La Inquieta surge en el año 2013 más que como un proyecto como un sueño, un sueño que comenzó con acompañar a los pacientes que están internados en el hospital, y así de alguna forma acercarles la salud de un libro.
En un principio lo coordino la Hermana Gabriela Oviedo junto con Virginia Martínez (nuestra Vir, que hoy nos acompaña desde el cielo y con sus alas nos sigue invitando a SOÑAR), luego se sumó la Hermana Magdalena Amarilla. Eran muchos los voluntarios que llegaban a recorrer los pasillos del Hospital los Martes, Jueves y Sábados llevando en los carros la alegría de compartir LIBROS, porque en los libros, se sueña, se viven muchas vidas, se imagina, se nos cruzan mil emociones, muchos nos traen recuerdos, nos abrazan el alma. Tenemos 2 carritos, uno está lleno de MAGIA con juegos de mesa, cartas, plastilina, cuentitos, globos, títeres… ese recorre y
acompaña a soñar a los mas chicos.
El otro lleva emociones, suspiros, algún que otro lagrimón, criticas, historia, espiritualidad, humor… ese acompaña a los mas grandes.
Pero no solo compartimos libros, muchas veces el préstamo de un libro es la excusa perfecta para intercambiar palabras y poder escuchar distintas historias, como voluntaria tengo muchas anécdotas pero hay una que siempre recuerdo con mucho cariño: Yo iba todos los martes porque salía del colegio 14:00hs y llegaba 14:30 al hospital para la recorrida, Rodolfo era un señor que estaba internado en medula, y la primera vez que pasamos ofreciéndole un libro no tenia ganas de nada, pasamos a la semana y dijo:
“a ver, que libros tienen… o recomendame uno vos nena”
-siempre me gustó recomendar libros, así que le dije- Sí, a usted le gusta el futbol? –me miro
con una cara rara, yo creo que habrá pensado que tiene que ver el futbol con la lectura-
y me dice: Si, no soy muuuuuuy fanatico pero sí.
Bueno entonces le voy a dejar este: EL AREA 18, de Fontanarrosa. Nunca leí a ese, pero bueno… lo voy a leer.
Volvimos a la semana y me dijo muy contento: Me gusto al final el libro del Negro, tienen mas
de él?
Asi que esa semana le deje: LOS TRENES MATAN A LOS AUTOS.
Y así pasaron casi 3 meses en los que leyó a Fontanarrosa! Cada voluntario tiene sus anécdotas, muchos al recordarlas sonríen otros quizás cuando los miramos tienen los ojos llenos de lágrimas, es que es un lugar lleno de MAGIA, a veces festejamos cumpleaños a algunos pacientes (siempre de sorpresa y con los enfermeros siendo
cómplices).
Como nuestro nombre lo dice (nos dice, nos llama) LA INQUIETA, en estos tiempos depandemia, de desesperanza, de encierro, de distancia, y de no poder acompañar con nuestro voluntariado se nos ocurrió con algunos voluntarios llegar a los pacientes, y al personal de salud (que tanto esta trabajando en estos tiempos inciertos, dejando de lado tantas cosas, teniendo miedo por ellos y sus familias pero aun así dándolo todo) llegar a ellos y a más
personas de manera virtual, por eso es que nuestro carro ahora se convirtió en un perfil de instagram en el cual compartimos cuentos contados por gente que nos va escuchando y se suma a compartir ( y ya son voluntarios virtuales) también compartimos testimonios de algunos pacientes que se animan a contar su historia, y siempre compartimos alegría a través del humor y la música!
En un principio no fue fácil porque siempre están los miedos de: SI NO FUNCIONA?. Pero de a poquito vamos creciendo, y vamos llegando a los pacientes y familias, creemos que la LECTURA ES UN PUENTE, y vemos la lectura como puente, por eso es que ahora en breve compartiremos un drive en nuestro perfil para que allí busquen alguna
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