no a su hijo, hija a algún posible taller que enseñe LSA. Pero para poder elegir, es indispensable un Estado que promueva, que concientice a su comunidad acerca de la riqueza de incluirnos a todos en un mismo espacio tiendo las mismas oportunidades para poder comunicarnos, un Estado que garantice estrategias de intervención acordes al plan educativo actual y que permita la accesibilidad, en este caso, en materia de comunicación.

Recordemos que actualmente no todas las personas sordas tienen siquiera acceso a aprender ésta lengua. El trabajo, el compromiso y la necesidad urgen en entender las falencias actuales para así tratarlas y posicionarlas en agenda de Políticas Publicas. Necesitamos como comunidad, que se regule esta situación. Que desde el nivel inicial ningún niño o niña sordo o con hipoacusia quede por fuera de la posibilidad de aprender LSA, que nadie quede por fuera de la posibilidad de poder comunicarse con otros y hacer lazo. Que en los proyectos educativos se incluya la enseñanza de éste tipo y otros tipos de alfabetización. Para que en un futuro, no muy lejano, como puede ser el primario o secundario, dentro de un mismo aula puedan compartir la enseñanza de modo inclusivo todos los pibes por igual.

Pensarlo me emociona, hacerlo útil se lo ve difícil, dadas las condiciones actuales en materia de educación, donde en la mayoría de las aulas no está dado el espacio necesario para la permanencia cómoda del docente, los niños y niñas, aun menos con acompañantes acordes a las necesidades que requiera el cada caso singular.

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Acerca de Eugenia Marra 5 Articles
Estudiante Avanzada de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata. LSA Lengua de Señas Argentina.

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